El "acoso" de Paola a Joel: detectives, denuncias archivadas y el "secuestro" de su hija Alena en Suiza
La juez ha dictado una orden europea de detención de la madre por sustracción de menores. Su padre no ve a su hija desde el 16 de julio.
19 agosto, 2022 02:59Joel Prieto, durante este último mes, ha pasado por todos los estados posibles: rabia, incomprensión, enfado… “Estoy hecho una mierda. Lo estoy pasando fatal, pero lo que más me duele es ver a mis familiares hechos polvo”, reconoce en conversación con EL ESPAÑOL. Lleva desde el 16 de julio sin ver a su hija, Alena Prieto Amador, de dos años. Su madre, Paola, cogió a la niña y la “secuestró”, llevándosela con ella a Suiza. Tenía que entregarla el 12 de agosto, pero no lo hizo. Por eso, el Juzgado de Primera Instancia nº3 de Güimar, en Santa Cruz de Tenerife, ha dictado una “orden europea de detención y entrega”, además de la custodia de la menor para el padre.
“Ella nos dijo –y así se lo dijo también al juzgado– que regresaría el día 12 con la niña, que no estábamos respetando su periodo vacacional. Lo que no anunció es que estaba en Suiza y que no tenía billete de regreso. Como nos esperábamos, no ha vuelto”, reconoce Joaquín Amills, portavoz de SOS Desaparecidos, en conversación con EL ESPAÑOL. “Sé que está en Ginebra. Pero no sé qué hace, ni en qué condiciones está la niña… Es complicado. Ella estaba en paro, ninguna sabe idiomas... ¿Cómo se está manteniendo en Suiza? Eso es lo que se está investigando”, añade el padre.
El único deseo de Joel es que está situación termine cuanto antes. “Esto ha sido un acoso y derribo desde que nos separamos”, confiesa. Paola lo ha sometido a “denuncias por violencia de género que han sido archivadas”, ha contratado a dos detectives para que lo persigan… y, sin embargo, nadie ha podido probar que haya hecho nada malo. Sin embargo, su madre, sí que dejó un manuscrito en el que fijaba el plan: viajar a Suiza con su hija para no regresar jamás.
En dicho manuscrito se puede leer. “Oficina de protección a la infancia en Suiza”, “explicar el caso”, “denunciar en otro sitio”, “asilo humanitario”… y otras afirmaciones que fijan claramente su plan de cara a irse con Alena para no volver a entregárselo a Joel. “En esta situación estamos, esperando que ella todavía no haya abierto un proceso judicial allí. Si lo ha abierto, complicaría la situación”, explica Joel.
Génesis de la sustracción
Joel y Paola se separaron a pocos meses de que naciera Alena. “Ella se queda embarazada en octubre de 2019, yo abro un bar en diciembre… Hubo bastante presión. Entre el embarazo, el bar… Una cosa lleva a la otra y decidimos ir cada uno por su camino”, explica el padre. Entonces, Joel tiene que afrontar una situación complicada: los ERTE por el Covid y las “excusas” de la madre para que no viera a la niña. De ahí que él intentara, antes de iniciar la vía judicial, llegar a un acuerdo de custodia compartida.
Finalmente, sin embargo, tuvo que ir a juicio y acabó obteniendo el derecho a la custodia compartida. “Entonces, me encuentro con muchas cosas. Un día llega un Guardia Civil a mi casa para decirme que tengo una denuncia por violencia de género, también otra denuncia por delito sexual a mi hija… Lo archivaron todo”, celebra Joel. “A esto hay que sumarle que me pone dos detectives. Tampoco pudieron probar nada”, añade.
Pero a todos estos problemas se le suman algunos más: Paola decide quitar a Alena de la guardería y empieza a fallar en los encuentros para cumplir con la custodia compartida. Joel, por tanto, intenta que las recogidas de la niña se hagan en un centro de familia. Pero no lo consigue. Decide denunciarla por “sustracción de menores” y los familiares acaban reconociendo a la policía que está en Suiza con su hija.
“Cuando descubrimos eso mi abogado le pide a la jueza una orden europea de detención, pero la jueza se niega aludiendo que existe un vuelo de regreso de ella el día 12. Ella, sin embargo, no vuelve, y es cuando se reactiva la orden de detención”, cuenta Joel.
Con esto, la jueza pretende que la madre se ponga a disposición del juzgado para ser investigada y que se le pueda “tomar declaración”, así como la “suspensión cautelar de la patria potestad sobre la menor y la entrega de la misma al padre”. Joel, simplemente, espera que se resuelva cuanto antes la situación por el bien de Alena.