El lado más personal de Adrián Cervera, el sobrino de Pablo Motos que trabaja en El Hormiguero
Desde 2016, trabaja junto a su tío. Además, tiene su carrera como DJ y anuncia en EL ESPAÑOL que va a crear una marca de ropa propia.
10 marzo, 2024 02:23Muchos espectadores de El Hormiguero se han podido percatar de que en el baile inicial del programa, en la parte del fondo, aparece una persona que se parece mucho a Pablo Motos. El joven que baila en segundo plano es Adrián Cervera, el sobrino del presentador.
El hijo de Pepa Motos, la hermana del valenciano, trabaja en el espacio de Antena 3 desde 2016 realizando labores de producción y apoyo musical al DJ de El Hormiguero, Valdi, además de participar en el baile que realizan todos los días algunos miembros del equipo.
Aunque El Hormiguero ocupa la mayor parte de su tiempo, el requenense también es productor musical, speaker en festivales y DJ, ya que la música siempre ha formado parte de su vida, tanto en casa como en los estudios. ¿Su siguiente proyecto? El lanzamiento de su propia marca de ropa.
Adrián ha atendido a EL ESPAÑOL desde los estudios del programa de 7yacción para contarnos su faceta como DJ residente en la discoteca Panda Requena, explicarnos detalladamente su labor en El Hormiguero y su relación con Pablo Motos, su tío y padrino.
La música es su vida
Adrián Cervera es una gran amante de la música desde muy pequeño, ya que siempre ha sido algo recurrente en su casa, ya fuera por sus padres o por su tío, Pablo Motos, por su época de DJ en Requena en 80 y 90. Pero antes de inclinarse por la música electrónica, Cervera prefería otros estilos musicales.
“En la adolescencia escuchaba rock y metal, Iron Maiden o Metallica, que a día de hoy sigue siendo mi grupo favorito. La música siempre ha estado presente en mi vida, y nunca me he cerrado a ningún estilo”, comenta el requenense. Reconoce que eso también fue muy positivo porque le permitió descubrir muchas cosas, explorar cómo combinar géneros, expresar una misma cosa de formas distintas… En general, “explorar todo tipo de música, lo que hace es que se te abra bastante la mente”, añade.
Eso sí, lo que hizo que se zambullera totalmente en la música electrónica y en el mundo de los DJ fue “escuchar en 2006 la canción Traffic de Tiësto en la emisión de un programa el Domino Day, de Antena 3, que se emitía una vez al año”, recuerda el joven.
“Luego, estudiando la carrera de Comunicación Audiovisual empecé a trabajar como DJ, tuve varias residencias en salas comerciales de la Comunidad Valenciana y actualmente soy residente de la discoteca Panda Requena. Mis influencias cuando empecé fueron Luis López, que entonces estaba en Los 40 y también es paisano mío de Requena; Dani Moreno el Gallo; Sansixto, que además me enseñó a producir y trabajé con él como A&R de dos sellos de electrónica que tuvimos junto con otros compañeros; y DJ Valdi, que es el encargado de la música de El Hormiguero”, recuerda. Posteriormente, ha compartido cabina con todos ellos en varias ocasiones y son amigos.
De sus influencias musicales en la faceta de productor, Cervera destaca a Skrillex, Armin Van Buuren, Virtual Riot, Garabatto y Retrovision: “Por eso ahora estoy haciendo producciones propias, remixes y mashups que son mainstream, pero tienen siempre ese toque de electrónica y dance”, explica.
PREGUNTA.– Coincide con su tío, Pablo Motos, en ese amor por la música.
RESPUESTA.– Sí, al final creo que la música te acaba llamando y si el entorno que tienes te ayuda a descubrirla, te acaba marcando. Las primeras canciones que yo me aprendí nada tienen que ver con la música que escucho actualmente. Por ejemplo, una de esas obras que me aprendí en el piano eran de un compositor griego que componía en los 2000, pero a día de hoy no sé qué cabida tendría eso en lo que estoy haciendo.
P.– ¿Cómo son esas reuniones familiares tan musicales? ¿Han cambiado algo tras el éxito que están teniendo con El Hormiguero?
R.– Siguen siendo exactamente iguales, las reuniones familiares de siempre, no han cambiado. Evidentemente, lo que han variado son los temas de conversación, pero la música siempre ha estado muy presente en todas ellas.
P.– ¿Qué estudió?
R.– En 2004 entré en el conservatorio para estudiar violín. Lo que pasó es que las clases del primer año iban muy fluidas porque iba con un grupo de gente que era más mayor que yo y entonces nos metieron mucho más temario, estaba encantado aprovechando un montón el tiempo y aprendiendo muchas cosas. Pero en el siguiente curso era todo con gente más pequeña, que no había dado toda esa materia, y me quedé estancado, así que lo dejé y empecé a formarme de manera autodidacta.
Abandoné el violín porque es muy difícil aprender en solitario y me incliné por el piano y la guitarra (afición que comparte con su tío, ya que Motos también sabe tocarla y lo ha demostrado compartiendo momentos musicales con algunos de sus invitados, además de contar una amplia colección de guitarras en su casa como ha mostrado en el programa alguna vez).
P.– ¿Cuál es su labor como productor musical y DJ?
R.– El Hormiguero es lo que más tiempo ocupa en mi vida, evidentemente, y estoy encantado por ello, pero fuera está mi proyecto musical, tanto como DJ y como productor. En los huecos libres que tengo en el trabajo, cuando llego a casa, cuando me levanto… me dedico a la música tanto en la producción como en la creación de contenidos para redes sociales. También analizo las nuevas tendencias para preparar mis sesiones de música para los bolos. Mi proyecto musical requiere mucho trabajo, la verdad.
P.– ¿Cuántos bolos puede tener a la semana?
R.– Llevo 13 años como DJ y he hecho actuaciones por toda la península e incluso he pinchado en Miami, lo que pasa es que ahora filtro mucho los que hago porque no tengo tiempo, y eso que me lo paso genial en la cabina. Es algo que me hace muy feliz porque es un momento en el que conectas con la gente que baila, sonríe… y eso me llena muchísimo. Antes cogía a todos, pero ahora también priorizo el tener tiempo para poder dedicarlo al proyecto musical, que al final para eso tienes que estar también fresco mentalmente y creativo. Además, soy uno de los speakers oficiales del festival Molan los 90.
P.– ¿Qué otros proyectos tiene?
R.– Como entre El Hormiguero y la música me sobraba algo de tiempo (risas) me he metido en otro proyecto más, intentar sacar una marca de ropa, Empty Stripe, que todavía con la fase de diseño solo con prototipos y los diseños iniciales, pero algo más a lo que sumar a mi vida.
P.– ¿Y puede compaginar todo eso con su labor en El Hormiguero?
R.– El Hormiguero es donde más tiempo paso, evidentemente, y estoy encantado por ello. Hemos creado una gran familia en el equipo porque pasamos muchas horas juntos, pero es un gustazo venir a trabajar, así que lo compagino todo perfectamente.
P.– ¿Qué otras aficiones tiene?
R.– De pequeño practiqué kárate durante tres años, participé en torneos y se me daba muy bien. Intenté jugar al fútbol en el colegio y fue un error garrafal porque en mi casa nunca hemos sido futboleros y no se me daba muy bien, aunque en la actualidad tengo la equipación del Hormigas Balompié, que es el equipo de fútbol de El Hormiguero donde participan Keller o Fontecha y he ido a jugar alguna vez con ellos. También pasé por el tenis y voy al gimnasio.
P.– ¿También practica boxeo como Motos o Cristina Pardo?
R.– Hago un entrenamiento de boxeo tradicional, boxeo clásico. Hay algunas cadenas en las que se hacen a lo mejor más coreografías y tal, y en la de Jose Luis Serrano Valero que, como árbitro de boxeo y dos veces campeón de España, lo que se hace es boxeo, boxeo.
No hago sparring ni nada que pueda implicar tampoco un riesgo para el cuerpo, hacemos parte de calentamiento de combat, típico como lo que se ve también en las películas de Rocky y demás, muy tradicional. Después, vamos a la parte de saco, nos subimos al ring, hacemos guantes, practicamos secuencias... Al final nos vamos picando un poco los dos y yo siempre intento ir más rápido o pegar más duro. José Luis es un látigo, un fiera, y te marca, te analiza los golpes de manera que lo hagas perfecto y cada vez más rápido. Mola un montón. La verdad es que es súper divertido entrenar con él.
Su llegada a 'El Hormiguero'
Además de música, Cervera estudió en Valencia Comunicación Audiovisual y Técnico de sonido de forma simultánea, aunque sus primeros contactos con el con el mundo laboral fueron a los 16 años, cuando realizó algunos trabajos como camarero.
“Una vez que empecé la carrera, de forma paralela empecé a pinchar en casa de un amigo para ir practicando. Fui a un concurso de DJ’S que hacían en un pueblo de Alicante, pinché en algún pub en Valencia, luego discotecas…”, recuerda Cervera sus inicios.
P.– ¿Cómo fue su fichaje por El Hormiguero?
R.– Entré en el equipo de producción del programa en 2016, en el apartado de ambientación musical, colaborando con DJ Valdi, que es el encargado de poner la música que suena cada noche en El Hormiguero.
P.– ¿Y cuál es su labor?
R.– Me dedico, fundamentalmente, a la producción general del programa, soy una de una de las personas del equipo de producción y, entre otras cosas, llevo la sección de Luis Piedrahita y parte de la de El Monaguillo. En el apartado de la ambientación musical estoy también metido en las playlist que tenemos del programa en las diferentes plataformas musicales donde recomendamos la música que ponemos en El Hormiguero. Pero, sobre todo, el grueso de mi trabajo es la producción del programa.
P.– También le podemos ver bailando al inicio del programa…
R.– Ahí estoy de vez en cuando (risas). Normalmente bailo un día o dos a la semana, así que me tengo que aprender la coreografía de cada año al principio de la temporada. Recuerdo que una de las primeras veces que bailé aún no formaba parte del equipo, fui de público a ver el programa con unos amigos, pero a dos minutos de comenzar me pidieron que saliera a bailar con ellos y me tuve que aprender el baile de ese año en 120 segundos,
Ahora ya lo tenemos mucho más normalizado y nos lo pasamos muy bien en ese momento. La verdad es que mola empezar el programa bailando, es una declaración de intenciones de que vamos a pasárnoslo bien.
P.– ¿Cómo es Pablo Motos como jefe?
R.– La exigencia que tenemos todos en El Hormiguero es alta, pero claro, si no fuera así, el programa no sería lo que es. Pablo está pendiente de todas las cosas del programa porque quiere que en casa los espectadores vean lo mejor: la mejor entrevista, la mejor ciencia, la mejor música, el mejor tiro de cámara, las mejores secciones… Un ensayo se puede detener, el directo no. Siempre estamos al cien por cien para ofrecer lo mejor de lo mejor.
P.– ¿Y cómo es como tío?
R.– Como cualquier tío (risas). Es mi padrino, pero, al final, lo que veo en él es que es un ejemplo a seguir. Observo a la gente de mi alrededor que ya van siendo tíos, que van teniendo a sus sobrinos, como los tratan y pienso: “Ostras, claro, es que esto es lo que yo vivía de pequeño”. Tus padres son tus padres, te quieren mucho, te cuidan… pero un tío o una tía con su sobrino o con su sobrina siempre tienen cierta complicidad.
Hay cosas que le he contado a él que mis padres no saben por esa complicidad que tenemos entre los dos. Es tu familia, pero también sientes que es un amigo al que poder contarle esas cosas que no le contarías a tus padres.