El viaje de Elías Bendodo a Madrid: el niño sefardí de Málaga que ahora dirige la campaña del PP
EL ESPAÑOL traza el perfil del número tres del PP a través de conversaciones con su entorno, entre ellos Antonio Sanz y Juan Marín.
7 enero, 2023 01:38Quizás haya que remontarse a 1492 para entender a Elías Bendodo (Málaga, 1974), coordinador general del PP. Hasta el Edicto de Granada que, firmado por los Reyes Católicos el año que culminó la Reconquista, expulsó a los judíos de España. Es en ese éxodo donde Bendodo, el estratega elegido por Alberto Núñez Feijóo para reconquistar ciertas comunidades y ayuntamientos el próximo 28 de mayo, hunde sus raíces. Un árbol genealógico que durante 500 años prosperó al noroeste de Marruecos. Sus abuelos y sus padres, retornados a la Península en los setenta, pocos años después de agotarse el protectorado, fueron los últimos en nacer en Larache, esa ciudad portuaria a unos 85 kilómetros de Tánger.
Elías es el niño que, en la foto, sujeta la pelota junto a sus hermanos en una playa malagueña. La primera generación de vuelta tras la diáspora. También uno de los, aproximadamente, 45.000 españoles judíos. Religión y concepción de la política, la de un tedax que conoce el color de los cables que cortar, que llevan a un antiguo Señor Lobo del PP a equipararlo con Henry Kissinger. "A grandes rasgos, por supuesto, para que me entiendas", justifica una símil inflamado. Porque es en la planta cuarta de Génova, esa que llaman de máquinas, donde el número tres del PP extiende su influencia. Donde su equipo se compagina con la vicesecretaría de Organización de Miguel Tellado, el hombre que Feijóo trajo de Galicia para ocuparse de la maraña orgánica. Bendodo y Tellado, Mario y Luigi. Los fontaneros en jefe que articulan el eje gallego/andaluz que desde abril dirige el partido.
¿Cuál es su éxito? Parece que practicar la Realpolitik. Acude el ex dirigente citado a la viejísima fórmula de Kautilia para argumentarlo: "Cuando uno es inferior al enemigo debe hacer la paz. Cuando uno es poderoso hay que hacer la guerra. Si estimamos que el enemigo no puede perjudicarnos mejor es quedarse quieto". Bendodo cumple con los tres dogmas del consejero de Chandragrupta. El pragmatismo es su divisa. Nada le perturba. Y no es ninguna frivolidad que sea la carcajada, aseguran desde su equipo, su respuesta ante las situaciones tensas.
Porque tampoco festeja los triunfos. "Es frío en lo buenos y en lo malos momentos". Que se fuera a la cama y no a acodarse al bar de la esquina, como el resto de sus compañeros aquella noche de junio, cuando la mayoría absoluta en Andalucía depositó a Juanma Moreno en la cumbre de su popularidad, explica al personaje. Alguien que "disfruta más del camino que de la meta", estima en conversación con EL ESPAÑOL Antonio Sanz, su sustituto como consejero de la Presidencia en la Junta de Andalucía.
Conocido por su afición al running, ahora en El Retiro, antes por el Guadalquivir, motivo de nostalgia, la próxima meta es demasiado jugosa, demasiado importante para las aspiraciones de Feijóo. El éxito supondría despejar el camino, desenrollar la alfombra hacia la Moncloa. ¿La marcadísima hoja de ruta? Que mayo sirva como telonero de noviembre, cuando el gallego se batirá el cobre con Pedro Sánchez.
La estrategia del PP de Moreno el pasado 29-J, bajo la batuta de Bendodo, puso el foco en los socialistas moderados. En persuadirlos. Pero también en ahondar en su desánimo, sin estridencias, disociando el PSOE del sanchismo para aminorar su apego al puño y la rosa. ¿La clave? Mensaje y candidato moderados. Su gabinete prefiere no revelar aún sus cartas. Pero nadie tuerce el gesto cuando se le pregunta en estos términos. El PP anunciará en los próximos días el resto del equipo de campaña. ¿La incógnita? La opinión de los consultados es casi unánime: "Feijóo no es Juanma y España no es Galicia".
El ascenso desde NNGG
Bendodo conoce prácticamente todas las Administraciones públicas. Presidente de Nuevas Generaciones en Málaga, su entrada como concejal del equipo de gobierno de la alcaldesa Celia Villalobos en el Ayuntamiento malagueño, en el 2000, tuvo una pátina de tristeza: ocupó el asiento como edil de José María Martín Carpena, asesinado por ETA, apenas 15 días después de recibir seis disparos. Uno de ellos, directo a la nuca, le causó la muerte.
Bendodo desplegó una actividad intensa en las juventudes del PP. Fue ahí donde nació su amistad con Juanma Moreno, presidente nacional de NNGG cuando ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco en 1997, concejal en Ermua y compañero de ambos. Cuca Gamarra, con quien guarda buena amistad, era entonces presidenta de NNGG en La Rioja. Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza y flamante candidato autonómico, en Aragón. También en su comunidad Raúl de la Hoz, de su entera confianza, portavoz en las Cortes de Castilla y León. Y Alejandro Fernández, actual presidente del PP en Cataluña. "Es de esa generación, un tío muy de partido que conoce a todos ellos muy bien", explica un diputado de esa hornada.
Aseguran desde su entorno: "Muchos de los que han trabajado con él, en el partido o en la Diputación de Málaga, han acabado siendo sus amigos o sus incondicionales. Y a todos los ha recompensado profesionalmente de una manera y otra. Por eso se vuelcan en cada reto profesional que tiene Elías". "Fontanero tiene más acepciones", defienden desde su equipo, "como la capacidad que tiene Elías para construir ramificaciones suyas: siempre tiene a alguien leal en algún rincón de España". Nadie de los consultados lo contradice.
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Siempre en auge, once años más tarde, con tan solo 36, ocupó la presidencia de la Diputación de Málaga. Dos legislaturas, ocho años, donde "revitalizó y redescubrió lo importante que son las diputaciones como entes administrativos: de hecho, en Málaga, Bendodo la hizo imprescindible", a juicio de alguien que ha tratado con el malagueño durante muchos años, una fuente popular de toda solvencia.
Ayuntamiento, Diputación, presidencia del partido en Málaga desde 2008, pero también escaño en el Parlamento andaluz (que aún conserva) y su reciente acta como senador. Una gira institucional casi completa. Su actual puesto PP nacional, también en el Senado, supone para Bendodo la primera vez en la oposición.
El tándem con Juanma
Bendodo fue el consigliere de Juanma Moreno desde la histórica llegada del PP a San Telmo, en enero de 2019, hasta su fichaje por Feijóo el pasado 1 de abril. Un acuerdo forjado con Ciudadanos y Vox tras un pésimo resultado electoral en noviembre de los populares, que han más que doblado, de los 26 a los 58, sus asientos en el Parlamento andaluz tras los últimos comicios. Y una amistad personal, "más allá de la política", estima Sanz.
Había apuestas en los mentideros del PP sobre si Juanma dejaría partir a Bendodo dirección Madrid. ¿Cómo desprenderse de la pieza reina? Muchos no lo creían. Pero sucedió. Una decisión consensuada, pactada entre los entonces barones gallego y andaluz poco después de la defenestración de Pablo Casado en febrero.
El momento en el que se fragua que Juanma Moreno ofrezca a Elías Bendodo para ayudar a Feijóo tiene lugar tras aquellas 48 horas de febrero en las que Moreno, con el apoyo de Isabel Díaz Ayuso, le pide al político gallego que dé un paso adelante y se haga con las riendas del partido. El viaje de Bendodo al Palacio de Raxoi, al mismísimo despacho de un Feijóo todavía presidente de la Xunta de Galicia, el 28 de marzo, tres días antes del Congreso Extraordinario de Sevilla, certificó el fichaje.
La decisión agradó, además, a Bendodo. "Porque en Andalucía ya no podía crecer más como político, estaba topado, podría decirse. Pero en Génova, sí. Allí veía una oportunidad para hacer crecer al PP".
Una anécdota que explica su importancia en Moreno Bonilla, su influjo: "Cuando se abre el melón de la renovación del PP andaluz en 2014, después de que [José Ignacio] Zoido anunciara que no seguía, se habló de muchos candidatos para sucederle: José Antonio Nieto, José Luis Sanz. Hubo diferencias entre las dos facciones, la de María Dolores de Cospedal y la de Javier Arenas. Elías le dijo entonces a Juanma: 'Tienes que ser tú, estás en una posición interesante como para dar el paso. Al final fue el propio Rajoy quien le dio la bendición".
Su actual posición jerárquica, la tercera dentro del partido, aflora una pregunta: ¿Cómo era su relación anterior Génova, cuando era Pablo Casado el presidente? Bendodo era el interlocutor de San Telmo con Génova. En concreto, con Teodoro García Egea, con quien tenía una relación más que fluida. "Se llevan muy bien, eran muy amigos, se entendían. Juanma es más bailarín y Elías habla más claro. Más parecido a Teo en ese sentido, son perfiles parecidos", relata un miembro de la anterior dirección.
El retrato de Sanz y Marín
Sanz, viceconsejero en la anterior legislatura andaluza, le conoce bien. Subraya durante su conversación con EL ESPAÑOL su talante "sereno y tranquilo". "No pierde los nervios jamás. Y jamás le he visto ni una salida de tono", añade. El político andaluz destaca que esto es fruto "de una enorme capacidad de relativizar y de administrar los tiempos", es decir, de evaluar qué es importante y qué lo es menos. "Puede interpretarse como que es frío, pero en realidad es muy templado". La temperatura del sefardí, parece, difiere según la fuente.
Para su sucesor como mano derecha de Moreno se trata, además, de alguien con códigos, de un tipo leal. "Tiene un concepto de la lealtad y de la amistad muy importante. Especialmente puedo hablar del que tiene con Juanma [Moreno]. Fraguada cuando militaban ambos en NNGG, lo suyo con el presidente de la Junta de Andalucía ya es claramente "personal, está por encima de la política".
Abunda Antonio Sanz que es "uno de los políticos más hábiles que hay actualmente". "Es listo, y también creativo", lo elogia. "Son tres habilidades que tiene, que le permiten anticiparse y tener una visión política de situaciones que aún no han ocurrido. Se da cuenta antes que nadie de cómo puede evolucionar un problema. Es una habilidad que no la tiene cualquiera tampoco en política".
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"Es el único caso que recuerdo de un político que haya sido capaz de renunciar a cotas de poder, a la comodidad de gobernar, para irse a la oposición. Esto no es fácil de encontrar en política", sigue Sanz. "Disfruta más con el camino que con la meta. Cuando llega a la meta, ya está pensando en otra cosa. Y para él, es un reto que Feijóo alcance la presidencia del Gobierno", estima el político andaluz.
Otras fuentes consultadas destacan del político malagueño "su capacidad de diálogo y de conectar. Tiene empatía con todo el mundo". En ello coincide también Sanz, que destaca que una buena parte del funcionamiento de la anterior etapa [con un equipo de Gobierno PP-Ciudadanos] fue en parte gracias a Bendodo. "No era fácil, pero siempre hubo unas magníficas relaciones. No hubo ni un solo problema". Los cónclaves para determinar las acciones conjuntas de estrategia de Gobierno se celebraban los lunes en un comité de enlace. "Se hacían hasta divertidos", apostilla Sanz, presente en ellos junto con Juan Marín, Bendodo y Manuel Cardenete, también de Ciudadanos.
Precisamente, para Juan Marín, exvicepresidente de la Junta y de Ciudadanos, Bendodo "es una persona que a primera vista, engaña". "Cuando lo descubres es mucha mejor persona. Es de los políticos más inteligentes que me he encontrado a lo largo de mi vida política. Es cauto, es tremendamente tranquilo y no toma jamás una decisión en caliente. Le da muchas vueltas a todo, y eso sí: cuando toma la decisión o acuerda un compromiso, es inamovible. En eso, yo puedo decir que es extremadamente leal, fiel ya su proyecto y a su palabra", advierte.
Recuerda una anécdota: cuando fueron juntos a la Romería del Rocío. "Teniendo en cuenta que Elías es judío, valoré muchísimo el enorme respeto, interés y valor que le dio, teniendo en cuenta que se trata de asuntos de religión y costumbres".
Por ello, está convencido de que se encuentra actualmente "en una situación muy parecida a la que tuvo en Andalucía, con las encuestas a favor del PP. Eso sí, lo de repetir la fórmula… yo conozco a Juanma Moreno, pero no a Feijóo. Para repetir en España lo que hicieron en Andalucía hay que tener templanza, aguantar…".