Begoña Conde, la tía y "apagafuegos" de Abascal al frente de los cursos de formación de Vox
Asesora del PP en el Parlamento vasco durante dos décadas y vicesecretaria de Formación desde hace cuatro años, Conde puso "pie en pared" con la Tizona de Kiko Méndez-Monasterio.
22 octubre, 2023 02:10La anécdota traza sentimentalmente las últimas décadas vividas por Begoña Conde Álvarez (Amurrio, Álava, 1966), vicesecretaria nacional de Formación del partido que lidera su sobrino, Santiago Abascal, durante los últimos cuatro años. Sucedió en un mitin que Vox organizó en la vitoriana Plaza de los Fueros, un 5 de julio de 2020, verano del coronavirus, justo el domingo anterior a las últimas elecciones autonómicas celebradas en País Vasco y Galicia.
Banderas españolas al vuelo e himno nacional, como es habitual en las concentraciones de Vox, pusieron el broche final a un acto político que, como también es habitual en los mítines de Vox en el País Vasco, se celebró bajo el cerco de manifestantes antifascistas y abertzales y la protección de la Ertzaintza. Los discursos corrieron a cargo Javier Ortega Smith, entonces secretario general de Vox, y de Rocío Monasterio, líder del partido en la Comunidad de Madrid.
Que la Subdelegación del Gobierno de Álava estuviera a escasos 50 metros supuso para Begoña Conde, "una mujer tan patriota como su sobrino" —asegura a EL ESPAÑOL uno del centenar de presentes aquel domingo de verano—, la guinda emocional al momento. "Se lo pusieron los ojos vidriosos, no pudo evitarlo". ¿La causa? La irrupción instantánea del recuerdo de su marido y padre de sus dos hijas, César Velasco Arsuaga, subdelegado del Gobierno en Álava entre 1999 y 2004, fallecido de un infarto cuando subía al Teide en mayo de 2017.
[La guerra de Ortega Smith contra los "colocados" de Méndez-Monasterio: "Se llevan a tiros"]
Velasco y Abascal, tío y sobrino, por entonces importantes activos del PP de José María Aznar, promovieron juntos los procedimientos judiciales para que todas las instituciones vascas acataran la Ley de Símbolos con la bandera española y el resto de enseñas autonómicas y locales. "Me he tenido que emocionar porque mi marido luchó mucho porque esa bandera ondeara", se enorgullecía Conde ante quienes acudían a arroparla.
España, política, familia, sin grises ni medias tintas, y la transición de un partido que les sabía light hacia otro con más grasa patriotera, honda la herida de ETA en el clan. Son los conceptos que mejor explican a la familia Abascal Conde, las dos ramas que convergen en el líder de Vox, marcado políticamente a fuego por todos sus flancos. De sobra conocida la trayectoria política de Santiago Abascal, la ausencia de perfiles de Begoña Conde es una incógnita dada su importancia en el partido.
Porque de Begoña Conde apenas constan breves reseñas biográficas, escritas con urgencia informativa la única vez que ha sido noticia, cuando concurrió como cabeza de lista por Orense al Congreso de los Diputados en 2019. "Fue por hacerle un favor a Santi", aseguran fuentes internas de Vox sobre una candidata entonces criticada por paracaidista, justificada por el partido su presencia en las listas por las raíces gallegas de la familia Conde.
Ahí el tótem que representa en la familia María Jesús Álvarez, la abueliña de Abascal, con quienes viven las hijas de Begoña Conde en Madrid desde hace seis años y también protagonista aquel verano de 2020 tras protagonizar un vídeo electoral junto a su nieto. Doña María Jesús, de 93 años, como Iria, hermana de Abascal; e Isabel Conde, madre del líder de Vox y hermana de Begoña, figuraban en la papeleta de Vox por Álava al Congreso de los Diputados en 2019.
['Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis' de la caída de Vox: Buxadé, Hoces, Ariza, y Méndez-Monasterio]
Pero es Begoña Conde la familiar que más de cerca ha vivido los pasos de Santiago Abascal al frente del partido que fundó. Y lo ha hecho cercana a la cúpula de Vox, desde su despacho en el cuartel general de la madrileña calle Bambú. Discreción es el adjetivo que antes aflora al preguntar por ella: de tía y sobrino apenas constan fotos, ninguna pública. El segundo es encantadora: nadie habla mal de ella, ni siquiera el reguero de cadáveres (políticos) que la guardia pretoriana que escolta a su sobrino ha ido arrojando a la cuneta.
Sí puso "pie en pared" —desvela un exparlamentario en conversación con este periódico— con Kiko Méndez-Monasterio, asesor áulico de Abascal y copropietario de Tizona Comunicación, empresa que tiene el "monopolio" de la comunicación en Vox, junto a Gabriel Ariza. Lo hizo creando junto a sus colaboradores la plataforma académica Talentia, "la respuesta de Begoña contra Tizona para demostrar al partido que, con medios propios y el capital humano con el que ya contaba el proyecto, se pueden ahorrar unos costes importantes", revela una de las fuentes consultadas sobre los 355 cursos de formación diseñados por Conde para los cargos del partido, en funcionamiento desde enero de 2022.
"Siempre me he apoyado en Disenso a la hora de diseñar las formaciones", defiende Conde en conversación con EL ESPAÑOL una vez publicada la primera versión de este artículo. "Y nunca he puesto una piedra en el camino de Kiko, al que considero de gran valía y una persona que trabaja a diario por dar la batalla a la izquierda", añade. "Su labor es vital en estos tiempos de dictadura progre".
Tras la reciente reestructuración orgánica emprendida por el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, Formación perderá su rango de vicesecretaría y pasará a ser una dirección general, figura de nuevo cuño en el seno de la organización. Conde ya ha tranquilizado a su equipo y les ha asegurado que las competencias serán idénticas. En el aire, aún, de qué área dependerá.
Fontanera y "bombera" de Vox
Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Barcelona y licenciada en Sociología por la Universidad del País Vasco —como Abascal, éste en Deusto—, Begoña Conde ha jugado un papel fundamental dentro del engranaje de Vox. "Ella se siente más a gusto de fontanera que haciendo política, y se le da muy bien", acuerdan todas las fuentes consultadas.
Porque así, en la trastienda política y siempre fuera de foco, ha discurrido la ya dilatada carrera política de Conde. "Fue asesora del grupo durante muchísimos años en Parlamento vasco: estuvo en la primera etapa de Carlos Iturgaiz [1996-2004], con María San Gil [2004-2008], con Antonio Basagoiti [2008-2013], con Arantza Quiroga [2013-2015] e, incluso, que recuerde, llegó a estar con Alfonso Alonso [2015-2020]", cuenta un exdiputado autonómico del PP en conversación con EL ESPAÑOL.
"Era la mejor, se anticipaba a todo, y siempre con elegancia y buenas maneras. Cuando convocábamos alguna manifestación, por ejemplo, antes de que se lo pidiéramos, ya había averiguado todos los permisos", añade sobre una mujer que también se ha empleado como profesora universitaria. No en vano, Begoña Conde también ha sido profesora en Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y en la Universidad en Internet (UNIR).
Ya creada por su sobrino la alternativa política que lidera, fue en las elecciones municipales de mayo de 2015 la última vez que participó activamente en el PP. Lo hizo compartiendo papeleta en Amurrio con el padre del líder de Vox, Santiago Abascal Escuza, gran amigo de su marido —ambos amantes de la naturaleza, habituales sus paseos a caballo por la cercana sierra Salvada— y fallecido tan sólo dos meses después.
[Llega el 'baby' Vox: vicepresidentes millenials y una portavoz de 28 años para agitar el voto joven]
Una vez enrolada en el proyecto político de Vox, pronto adquirió protagonismo. "Cada vez que había movida en algún sitio, allí la mandaban. Nunca ha tenido problema en montarse en un coche o coger un tren o un avión para plantarse en cualquier punto de España para apagar el fuego que hubiera. Ha hecho más kilómetros que el baúl de la Piquer", detallan las fuentes consultadas por este periódico.
Por ello, acumulada la experiencia de dos décadas en el grupo parlamentario popular en el Parlamento vasco, Begoña Conde ejerció de coordinadora del grupo de Vox en el Parlamento de Andalucía, la primera institución en la que irrumpieron los de Abascal, en noviembre de 2018. Fueron pocos meses, hasta que en abril de 2019 se le encomendó encabezar la lista en Orense, pero en Sevilla dejó el grato recuerdo de su trabajo. Más tarde, ya al frente de la vicesecretaría de Formación, compaginó su tarea en Bambú con la coordinación del partido en el País Vasco.
Formación vs Tizona
Y siendo la tía del líder... ¿no hay ningún atisbo de nepotismo en todo esto? "Para nada", zanjan las fuentes. "Si Vox se hubiera gestionado como el área de Formación no estaba Vox como estaba", añaden. "Es una mujer fantástica y trabaja muy bien", asegura alguien más que crítico con Abascal y su corte.
¿Y cómo es su relación con Santiago Abascal? "Lo adora y lo admira, y cree mucho en su proyecto", resuelven. "Siempre está pendiente de detalles que considere extraños para comunicárselos, aunque en público se tratan con profesionalidad", descartan los clásicos pellizcos mofleteros tía/sobrino.
👥 Begoña Conde 👉 "La Vicesecretaría Nacional de Formación va a poner en marcha un proyecto de gran envergadura ➡️ una escuela de VOX para formar a la totalidad de nuestros cargos, frente al marxismo cultural".#AsambleaVOX pic.twitter.com/6X2tHcaghV
— Grupo Parlamentario de VOX en el Congreso (@VOX_Congreso) March 7, 2020
Las fuentes despixelan a Tomás Fernández, exvicesecretario de Organización de Vox y mano derecha de Ortega, como lo más parecido a un enemigo en Bambú. "Tampoco eso, pero sí le ponía muy nerviosa. Le tenía recelo porque le tenía miedo. Ver a una mujer valiente tirar hacia adelante no gusta al sector más machista del partido, que existe", argumentan las fuentes consultadas que, paradójicamente, resaltan la gran complicidad y simpatía existentes entre Ortega y Conde.
Y si con alguien ha rivalizado en el seno del partido ha sido con Méndez-Monasterio y Tizona, contratista de cabecera del partido. Como se ha contado en este reportaje, Conde era partidaria de aplicar herramientas internas y no gastar ingentes cantidades de dinero —516.670 euros sólo en 2019, según el Tribunal de Cuentas— en la empresa del consejero en jefe de Abascal y del hijo del dueño de Intereconomía.
"Hubo una pelotera gorda en Bambú a cuenta de todo esto y su primer aliado fue Javier Ortega, que es un tío muy honrado, aunque fuera un auténtico desastre como secretario general", asegura el exparlamentario citado.
Ahí nació Talentia, esa plataforma obligatoria para cargos institucionales donde, desde el concejal al diputado, los dirigentes de Vox se forman en redes sociales, inteligencia emocional, en gestión de carácter "para moderar la vehemencia, por ejemplo" o en cómo abordar asuntos de argumentario como la Agenda 2030.