Internet es una herramienta que, entre otras cosas, sirve para el control de los datos de sus usuarios. Es algo que no escapa al conocimiento de la Dirección General de Tráfico (DGT), que gracias a la plataforma DGT 3.0 pretende conocer y vigilar, con todo detalle, los desplazamientos de los conductores y vehículos en España. Una suerte de Gran Hermano de Tráfico que pretende ver la luz en 2026, después de que el proyecto iniciara su andadura en 2017.
Hace pocas semanas, de hecho, la DGT lanzó una nueva licitación de 3,3 millones de euros para el “Mantenimiento y Servicios de la plataforma de vehículo conectado DGT 3.0”. Con ella, Tráfico busca fortalecer la plataforma que centraliza nuestra información de Tráfico para conocer todo lo que ocurre en las carreteras a tiempo real. La plataforma informará al momento, junto con su posición GPS, si se han encendido las luces antiniebla, el limpiaparabrisas, los intermitentes de emergencia o si ha actuado el ESP o el ABS.
Todo ello persigue mejorar la seguridad vial gracias a la información absolutamente actualizada sobre las posibles situaciones de riesgo o accidentes que pueda dar en la Red de Carreteras del Estado. La idea, en última instancia, es aprovechar la tecnología 5G y la proliferación de los vehículos con conexión a Internet. “Podremos reducir hasta el 80% de los accidentes de tráfico”, afirma José Francisco Monserrat, investigador de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y asesor del Banco Mundial en Transportes y 5G, en la revista de la DGT.
Y es que los 0 fallecidos que persigue Tráfico como objetivo se han vuelto una obsesión. De ahí que se hayan empleado a fondo para cristalizar un proyecto cuyo funcionamiento es similar a Google Maps: los conductores podrán enviar a DGT 3.0 información sobre si han avistado algún accidente o incidente. Tráfico, no obstante, garantiza que los conductores informantes gozarán de total anonimato.
Pese a ello, si bien es cierto que el objetivo último es la información a tiempo real sobre el estado de las carreteras, de los riesgos, etc., no es menos cierto que se abre el debate sobre si la DGT podría usarlo para multar. Y es que al poder contar con esa ingente cantidad de datos, podrá usar la información del momento para medir la velocidad de circulación de los conductores sin necesidad de radares. Y, en última instancia, poder multarles por un posible exceso de velocidad cometido.
La multa de velocidad
Aunque el novedoso sistema DGT 3.0 no se usará, a priori, para multar a los conductores por su velocidad, cabe recordar la cuantía de las mismas. Las sanciones por saltarse los límites de velocidad van por tramos. Las infracciones podrán ser catalogadas de graves y muy graves, dependiendo del exceso. Las multas son desde los 100 euros hasta los 600 euros.
Y, dentro de las ciudades, ya hay vigentes tres límites genéricos de velocidad en las vías urbanas: 20 kilómetros por hora para las calles de plataforma única de calzada y acera; 30 kilómetros por hora para las de un único carril por sentido de circulación y 50 kilómetros para las de dos o más carriles por sentido.
En este último caso, habrá una excepción. La velocidad máxima permitida será de 40 kilómetros por hora para los vehículos con mercancías peligrosas en estas vías y para las travesías. Pero, insistimos, la plataforma DGT 3.0 no se usará para controlar la velocidad de los vehículos, pero sí para vigilar y conocer todo lo que ocurre en las carreteras a tiempo real.
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