La difunta Ana María López Bosch, junto al listado de veces que acudió al servicio de urgencias del centro de salud de Atarfe y del Hospital Virgen de las Nieves.

La difunta Ana María López Bosch, junto al listado de veces que acudió al servicio de urgencias del centro de salud de Atarfe y del Hospital Virgen de las Nieves. Cedida

Reportajes

Ana María murió de cáncer tras 14 meses yendo al médico: "Es increíble que no se lo detectasen"

Joaquín Perales, abogado de los hijos de la difunta, reclama 250.928 euros al Servicio Andaluz de Salud por pérdida de oportunidad de la paciente.

7 noviembre, 2023 02:42

A los cinco días de perder a su madre, Ana María encendió su móvil para recuperar una foto que le hizo junto a sus dos queridas nietas. Esta limpiadora de la Universidad de Granada localizó esa imagen y el inquietante historial de búsquedas de su madre: 'Por qué sangro después de terminar mi regla', 'por qué el útero se endurece', 'por qué después de quitarme un quiste ovárico estoy echando cuajarones de sangre'... Este es el contenido de las preguntas que la difunta Ana María López Bosch formuló en Google, totalmente desesperada por los síntomas de un cáncer que tardaron 14 meses en diagnosticarle por no hacerle un TAC.

"Me sentí muy mal al ver cómo buscaba respuestas para sus síntomas en Google: mi madre debía tener el cuerpo fatal para meterse a buscar información porque no tenía ni idea de redes sociales", resume con tristeza Ana María, sobre los sentimientos que la embargaron tras cotillear el teléfono de su madre. "Me quedé con su móvil cuando murió, lo encendí para buscar una foto que le hice con mis hijas y entré por curiosidad al buscador porque mi madre solía ver novelas en su teléfono: solo quería saber qué series veía y descubrí la impotencia con la que ella investigaba el origen de su malestar".

La pobre Ana María López Bosch buscaba respuestas en el 'oráculo' de Internet, tras acudir 20 veces a los servicios de urgencias de su centro de salud en Atarfe y al Hospital Virgen de las Nieves de Granada sin que ningún médico le aclarase el origen de su cuadro clínico: dolor abdominal y vaginal y sangrado en la orina. De hecho, el 2 de junio de 2022 acudió por primera vez a Atención Primaria, pero no fue hasta el 28 de agosto de 2023 cuando le hicieron un TAC que desveló que había perdido quince kilos de peso por un cáncer de cuello uterino con metástasis.

Ana María López Bosch, ingresada en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, unos días antes de morir de cáncer.

Ana María López Bosch, ingresada en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, unos días antes de morir de cáncer. Cedida

"La atención médica que ha recibido mi madre ha sido un despropósito". Esta es la conclusión a la que han llegado Ana María y sus tres hermanos -David, Ismael e Iván-, tras repasar todo el historial clínico de esta limpiadora que murió solo once días después de que le detectasen su tumor. "Al final, han sido veinte visitas a urgencias: no nos esperábamos que fuesen tantas". Inicialmente, los hijos de la fallecida tenían constancia de doce visitas, pero al recibir la documentación de Atención Primaria han descubierto que esa cifra se queda corta: Ana María López Bosch acudió doce veces a su centro salud de Atarfe y ocho veces al Hospital Virgen de las Nieves.

"Lo único que hace esto es que sintamos más impotencia por la pérdida prematura de nuestra madre: solo tenía 53 años", reflexiona Ana María, tras descubrir que el historial de búsquedas del móvil de su madre refleja que vivía angustiada -ante la falta de respuestas al deterioro de su salud-. 

Las veinte visitas a urgencias están documentadas, una a una, y con su fecha correspondiente, a lo largo de la reclamación patrimonial que ha formalizado el abogado Joaquín Perales contra el Servicio Andaluz de Salud. El escrito cuantifica en 250.928 euros el sufrimiento físico y moral de la paciente durante catorce meses, a causa de un error en el diagnóstico y una pérdida de oportunidad, así como el daño causado a sus cuatro hijos.

EL ESPAÑOL ha accedido a la reclamación donde se denuncia que se cometieron otras supuestas negligencias con Ana María, que impidieron que se diagnosticase con mayor antelación su cáncer de cuello uterino o cáncer de cérvix. Valga como ejemplo que el abogado Joaquín Perales denuncia varias veces esto: "No se le realiza ninguna prueba complementaria". Todo ello, a pesar de que esta pobre limpiadora a domicilio acudió a urgencias quejándose de "molestias urinarias con presencia de sangre", "dolor de estómago, diarrea, sangrado", "sensación de quemazón vaginal, como un mechero encendido", "molestias vulvovaginales"... 

Una de las búsquedas que todavía figuran en el historial de Google del teléfono de la difunta Ana María.

Una de las búsquedas que todavía figuran en el historial de Google del teléfono de la difunta Ana María. Cedida

Daba igual lo que Ana María contase en urgencias porque nunca le hacían un TAC. De manera que una y otra vez, esta vecina del pueblo granadino de Atarfe regresaba a casa con un diagnóstico distinto: "Dolor osteomuscular", "dolor pélvico", "infección del tracto urinario", "fuga", "vaginitis inespecífica"... Ana María estaba tan desesperada que empezó a buscar su sintomatología preguntándole a Google. "Es increíble que no le detectasen el cáncer", clama la hija de la difunta. "Hace cuarenta años podía ocurrir, pero cómo es posible que pasen estas cosas en 2023 con tanta tecnología. En los informes médicos que hemos reunido se pone de manifiesto que le salía sangre en la orina desde el principio".

- ¿Por qué ha decidido la familia iniciar este proceso administrativo contra el Servicio Andaluz de Salud? 

- Ana María: Porque nos han privado de pasar más tiempo con nuestra madre. Aunque al final también hubiese muerto por el cáncer, si se lo llegan a detectar antes le habrían puesto un tratamiento y sus hijos la habríamos acompañado, pero en el hospital hemos pasado los peores once días de nuestras vidas. Ella no pudo ni cumplir sus últimos deseos, como irse con sus cuatro hijos a la playa o comerse un helado de limón.

De hecho, esta abuela con cinco nietos a los que quería con locura se murió un 13 de septiembre después de haber ingresado el día 2 de ese mismo mes en el Hospital Virgen de las Nieves. "No he visto una mirada más triste en mi vida que la de mi madre mientras estuvo hospitalizada". Ana María recibió directamente cuidados paliativos y el abogado Joaquín Perales sostiene que eso fue consecuencia de "una pérdida de oportunidad" por "una demora en el diagnóstico, de catorce meses".

Desde la Consejería de Salud declinan valorar la reclamación interpuesta por los hijos de la difunta: "El Servicio Andaluz de Salud no se pronuncia ante asuntos judicializados o de esta índole. Está a la entera disposición de los familiares y de la Justicia, lamentando nueva y profundamente el fatal desenlace". Pero Ana María cree que las disculpas y el pésame llegan tarde: "Presenté una reclamación al hospital, para denunciar que mi madre murió después de venir más de un año a urgencias y siguen sin responderme. También me reuní con el director del centro de salud de Atarfe y no han investigado nada, tras cometer una negligencia médica".

A tenor del escrito del letrado Joaquín Perales hay mucho que aclarar, ya que en la octava visita consecutiva de Ana María a Atención Primaria se expone que solo la mandaron a la farmacia: "De nuevo, el 12 de mayo de 2023 acude al servicio de urgencias de su centro de salud por malestar general. En el informe se indica: síntomas relacionados con el tracto urinario inferior desde hace cinco meses […]. No se le realizan pruebas diagnósticas complementarias, ni se le prescriben, ni se remite a especialista, y el tratamiento pautado exclusivamente es farmacológico: Nolotil y Denvar".

Joaquín Perales, abogado especializado en temas de tráfico.

Joaquín Perales, abogado especializado en temas de tráfico.

El letrado también ataca al Hospital Virgen de las Nieves por su trato a la paciente: "Llama poderosamente la atención que en la ecografía endovaginal del 22 de julio de 2022, se informara de la presencia de mioma, en cara posterior tipo III, y en la realizada casi un año después, el 15 de junio de 2023, nada se informara al respecto". Un mioma es un tumor benigno que se forma en la pared muscular del útero, pero ni siquiera eso fue motivo suficiente para que la sometieran a un TAC.

Tampoco le hicieron un TAC después de detectarle un pólipo y de que Ana María comenzase a sufrir dolores, incluso empezase a sangrar, tras serle extirpado este nuevo tumor adherido a la pared interna del útero. "El 3 de agosto de 2023 acude una vez más al servicio de urgencias del Hospital Virgen de las Nieves, por dolor abdominal, y refiere que desde polipoctemía presenta dolor abdominal fijo y generalizado, que comienza en hipogastrio y se irradiaSe le practica radiografía de abdomen: 'Marco cólico aireado con abundantes heces'. Y no se informa de nada más en la imagen, ni se le practica ninguna otra prueba diagnóstica complementaria".

A Ana María la mandaron -otra vez- de vuelta a casa. Cogió un autobús y se hizo 40 minutos de carretera hasta Atarfe, para seguir empeorando su estado de salud. El 6 de agosto regresó a urgencias del Virgen de las Nieves por dolor abdominal, náuseas, vómitos diarios, sangrado en la orina... Tampoco la sometieron a una Tomografía Axial Computarizada (TAC). El 10 de agosto volvió a urgencias con inflamación abdominal, fiebre... No le hicieron un TAC hasta que un 28 de agosto llegó arrastrando toda la sintomatología anterior y coágulos de sangre en los genitales

Ana María, en septiembre, en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada unos días antes de fallecer.

Ana María, en septiembre, en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada unos días antes de fallecer. Cedida

Así de contundente lo subraya el letrado Joaquín Perales en su reclamación: "Por primera vez, después de 20 asistencias a urgencias desde junio de 2022, se contactó con radiología por alta sospecha de neoplasia ginecológica (especialmente cérvix), y se acordó realizar un TAC preferente". Esta prueba fue la antesala del enésimo despropósito con esta mujer porque la volvieron a mandar a su casa. "En lugar de dejar ingresada a la paciente, se le da el alta el día 1 de septiembre, insistimos, pese a contar el Servicio Andaluz de Salud con los resultados del TAC, cuya conclusión es la presencia de cáncer cérvico uterino con metástasis óseas".

De hecho, el día 2, Ana María volvió a urgencias del Virgen de las Nieves por presentar dolor, vómitos.... Y solo entonces: esta madre de cuatro hijos quedó ingresada y supo por fin, que el origen de su malestar de los últimos meses era un tumor que prácticamente ya la había consumido. "Por todo ello, entendemos que la responsabilidad del Servicio Andaluz de Salud se sustenta en una vulneración de la lex artis, por error en el diagnóstico inicial, déficit asistencial y retraso en el diagnóstico", tal y como concluye el escrito de reclamación patrimonial.

- ¿Por qué sostiene que hubo una pérdida de oportunidad para Ana María?

- Joaquín Perales: En el caso que nos ocupa, consta documentado que ha habido una demora en el diagnóstico de catorce meses. Entre el 2 de junio de 2022 y el 28 de agosto de 2023, Ana María López Bosch acudió hasta en veinte ocasiones a los servicios de urgencias de su centro de salud y del hospital, con un cuadro clínico similar: dolor abdominal, dolor vaginal, sangrado en la orina... Y a pesar de la reiteración del cuadro clínico y de los resultados de las ecografías realizadas, no se le prescribió la realización de un TAC hasta el 28 de agosto, cuando el cáncer estaba totalmente extendido, con metástasis, causándole la muerte a la paciente el 13 de septiembre.

La sintomatología del cáncer cérvico-uterino, coincide con la que presentaba la señora López Bosch: sangre en la orina, dolor en el abdomen y dificultad o dolor al orinar. Habida cuenta de la sintomatología que refería la paciente, de forma continuada en las veinte asistencias en urgencias, de haberle sido practicado el TAC, no a los 14 meses desde la primera asistencia en urgencias, sino con la debida antelación, el cáncer sufrido por la paciente podría haber sido debidamente tratado y evitarse el desgraciado final. Debemos recordar que la tasa de supervivencia para el cáncer de útero es del 91% cuando se diagnostica en un estadio temprano.