Alicia García, la nueva portavoz del PP en el Senado, sentada en la Muralla de Ávila, en una imagen de archivo.

Alicia García, la nueva portavoz del PP en el Senado, sentada en la Muralla de Ávila, en una imagen de archivo. Raúl Sanchidrían EFE

Reportajes PARTIDO POPULAR

Alicia García, la 'casadista' derrotada en Ávila que se medirá a Espadas como voz del PP en el Senado

En Génova destacan su "experiencia parlamentaria y de gestión" como base de la decisión. El nombramiento supone un tanto territorial para Alfonso Fernández Mañueco.

29 noviembre, 2023 02:49

Alberto Núñez Feijóo ha optado por un perfil poco conocido para liderar la mayoría absoluta del PP en el Senado, un importante frente de oposición al Gobierno de Pedro Sánchez esta legislatura. Su nombre es Alicia García (Ávila, 1970) y salió elegida senadora por su provincia natal el pasado 23-J. Su nuevo cargo como portavoz popular en la Cámara Alta supone, además, la entrada automática en el Comité Ejecutivo del partido que Feijóo acaba de remodelar.

Fuentes cercanas al líder del PP consultadas por EL ESPAÑOL destacan su "experiencia parlamentaria y de gestión" como base de la decisión. La hoja de servicios de la abulense se ha impuesto, finalmente, a otras senadoras que también aspiraban a suceder al portavoz en la anterior legislatura, Javier Maroto, si bien el puesto lo ostentaba de manera interina el incombustible Javier Arenas. Es el caso de Rosa Romero, exalcaldesa de Ciudad Real, y María Salom, exdelegada del Gobierno en Baleares con Mariano Rajoy.

Diputada en el Congreso en la anterior legislatura (2019-2023) tras ser aupada hasta Madrid por Pablo Casado, Alicia García se ha desempeñado como directora general de la Mujer (2007-2011), consejera de Cultura y Turismo (2011-2015) y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades (2015-2019) de la Junta de Castilla y León. Todos los cargos, bajo los mandatos de Juan Vicente Herrera, su principal valedor y predecesor de Alfonso Fernández Mañueco al frente del gobierno regional.

García ha aterrizado en el Senado tras afrontar candidatura del PP a la Alcaldía de Ávila el pasado 28 de mayo, una experiencia que resultó fallida, quedando sus siete concejales impotentes ante los 11 de Por Ávila, una plataforma local nacida a raíz de una escisión del propio PP y que gobierna la ciudad por segunda legislatura consecutiva.

La decisión ha sido celebrada por Mañueco, que ha destacado la "magnífica noticia" que supone para Castilla y León. Pese a que García apoyó en las primarias regionales de 2017 al otro candidato, Antonio Silbán, fuentes del PP castellano y leonés la consideran a "afín" a Mañueco, sin que haya "rémoras" en una relación que catalogan como "muy buena y fluida". La elección supone un tanto territorial. En Valladolid, asimismo, la noticia se ha recibido con "sorpresa" y "satisfacción". 

La posición de Espadas en Andalucía

Su adversario en la bancada socialista será Juan Espadas, secretario general del Partido Socialista de Andalucía y exalcalde de Sevilla, cuyo nombramiento se conoció este lunes, tan sólo un día antes. Espadas recoge el testigo de Eva Granados, del PSC, quien aceptó dichas funciones en septiembre de 2021.

Los papeles que ambos tendrán que asumir desde sus respectivas trincheras serán muy diferentes. Mientras el objetivo de García es "defender con contundencia los ataques de la izquierda y el separatismo a la unidad del país y el Estado de Derecho" desde un baluarte de competencias limitadas, Espadas se presenta como un "pacificador" y "un casco azul de las Naciones Unidas" para apaciguar las críticas de la oposición.

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Los duelos entre Alicia García y Juan Espadas, por contraste, poco tendrán que ver con los de Miguel Tellado y Patxi López en el Congreso. Dos perfiles mucho más aguerridos y que, con muchísimo más foco mediático y peso en sus partidos, se batirán el cobre como acicates parlamentarios de sus líderes en una legislatura que se prevé bronca. 

No obstante, el ánimo con el que Ferraz ha movido ficha con Espadas admite dos lecturas. "El objetivo y el fin del nombramiento es reforzar mi posición como secretario general y la del PSOE de Andalucía", aseguraba Espadas en conversación con El País, confiado en fortalecer su posición frente a Juanma Moreno de cara al electorado andaluz.

Una tesis que contrasta con el otro sentir del partido, que atisba en la decisión una manera de dar oropeles a Espadas para preparar su relevo en Andalucía por un perfil con mayor efervescencia. Alguien con nuevos atributos frente a un líder asentado. Además, compatibilizar la portavocía en el Parlamento y la del Senado suponen dos tareas difíciles de asumir, puestos que muchos plenos coinciden.