Pedro Sánchez y el Falcon.

Pedro Sánchez y el Falcon. Cristina Pita

Reportajes

La frenética actividad internacional de Sánchez, sólo superada por Aznar: un vuelo cada 11,8 días

Sánchez ha volado a 50 países durante los cuatro años que lleva de presidente: más de 500.000 kilómetros en casi 13 vueltas al planeta. 

27 agosto, 2022 02:49

Pedro Sánchez aterrizará este sábado en Torrejón de Ardoz desde Tegucigalpa muy cerca de completar su decimotercera vuelta al mundo a bordo de los cinco Falcon 900B y dos Airbus 310 del 45 Grupo de las Fuerzas Aéreas a su disposición. Tras su gira por Latinoamérica —Colombia, Ecuador y Honduras—, la cuarta por la zona desde que alcanzó la Moncloa, el presidente del Gobierno habrá completado más de 500.000 kilómetros sólo en viajes internacionales.

Más de 130 vuelos en 1547 días con destino a 50 estados diferentes, unos más, otros menos, algunos una sola vez, que han visto a Sánchez deslizarse por las escalerillas de un avión utilizado por la oposición como arma arrojadiza.

El saldo, sin embargo, es un vuelo internacional cada 11,8 días: algo menos que los 12,1 de José Luis Rodríguez Zapatero. Muy cerca de los 11,5 de José María Aznar, el presidente que más chinchetas pinchó en el mapa, si bien hay que descontarle a Sánchez los cuatro meses de parón por la pandemia —reanudó su agenda internacional el 30 de junio de 2020 en Nuakchot (Mauritania), en una Cumbre del Sahel— y una impotente legislatura, presidida en funciones, que desembocó en la repetición electoral de noviembre de 2020. Otros cuatro meses donde los Falcon aguardaron más de lo frecuente en el hangar. 

Mucho más viajero que Rajoy

Tan sólo 22 días distan del 2 al 24 de junio de 2018, del día en que accedió a la Moncloa hasta el que sus redes oficiales publicaron la foto departiendo junto a José Manuel Albares —entonces flamante secretario de Estado, hoy jefe de la diplomacia española, el tercero tras Borrell y González Laya— con gafas de aviador, mangas de camisa y gesto serio en el Falcon. ¿Su primer destino? Una reunión en el Elíseo con el primer ministro francés, Emmanuel Macron

Sánchez rompía así una ley no escrita: estrenar el avión presidencial en Rabat. La recomendación que González le hizo a Aznar tras cederle el testigo y que sentó jurisprudencia. Se trata, a juicio del politólogo Pedro Marfil, una impronta en el estilo de Sánchez. La impregnada por un hombre que llegó a Bruselas en calidad de asesor con 26 años para ingresar poco después en el gabinete de Carlos Westendorp, alto representante de la ONU en Bosnia durante la guerra de Kosovo. Y un giro respecto al anterior presidente socialista.

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"Zapatero entendía que la política internacional tenía que mirar a Iberoamérica necesariamente, Sánchez, por el contrario, entiende que tiene que pasar por Europa", explica el coordinador de ACOP (Asociación de Comunicación Política). "Cada presidente tiene el derecho y el privilegio para decidir por dónde encauza la política internacional. Es un defecto: los anglosajones, más los ingleses que los norteamericanos, tienen clara su política internacional. No van dando tumbos según el partido, según el gobierno: en España se notan las ideas", considera Marfil.

También incide el experto en una disonancia parecida en el seno del Partido Popular. "Aznar quería visibilidad y presencia internacional, mientras que Rajoy optó con un perfil muy bajo a nivel internacional". Sostiene el argumento los datos analizados por EL ESPAÑOL y publicados por Maldita.es en julio de 2020, después de que Moncloa accediera a una petición reiterada del medio. Presidencia del Gobierno considera estos datos "materia especialmente sensible" por motivos de seguridad.

Aznar voló fuera de nuestras fronteras en más de 250 ocasiones —en el registro oficial facilitado por Moncloa constan hasta 45 vuelos en 1999, cifra récord— mientras Rajoy, en un año menos, lo hizo sólo alrededor de 170. El primer presidente de Gobierno popular realizó más de 170 visitas oficiales, una cifra que triplica las 60 de Rajoy, más familiarizado con el puente aéreo a Bruselas para intervenir en los Consejos Europeos (43, empatado con Zapatero) y la participación en foros y cumbres internacionales (69, el que más de todos) debido a la grave crisis económica.

The Killers y Benicàssim

Sorprende que el 2018 de Sánchez, pese a instalarse en el Gobierno aquel 2 de junio, sea su año más viajero: más de 150.000 kilómetros en tan sólo siete meses. Casi cuatro vueltas al mundo, tomando de referencia los 40.000 kilómetros, aproximados, de su circunferencia en el ecuador. 

Caricaturizado como ningún antes otro presidente por el uso del avión presidencial, quizás sorprendió que Sánchez, un secretario general que para reconquistar el PSOE se pateó España entera en 2016 al volante de un Peugeot 407, tratara de exhibir una imagen de presidente americano.

"Te voy a decir algo del lenguaje presidencial: hay que ser presidente para poder usarlo", le aconsejaría su director de gabinete entonces, Iván Redondo. Una frase de El Ala Oeste de la Casa Blanca que parafraseó, sin citar, en una entrevista en laSexta, aplicable a la imagen que trató de exhibir Sánchez en los primeros compases al frente del Ejecutivo.

Un mes después de la foto con Albares, el 20 de julio, llegó el concierto de The Killers en el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) al que acudió Sánchez. Lo acompañaron su mujer y sus dos hijas, que se desplazaron por carretera. No tardaron en publicarse las fotos de Sánchez en el backstage, cerveza en mano, y que había hecho uso del Falcon presidencial para desplazarse hasta la Comunidad Valenciana. La oposición lo acusó en tromba de "derroche" y el asunto afloró en la refriega parlamentaria. El presidente del Gobierno aludió una reunión con Ximo Puig, presidente valenciano.

Seis viajes a Bruselas entre Consejos Europeos y cumbres, una de la OTAN. Tres viajes a París entre visitas oficiales a Macron y Anne Hidalgo, alcaldesa parisina, y la asistencia a la conmemoración del Centenario del Armisticio. Visitas oficiales a Alemania, Portugal y Suecia para entrevistarse con sus primeros ministros. Una intensa gira por Latinoamérica —Chile, Bolivia, Colombia, Costa Rica y República Dominicana— y otra por Canadá y Estados Unidos aprovechando una Asamblea General de la ONU. Viajes a Milán, a La Habana, a Rabat. Cumbres en Austria, Guatemala, Argentina. Una visita a las tropas en Mali. 31 viajes en total que Sánchez este 2022. 

"El presidente no ha sabido vender, o no ha trascendido lo suficiente, la dimensión internacional que está teniendo", valora el politólogo consultado por este periódico. "En Europa, sobre todo, no tanto en Iberoamérica a pesar de esta última gira, la figura de Sánchez está muy bien valorada. Cuando conversas con gente del ámbito europeo, la percepción es que ha sabido tener mucho liderazgo en momentos muy puntuales y muy concretos", comenta Marfil en referencia a intensas negociaciones como la llamada excepción ibérica. "Paradigmáticamente, no ha trascendido de puertas para adentro. Cuando Aznar estuvo en la Presidencia sí supo vender esa imagen de la gran vuelta de España a la escena internacional. Sánchez y su equipo no lo han hecho, o no han sabido venderlo", reflexiona.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, junto al presidente de gobierno de España, Pedro Sánchez, este 24 de agosto en Bogotá (Colombia)

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, junto al presidente de gobierno de España, Pedro Sánchez, este 24 de agosto en Bogotá (Colombia) Mauricio Dueñas Castañeda EFE

Sánchez espera exprimir el perfil internacional labrado durante la presidencia de turno de la Unión Europea, que España ostentará durante el segundo semestre de 2023. La gira latinoamericana de esta semana ha servido, entre otras cosas, para allanar el terreno y consolidar su posición respecto a líderes de izquierdas, afines, ante los que puede erigirse como la referencia europea. Es el caso del colombiano Gustavo Petro, el chileno Gabriel Boric y la hondureña Xiomara Castro.

"España quiere impulsar las relaciones con América Latina y con el Caribe, tanto a nivel bilateral como también a nivel de la Unión Europea, especialmente durante la próxima presidencia del Consejo Europeo que ostentará España", desveló Sánchez este viernes, en Tegucigalpa.

Génova habla de "vía de escape"

"Sánchez luce más cuanto menos se le conoce", es el jab que sueltan desde el entorno de Alberto Núñez Feijóo cuando se pregunta por la proyección internacional del presidente. "Que a Sánchez le pase la mano por la espalda el primer ministro de Luxemburgo está muy bien para Sánchez, pero nos trae poco rédito. En España no puede pasear por la calle, se tiene que ir a otros países porque aquí le abuchean", relatan en Génova. "Para Sánchez la política internacional no es una prioridad, es una vía de escape", sentencian.

¿No ha sido excesiva la caricatura? Dibujado Sánchez como una parodia del protagonista de Atrápame si puedes. "La caricatura del Falcon no está en sus viajes internacionales, sino en que vaya a Valencia a un concierto de The Killers montado en él. Nada que decir con que vaya en un avión del Ejército a Iberoamérica, que vaya a Extremadura o Castilla y León y movilice un avión, un helicóptero y un Audi, no", centran la crítica en el uso de las aeronaves en territorio nacional.

Sánchez se desplazó en 2021 hasta en 151 ocasiones por medio de aeronaves adscritas al Ministerio de Defensa. Un 70%, según los datos publicados por El Independiente y facilitados por Presidencia del Gobierno, fueron vuelos nacionales, a través del Falcon o el helicóptero Super Puma. Algunos de ellos, a lugares tan próximos a Madrid como Toledo, apenas a una hora en coche.