Polémica en el Ejército de Tierra: le deniegan el traslado a un sargento para cuidar a su madre
El suboficial es el tutor legal de Nines porque es una dependiente severa, pero no le conceden un traslado de Pontevedra a Salamanca para acabar con los 376 kilómetros que les separan.
5 marzo, 2024 02:30Por el amor hacia una madre se hace de todo. Un sargento del Ejército de Tierra está dispuesto a llevar a la Justicia ordinaria su solicitud de cambio de destino, para estar junto a la mujer que le dio la vida: Nines. El caso no es baladí para un Gobierno que se autodefine como progresista y que considera la conciliación familiar como un tema capital, pero que le ha denegado a este suboficial su traslado de Pontevedra a Salamanca para cuidar de su madre: una mujer que es dependiente severa.
EL ESPAÑOL ha confirmado en exclusiva que el Ejército de Tierra rechaza la solicitud de traslado de un sargento de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable de Galicia. Todo ello, a pesar de que este suboficial solicita ser reubicado en Salamanca donde hay vacantes y justifica su petición con dos argumentos de peso. El primero, una sentencia que le designa tutor legal de su madre por su discapacidad mental del 66%. Y el segundo, la instrucción técnica 19/14 sobre conciliación familiar y laboral del personal militar del Ejército de Tierra ante circunstancias excepcionales.
Este asunto que afecta al cuidado de una madre trasciende en la víspera de la celebración del Día Internacional de la Mujer. Este viernes 8 de marzo es una fecha señalada en la agenda política del PSOE y el partido no necesita una polémica que salpique al Ministerio de Defensa, justo ahora, cuando está metido en la 'trinchera' para evitar el fuego cruzado de titulares diarios que les depara el 'caso Koldo', por presunta corrupción en el Ministerio de Transportes, durante la etapa de su último inquilino: José Luis Ábalos, el otrora hombre de confianza de Pedro Sánchez.
La postura del Ejército de Tierra impide al sargento cumplir con las obligaciones que le impone el Juzgado de Instrucción número 4 de Zamora, como tutor legal de su madre, debido al rosario de patologías que arrastra: un historial de cáncer de mama, obesidad mórbida, esquizofrenia paranoide, poliartritis... La sentencia establece que el suboficial debe "velar por el tutelado", pero no puede hacerlo al estar destinado en Pontevedra, a 376 kilómetros de Zamora, donde se ubica el centro especializado que atiende a María Ángeles, cuyo personal la conoce con cariño como Nines.
En la actualidad, este suboficial que suma siete años sirviendo a su país solo puede visitar a su madre dos veces al mes, debido a las exigencias de su trabajo en la Base General Morillo de Pontevedra, a que cada desplazamiento le supone cuatro horas de carretera y a que su economía está desbordada. El sargento afronta unos gastos fijos de 1.700 euros al mes, por el alquiler de su piso, la residencia de su madre o la atención de especialistas -como un fisioterapeuta- que debe garantizarle como su tutor legal.
A lo que debe sumar la gasolina de cada viaje, facturas de la luz y el agua de su piso, ropa y productos de aseo que necesita Nines... La petición del sargento de ser trasladado no obedece a un capricho porque se produce tras verse deteriorada la salud de su madre y de su abuelo: la única persona que hasta ahora cubría la ausencia del suboficial, debido a que este militar no conoció a su padre, por lo que carece de más familiares que puedan ayudarle en Zamora mientras que está destinado en Pontevedra.
A sus 85 años, Heliodoro, el abuelo del militar, tiene limitaciones sensoriales y ya no puede conducir para desplazarse hasta la residencia de Zamora donde está ingresada su propia hija. De modo que no puede echarle un capote al militar como tutor legal, supervisando a diario el estado de salud de Nines, comprándole algunos productos que necesita, reuniéndose con los Servicios Sociales o con el personal médico, autorizando tratamientos como la vacunación contra la gripe, realizando gestiones administrativas...
La ausencia de vida social está haciendo mella en la estabilidad psicológica de Nines, ya de por sí condicionada por su esquizofrenia paranoide. La pobre mujer ya no recibe las visitas diarias de su padre, Heliodoro, y su hijo no puede sacarla de la residencia cada fin de semana porque el Ejército de Tierra le mantiene en Pontevedra.
Tal declive clínico viene reflejado en la petición de traslado del militar, donde la psiquiatra de Nines en el Hospital Provincial de Zamora y su médico de cabecera en el centro de salud, coinciden en la necesidad de que esta mujer mantenga un mayor contacto con el sargento para poder recibir la 'medicina' que solo sabe dar un hijo: cariño, compañía o tertulia, que contribuyen a ejercitar la memoria, recordando cosas de la infancia, y a subirle el ánimo, previniendo episodios de crisis paranoide.
"Se recomienda la presencia constante del hijo y tutor en la vida de la paciente, para mantener la estabilidad psicopatológica de la misma, mejor supervisión y continuación de los cuidados", tal y como indica en un informe la psiquiatra del citado centro hospitalario. "Se recomienda la presencia de su hijo para favorecer la estabilidad de la paciente", según expone la doctora de Atención Primaria en un documento al que ha accedido EL ESPAÑOL.
En el listado kilométrico de argumentos no solo se alude a cuestiones judiciales, sanitarias, instrucciones técnicas del Ministerio de Defensa sobre conciliación familiar o a las vacantes existentes en dos unidades operativas de Salamanca, también se exponen motivos económicos para justificar el traslado. En concreto, la resolución del Tribunal Económico-Administrativo de Castilla y León que tiene reconocida a María Ángeles como económicamente dependiente del sargento.
Ningún argumento ha sido valido. El Ejército de Tierra ha tumbado de manera telegráfica la petición del suboficial: "No se necesita la concurrencia constante del solicitante en la vida de María Ángeles". A juicio de un teniente general, la dependencia severa de esta pobre mujer no es motivo suficiente, para que destinen a su hijo a una base de Salamanca donde cumpliría las mismas funciones tácticas y estaría a 30 minutos en coche de la residencia de su madre en Zamora.
La respuesta negativa es un jarro de agua fría para este militar que intentó trasladar a su madre de Zamora a Galicia donde está la Base General Morillo de Pontevedra. Tal alternativa fue inviable debido a que Nines perdería su plaza en el centro donde recibe atención especializada, para sus distintas patologías, como la esquizofrenia paranoide. Además, el sargento tenía que empezar de cero su expediente como dependiente en otra comunidad autónoma: empadronamiento, traslado de historial médico...
Los dos últimos cartuchos
Todos esos trámites se demorarían durante meses y esa espera provocaría que esta mujer sufriera nuevos brotes por cambiar su rutina diaria. Todo ello, sin olvidar que hasta lograr una vacante en una residencia gallega tendría que contratar a un cuidador, para que se ocupara de Nines en su piso, mientras que cubre sus turnos en la base, ya que su madre necesita medicación, inyectables, cambios de pañales, baño adaptado...
De forma que al suboficial solo le quedan dos cartuchos para lograr su propósito. El primero, consiste en presentar un recurso de alzada ante nada menos que el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra. En caso de que la negativa persista, este sargento se verá obligado a reclamar su traslado a través de la Justicia ordinaria, planteando una 'guerra' contencioso administrativa contra las Fuerzas Armadas, con tal de no dejar en la estaca a María Ángeles: la mujer que le trajo al mundo.