Una foto del atestado de la Guardia Civil sobre el puesto de vigilancia Lima 1 de la playa de El Mojón donde murió aplastado Álvaro que evidencia que en el año 2020 sí tenía pilares en la plataforma de los socorristas, pero esos apoyos no estaban la noche de la tragedia el 2 de agosto de 2022.

Una foto del atestado de la Guardia Civil sobre el puesto de vigilancia Lima 1 de la playa de El Mojón donde murió aplastado Álvaro que evidencia que en el año 2020 sí tenía pilares en la plataforma de los socorristas, pero esos apoyos no estaban la noche de la tragedia el 2 de agosto de 2022. Cedida / José Verdugo

Reportajes

Los amigos de Álvaro confirman que le faltaban pilares a la caseta que lo aplastó: "Sentí cómo caía"

El informe técnico de la Guardia Civil sobre el puesto de socorrismo que mató al adolescente en una playa de San Pedro del Pinatar, "constata la existencia" de "deficiencias" en cuanto "al montaje" de la estructura.

15 diciembre, 2023 02:47
Murcia

Sandra, Ana y Miguel jamás podrán quitarse de la cabeza la trágica imagen con la que se saldó la quedada de la noche del martes 2 de agosto de 2022: el líder de la pandilla, Álvaro, terminó tirado sobre la arena, bocabajo, inconsciente, mientras su vida se apagaba, tras ser aplastado por el puesto de vigilancia de la playa de El Mojón que se vino abajo. Los citados adolescentes estaban subidos con Álvaro en la pasarela donde se sitúan los socorristas para vigilar a los bañistas y los tres coinciden en narrar a la Guardia Civil que la caseta se desplomó al faltarle varios pilares.

"Estuve subida en el puesto unos 20 minutos. Esa noche me llamó la atención que al subir noté que la escalera se movía mucho", tal y como subraya ante el Equipo de Policía Judicial: Sandra, nombre ficticio para esta menor de edad que pudo sobrevivir a una tragedia que se llevó por delante la vida de una promesa del fútbol sala, cuando solo tenía 18 años. "También recuerdo que Álvaro, al subir, tocó la barandilla y me comentó lo mucho que se movía y yo lo pude comprobar personalmente".

EL ESPAÑOL ha accedido en exclusiva al atestado de la Guardia Civil que ha sido clave en la instrucción judicial, para situar a un paso del banquillo de los acusados, por un delito de homicidio imprudente y otros dos de lesiones, al jefe del Servicio de Emergencias y Protección Civil de San Pedro del Pinatar; a su coordinador, y a su responsable del área operativa. Los tres son los encargados de la gestión de los servicios que se prestan en las playas y eso incluye el Puesto Lima 1 de Salvamento donde perdió la vida Álvaro Navarro García (Murcia, 2004), tras subirse a la plataforma de esa estructura que supuestamente carecía de vigas o pilares de apoyo.

"Yo estaba sentada en la zona donde suelen ponerse los socorristas y pasados cinco minutos se subieron Álvaro, Miguel y Ana", según precisa Sandra, sobre lo sucedido aquella noche del 2 de agosto. "Ellos estaban de pie". El resto de la pandilla de adolescentes se repartía por el Puesto Lima 1: unos estaban sentados en la rampa de la caseta y otros se apoyaban en la plataforma de hormigón sobre la que se levantaba esta estructura, mientras que el resto bailaba en la arena, al ritmo de los temazos que aquella calurosa madrugada resonaban en un altavoz portátil.

La Guardia Civil señala con una flecha uno de los pilares que la caseta del socorrista de El Mojón sí que tenía en 2020.

La Guardia Civil señala con una flecha uno de los pilares que la caseta del socorrista de El Mojón sí que tenía en 2020.

"Todos los que estábamos subidos en el puesto únicamente hablábamos", según aclara de forma rotunda. Ni Álvaro ni Sandra ni Ana ni Miguel dieron saltos, ni bailaron, ni hicieron ningún movimiento brusco sobre la pasarela de los socorristas, sin embargo, cuando el reloj enfilaba el toque de queda para regresar a casa a las dos de la madrugada: las bromas y las risas de la pandilla se tornaron en gritos de pánico.

"Comencé a notar que el puesto se caía hacia delante. Yo estaba de pie, me disponía a bajar por las escaleras y no me dio tiempo a moverme: caí sobre la arena, quedando tumbada bocabajo, y escuché cómo caían restos de madera del puesto". Sandra no olvida lo primero que vio al abrir los ojos después de que la caseta diese una vuelta de campana: "A mi izquierda estaba Álvaro". El pobre estaba agonizando antes de morir por un traumatismo craneoencefálico que derivó en una hemorragia cerebral. 

"Cuando fuimos a llevar flores al puesto de socorrista por el fallecimiento de Álvaro, observé unos palos de madera en la parte trasera que aquella noche no estaban puestos, otros años hay colocados en el puesto unos palos de madera en las esquinas y esa noche seguro que no estaban", tal y como revela Sandra. "Además, una amiga hizo varias fotos donde puede verse que efectivamente: esos palos no se encontraban puestos".

El testimonio de Sandra puso en la diana de los investigadores: problemas de estabilidad en la caseta de socorrismo, incluso entregó una foto que demostraba que supuestamente le faltaban unos pilares. "Aporto una fotografía del año 2020, en el mismo puesto, y se encuentra provisto de palos de madera que esa noche no estaban". El Puesto Lima 1 de la playa de El Mojón lo solía frecuentar la pandilla de Álvaro cada verano, y tiraron de sus móviles, la hemeroteca de la Generación Z, para apuntalar con varias imágenes sus testimonios sobre las deficiencias de la estructura del verano de 2020 a la trágica noche del 2 de agosto de 2022.

El análisis que hace la Guardia Civil de la caseta de socorrista que arrebató la vida a Álvaro, el 2 de agosto de 2022, tras desplomarse y dar una vuelta de campana.

El análisis que hace la Guardia Civil de la caseta de socorrista que arrebató la vida a Álvaro, el 2 de agosto de 2022, tras desplomarse y dar una vuelta de campana.

Algunas de esas fotos aportadas por los adolescentes figuran en este reportaje. "En las seis imágenes del presente informe, se puede observar la terraza del puesto de socorrista", tal y como indica la Guardia Civil. "En las fotografías, no se observa ningún tipo de puntal o vigas de apoyo que apuntalen la terraza a la plataforma de hormigón". 

Ana, la otra chica que estaba en la plataforma del puesto junto a Álvaro y que sobrevivió a la tragedia, también ofrece un relato similar sobre el supuesto mal estado de la estructura: "El puesto no se encontraba en las mismas condiciones que otros veranos, en otras ocasiones estaba provisto de unas maderas que servían de punto de apoyo a la zona que sobresale [la plataforma]. Ese día, no estaban esos palos de madera que se apoyaban en el voladizo. Había unos en la escalera, no sé muy bien cuál era su función, pero estoy segura de que en el voladizo no había ninguno".

Tan segura está Ana que afirma que mientras charlaba con Álvaro, Sandra y Miguel, sobre la citada pasarela que sobresale en la caseta, la estructura se precipitó contra la playa. "De repente, sentí como si cayera en caída libre. No escuché ningún ruido: tengo muchas lagunas desde ese momento", según admite Ana, otro nombre ficticio para esta testigo de 18 años a la que la vida le ha regalado una segunda oportunidad. "Lo siguiente que recuerdo es que estaba en el suelo porque el puesto del socorrista se vino abajo".

La quedada de la pandilla se convirtió en un caos tras desplomarse la caseta. "Me levanté y empecé a preguntar a todos si estaban bien, pude ver a Miguel sangrando por la cabeza, escuché un ruido similar a cuando alguien vomita, pero entonces me percaté de que se trataba de Álvaro, estaba en el suelo y sangraba abundantemente por los oídos...".

Tan crudo es el relato que es mejor prescindir de los detalles de un suceso terrible que ha dejado tocados psicológicamente tanto a los padres del fallecido, José y Altagracia, como a toda la pandilla que esa madrugada perdió a su líder: una joven promesa del fútbol sala que defendió la portería de ElPozo Murcia Fútbol Sala y del Futsal Paulo Roberto.

Álvaro Navarro García perdió la vida con 18 años, el 2 de agosto de 2022, por culpa de un puesto de socorrismo que se desplomó en la playa de El Mojón.

El tercer superviviente, Miguel, insiste en que la caseta de socorrismo se desplomó de la plataforma de hormigón sobre la que debía estar sujeta, justo después de que unos amigos se marcharan a su casa a buscar un altavoz porque el que estaban usando se quedó sin batería. "De repente sentí como el puesto se venía abajo". Después sufrió el impacto de algo que presumiblemente sería un trozo de madera. "Yo caí en la arena, quedando bocabajo, y algo cayó sobre mi cabeza que me ocasionó lesiones".

Miguel estaba tirado entre el puesto de socorrismo y el muro de hormigón: "Me levanté al momento y pude ver que a mi derecha estaba Álvaro, con una herida en la cabeza por la que sangraba mucho, acudí a su lado para intentar prestarle auxilio. Me quité la camiseta para taponarle la herida". No sirvió de nada. Álvaro murió sobre la arena de El Mojón: una playa maldita para toda la pandilla de adolescentes que ha colaborado en todo momento con la Guardia Civil, con el objetivo de aclarar las causas del desplome del Puesto Lima 1 de Vigilancia y Salvamento. 

El relato de los jóvenes coincide hasta en el caso de aquellos que no estaban subidos sobre la plataforma de los socorristas. Prueba de ello es la insistencia con la que Macarena sostiene que a la caseta supuestamente le faltaban pilares. "Respecto a años anteriores, observé algunos cambios en la estructura, unos palos de madera que solían estar situados en la zona que sobresale [pasarela] y en la parte trasera del puesto. Estoy completamente segura de que esa noche no se encontraban puestos y otros años sí", remarca Macarena, nombre ficticio de otra testigo de la Guardia Civil.

"Dos días después nos acercamos a la zona a poner flores por la muerte de Álvaro y pude percatarme que aunque la zona delantera seguía sin tener los listones puestos, en la zona trasera sí había colocado un listón de madera que esa noche seguro que tampoco estaba".

Una imagen del Puesto Lima 1, de 2020, donde aparece la pandilla sentada en la estructura que presenta más pilares que la noche del siniestro.

Una imagen del Puesto Lima 1, de 2020, donde aparece la pandilla sentada en la estructura que presenta más pilares que la noche del siniestro.

Tan rotundas eran las afirmaciones de los adolescentes que el Equipo Judicial de la Guardia Civil analizó hasta los tornillos del puesto de socorrismo donde murió aplastado Álvaro, con solo 18 años, a un mes de empezar la carrera de Magisterio de Educación Física. Los investigadores escudriñaron el protocolo de montaje de la caseta, los materiales utilizados, el personal encargado de los trabajos, el tipo y cantidad de tornillería que precisa la estructura, el anclaje de la estructura a la plataforma de hormigón, los puntos en los que se fija, el número y ubicación de los pilares…

La conclusión del informe técnico de la Guardia Civil es demoledora. "El pasado 2 de agosto de 2022, el Puesto Lima 1 de Salvamento y vigilancia de la playa de El Mojón, se encontraría modificado o incompleto en su montaje, dada la falta de las contras de apoyo de la terraza, tal y como figura en informes presentados y declaraciones tomadas, en las que se advierte de la falta de algunos componentes del puesto tras unos actos vandálicos, no siendo detectados hasta el accidente".

En concreto, el día 19 de julio perdió varios pilares y el Puesto Lima 1 permaneció así durante dos largas semanas, sin ser revisado el alcance que tenían esos actos vandálicos en su estabilidad. Tal responsabilidad era competencia de la cúpula de Emergencias y Protección Civil, cuyos miembros fueron alertados por un socorrista de los desperfectos, pero supuestamente hicieron caso omiso, de modo que se vino abajo el 2 de agosto llevándose por delante la vida del pobre Ávaro.

Flores y una camiseta de fútbol sala con el dorsal número 15 que siempre lucía Álvaro bajo los palos, como homenaje de sus amigos en el puesto de socorrismo de El Mojón donde falleció. Justo detrás se observan los pilares habilitados tras la tragedia.

Flores y una camiseta de fútbol sala con el dorsal número 15 que siempre lucía Álvaro bajo los palos, como homenaje de sus amigos en el puesto de socorrismo de El Mojón donde falleció. Justo detrás se observan los pilares habilitados tras la tragedia.

"Aun cuando en informes remitidos por el citado Ente, aseguran no ser un inconveniente para su correcto funcionamiento y la estabilidad del mismo, es cierto que según las características del puesto, sería preciso la colocación de dichas vigas o pilares de apoyo para la terraza [...]", según argumenta el Equipo Judicial, frente a los documentos aportados por el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar. El asunto no es baladí porque puede convertirse en responsable civil subsidiario, en caso de que juzguen y terminen condenando a su jefe del Servicio de Emergencias y Protección Civil; al coordinador, y al responsable del área operativa.

"Por otro lado, en cuanto a la fijación de la caseta a la base de hormigón de madera o peana, se observa según los planos de detalle, la fijación mediante dos tornillos cruzados a ambos lados de la zona trasera del puesto y un tornillo en uno de los laterales. Pudiendo observar en el transcurso de la inspección ocular, la presencia de dos tornillos dispuestos en forma de cruz en una de las esquinas traseras, un solo tornillo en la otra esquina izquierda y un tornillo en uno de los laterales. Por lo expuesto, a juicio del instructor se constata la existencia de dichas deficiencias en cuanto al montaje del mismo y la supervisión del mismo".

Este informe técnico del Equipo Judicial de la Guardia Civil avala la línea argumental que desde el principio abandera la acusación particular que ejercen José y Altagracia, los padres de Álvaro, a través de la letrada Sara Megías del despacho MMB Abogados. A ellos les importa poco el dinero de la indemnización porque eso no les devolverá a su querido hijo. Lo único que esperan es que se haga Justicia y que se depuren responsabilidades.