Marcos C, detenido por abusar sexualmente de una enferma, en una fiesta en la residencia en la que trabajaba.

Marcos C, detenido por abusar sexualmente de una enferma, en una fiesta en la residencia en la que trabajaba.

Reportajes

Piden 9 años de prisión para Marcos, el enfermero que abusó de su interna con alzheimer en Valencia

El juicio por los abusos sexuales en una residencia privada de Llíria se celebra este martes y la Fiscalía pide que la concesionaria sea declarada responsable.

21 marzo, 2023 02:09
Valencia

Tenía 49 años, diez menos que su víctima, y durante años abusó sexualmente de ella aprovechándose de que padecía alzheimer. Él era enfermero en una residencia de ancianos y ella una mujer que, pese a su juventud, era muy dependiente y no podía estar sola en ningún momento. Su enfermero supuestamente la violó durante años "para satisfacer sus más reprochables instintos sexuales" sin que los responsables de la residencia se dieran cuenta de nada.

La Audiencia provincial de Valencia juzga este martes a Marcos C., el enfermero que abusó de su interna con alzheimer durante años en una residencia del municipio valenciano de Llíria, ubicada a unos 30 kilómetros de la capital.

Marcos fue detenido en 2019 y la investigación judicial practicada en los últimos años ha confirmado que las relaciones sexuales fueron "completas". La Fiscalía pide nueve años de prisión por un presunto delito continuado de abuso sexual y otros ocho de libertad de vigilada. Además, solicita cinco años de inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión u oficio que conlleve el cuidado o relación con personas ancianas, con personas con una enfermedad mental o con una enfermedad degenerativa.

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Según el escrito de acusación del ministerio fiscal, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Marcos estuvo realizando entre 2015 y 2019 funciones de auxiliar de enfermería en la Residencia Jardines de Llíria, propiedad de la mercantil Espacios de Bienestar hasta el 6 de junio de 2016. A partir de esa fecha, la residencia fue adquirida por la empresa Serviger 21 y pasó a llamarse DomusVi Jardines.

La Fiscalía también reclama al tribunal que las empresas concesionarias sean declaradas responsables civiles subsidiarias. Solicita en su escrito provisional que ambas sociedades abonen de forma conjunta a la víctima 60.500 euros, más intereses, si el acusado no puede hacer frente a la indemnización. El caso una conmoción en Llíria y entre las familias de los usuarios de la residencia.

Limitaciones de voluntad

Durante los cuatro años que Marcos estuvo trabajando en el edificio, y de forma cotidiana, "para satisfacer sus más reprochables instintos sexuales", abusó sexualmente de la mujer cuando ambos se quedaban solos en la habitación.

"A sabiendas de que la residente estaba aquejada de alzheimer con importantes limitaciones cognoscitivas y de voluntad, y que necesitaba de los cuidados de los auxiliares al no poder valerse por sí misma, aprovechaba la excusa de tener que cambiarla de pañal o asearla para encerrarse con ella bajo llave en el aseo de su habitación y mantener relaciones sexuales completas", apunta la Fiscalía.

La víctima, que en el momento de los hechos tenía 59 años, ingresó en la residencia Jardines de Llíria el 31 de julio de 2015 por la enfermedad que padecía desde el año 2010, según el informe forense elaborado durante la investigación y que servirá como prueba en el juicio.

En su escrito, la Fiscalía concluye que "la demencia fronto-temporal de la que fue diagnosticada se caracteriza por la degeneración de los lóbulos frontal y temporal, áreas asociadas con la personalidad (acciones cada vez más inapropiadas e impulsivas, existe deshibición, aumento de la demanda sexual o pérdida de empatía)".

Por tanto, subraya el ministerio fiscal, "se trata de un trastorno que afecta a la capacidad cognitiva y volitiva necesarias para presentar un consentimiento válido para mantener relaciones sexuales". La hermana de la víctima denunció las supuestas agresiones sexuales continuadas en septiembre de 2019 y poco después el enfermero fue detenido.

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El informe forense sobre la enfermedad de la mujer es muy importante para sostener la acusación. Tras su detención, Marcos, con antecedentes penales por abusos, reconoció ante las autoridades las relaciones sexuales. Sin embargo, alegó que eran consentidas ya que mantenían una relación con la paciente. Pero los trabajadores del centro y demás personas que conocen a la víctima aseguraron que este extremo era imposible.

Perfil manipulador

De origen peruano, Marcos llegó hace años a España y se instaló directamente en Valencia. Lo hizo solo. En su país natal dejó a una exmujer y a su hija. Auxiliar de enfermería, antes de caer en la residencia donde se produjeron los hechos, lo hacía en otra de la zona que cerró y muchos residentes y trabajadores se trasladaron a la DomusVi. Fue en octubre de 2014.

El detenido llevaba abusando de ella presuntamente durante tres años.

El detenido llevaba abusando de ella presuntamente durante tres años.

"De primeras es un chico muy agradable", contó una antigua compañera de trabajo suyo a EL ESPAÑOL tras ser detenido en 2019. "Pero, luego, cuando le conoces ves otras cosas. Le gusta mandar, parece que intenta manipular a la gente, siempre consigue darle la vuelta a las cosas en función de su interés", añadió. 

Era muy sociable e inteligente, y había llegado a mantener relaciones sentimentales con hasta dos compañeras de trabajo. De hecho, cuando los investigadores estiman que empezaron los abusos sexuales, él ya estaba viviendo con una de ellas.

Aunque no solía dar problemas dentro de la residencia, varios compañeros de trabajo confirmaron a este diario que había protagonizado hasta dos episodios de problemas con el alcohol. La dirección de la empresa le llegó a llamar la atención por llegar en un estado no apto para trabajar. Antes de su detención, Marcos rotaba en los turnos de mañana y tarde e iba todos los días a su puesto de trabajo en tren desde Valencia.

La relación que la víctima y Marcos tenían podía variar según el turno. Si estaba de mañana, él la levantaba. Si estaba de tarde, él la acostaba. También, cuando ella necesitaba asistencia puntual, como cuando se hacía sus necesidades, él se ofrecía a cambiarla y subían a la habitación para hacerlo.

Poco más podía hacer la víctima. Ella pasaba todo el día en el salón porque era del grupo de alta dependencia y no podía estar sola en ningún momento. 

Varios de sus antiguos compañeros declararán como testigos propuestos por la Fiscalía este martes en el juicio.