Una imagen de Valentí Sanjuan haciendo ciclismo de montaña.

Una imagen de Valentí Sanjuan haciendo ciclismo de montaña. Cedida

Reportajes

Valentí Sanjuan, el español arruinado por Aliexpress y Temu: falsificaron su marca en 40 webs chinas

Las webs chinas de venta copiaron sus diseños y vendieron sus productos sin consentimiento. Su facturación pasó de 400.000 a solo 100.000 euros.

20 mayo, 2024 01:47

La marca de ropa y complementos deportivos Actitú or die, con Valentí Sanjuan al frente, echa el cierre. En su mejor momento, la venta de sus productos falsificados a través de dos grandes webs chinas, Temu y AliExpress, hizo que la facturación descendiera desde los 400.000 euros hasta apenas llegar a los 100.000. Desde hace dos años, estas plataformas del comercio online han reproducido todos y cada uno de sus diseños.

Mientras que los originales se vendían por 60 euros, se podían encontrar falsificaciones por 8 euros. La laxitud del control al respecto no ha dejado otra escapatoria para el conocido creador de contenido: tienen hasta el 31 de mayo para vender todo el stock que todavía poseen.

La andadura de Sanjuan comenzó hace algo más de una década al crear vídeos y contenido diverso sobre deporte. Asiduo de pruebas de alto nivel como ironman, ultraman, titan desert, maratones y ultramaratones, pronto quiso lucir su propio maillot. "Quería que fuera de una forma concreta, con algún significado", comenta.

[Oussama tardó 10 horas en cruzar el Estrecho en tabla de surf: ahora trabaja en Jerez y tiene piso gratis]

Por eso, en 2015 diseñó el primero de los muchos que vendrían después, protagonizado por un claro mensaje: "Menos cabeza, más corazón". Al cabo de un año, empezó a fabricar su propia vestimenta con una empresa textil de Mataró. "Todavía no la vendíamos, pero ya teníamos algún que otro diseño", relata.

A partir de la plataforma de comercio electrónico de la compañía textil, iniciaron la venta de los primeros modelos. "En los primeros años, si hacíamos un par de productos de este tipo cada temporada, ya era un exitazo para nosotros", añade. Así llegó 2017, cuando lazó su página web, espacio que utilizaron para montar su propia tienda online bajo la marca de Actitú or die.

Sanjuan vestido con su marca de ropa.

Sanjuan vestido con su marca de ropa. Cedida

A pesar del gran interés que suscitaban sus productos, producían poco, pero siempre con mensajes que impulsaban a la acción: "En la vida te puede ir mal o bien, tener dinero o no, ser guapo o no, puedes ser más inteligente o menos, pero a una cosa no te puede ganar nadie, y esa cosa es la actitud. Siempre hemos querido transmitir ese tipo de mensaje para ayudar a la gente a pelear por todas aquellas cosas que nacen del corazón", se explaya el protagonista de esta historia. Por eso, además de los ya citados, otro lema que inmortalizó en sus prendas con "vive a piñón".

Un crecimiento inusitado

Entre su clientela, se cuentan aquellas personas acérrimas al deporte, seguidores a ultranza del gimnasio, pero también otras no tan aventureras que "tienen ganas de pasarlo bien, mejorar, y perseguir los retos que les motivan", en sus propios términos.

Así llegó 2019, momento en el que una empresa de ropa deportiva, situada en Totana (Murcia) se les acercó. Sanjuan cuenta lo que pasó: "Nos propusieron empezar a fabricar con ellos, porque eran una empresa familiar con una muy buena calidad en sus tejidos. La cosa fue tan bien que llegamos a lanzar hasta cinco colecciones por temporada desde el primer año".

Valentí Sanjuan en una imagen de archivo.

Valentí Sanjuan en una imagen de archivo. Cedida

A los maillots iniciales se les sumaron camisetas, calcetines deportivos, gorras ciclistas y casual, cortavientos tanto para bicicleta como para running, culots y monos para ciclismo y triatlón. Básicamente, fabricaban todo tipo de artículos para aquellos aficionados a la bicicleta y a correr. La pandemia les golpeó, pero Sanjuan aprovechó el parón general para escribir un libro que este mismo año alcanza la novena edición.

"Fue un auténtico bombazo y nos impulsó mucho la web, porque solo vendíamos desde ahí", incide.

Una pesadilla

El crecimiento iba a más, las colecciones aumentaban, pero el negocio se estabilizó. A mitad de 2022, comenzó la odisea que ha hecho que este 31 de mayo muera Actitú or die. "Una persona nos avisó de que en una página web estaban vendiendo nuestros productos, pero sabíamos que no eran nuestros, y cada vez nos llegaban más alertas", subraya.

La sorpresa no se hizo esperar: "Hicimos una búsqueda en estas webs chinas y, de repente, nos encontramos con toda nuestra colección al completo. Aparecían los logos de la marca, hasta los de un patrocinador que teníamos… Nos lo fusilaron de arriba abajo", denuncia. La cosa fue a más, pues de sus verdaderos modelos, estas webs vendían otros replicados. Por ejemplo, si ellos tenían una camiseta con un diseño concreto, en estos sitios online aparecían también maillots, cortavientos o sudaderas con dicho diseño.

El empresario español en una competición ciclista.

El empresario español en una competición ciclista. Cedida

Temu y AliExpress, dos grandes del comercio online a nivel mundial, recibieron un primer contacto por parte del propio Sanjuan: "Les escribí a sus canales de Instagram en España diciéndoles que tenía una propuesta para ellos. Cuando me contestaron, les expliqué la propuesta, que no era otra sino que tenían que retirar toda esa ropa, que tenía copyright, estaba patentada y registrada, tanto la marca como todos los modelos", explica. La respuesta de estas compañías fue que ya estudiarían qué pueden hacer al respecto.

"El resultado es que dos años después, a pesar de las veces que se les ha requerido y pedido, incluso por parte de nuestros letrados a nivel jurídico, tan solo podían eliminar los enlaces de venta que nosotros les enviábamos todos los días con nuestras prendas falsificadas", agrega el afectado. Es decir, durante año y medio, en Actitú or die ha habido una persona del bufete de abogados y otra encargada de la tienda enviando unos 80 enlaces cada día de hasta 21 vendedores diferentes. No surtía efecto: según se eliminaba un enlace, aparecían otros tantos más.

La estafa de la estafa

La situación era algo dramática, pues Sanjuan tenía que ver con impotencia cómo de un diseño suyo se habían comprado cientos de unidades por estas webs, mientras que en su tienda oficial no llegaban a algunas decenas. "Era increíble y sorprendente. Un link que lleva activo cuatro días, que es lo que tardaban en retirarlo, y ya tiene más compras que ese mismo diseño original en todo un año", se queja.

De hecho, la cosa fue a más. Según asegura el deportista, el colmo llegó cuando algunos clientes de estas webs escribían a su empresa reclamándole desperfectos o devoluciones.

Captura de pantalla de las falsificaciones realizadas por las webs chinas.

Captura de pantalla de las falsificaciones realizadas por las webs chinas. Cedida

Sus sospechas les hacen pensar que las falsificaciones, al igual que las webs, se realizan en China y se venden y envían desde ahí. Hubo gente que también se quiso aprovechar de eso. Tal y como explicita el deportista, "nos llegaron unos mails de un bufete chino diciendo que se dedican a temas de copyright y que han detectado que varias webs chinas están vendiendo nuestra ropa. Si pagábamos una suma de dinero, ellos podrían llevarnos el caso y hacer que nuestras patentes también valieran en China", algo que Sanjuan tilda como "la estafa de la estafa".

Apartar de la empresa la producción de ropa

Ese sistema no funcionaba. Sus productos falsificados seguían llegando a todas las partes del planeta sin que él sacara beneficio alguno de ello. Por eso, hace unos meses lo dieron por perdido. "Mi trabajo es creativo, tengo mucha ilusión, pero todo esto se estaba comiendo muchos recursos de la empresa, que no solo se dedica a vender por la tienda. También tenemos cada día un programa de Twitch en directo de tres horas, realizamos documentales de las carreras en las que participamos…", ilustra el mismo Sanjuan.

Reformular la venta de ropa no ha sido fácil. "Especialmente el último año, las ventas han bajado muchísimo. Hemos pasado de facturar 400.000 euros con la venta de ropa a no llegar a los 100.000 euros", cifra el creador de Actitú or die. Dado que su contrato con la empresa murciana terminaba el 31 de diciembre del año pasado, llegaron a un acuerdo con la misma para poder sacar todo el stock que les quedaba almacenado.

"Era imposible competir con estas webs radicadas en china. Productos que nosotros teníamos a 60 euros porque tenemos que pagar a un diseñador, programador, persona que dirige la web y atención al cliente, estos sitios online los vendía por 8 o 10 euros", añade.

[Auge y caída de colchones Lo Mónaco: Livio hizo fortuna, se casó con una andaluza y cierra]

Su estrategia de venta estos últimos meses se ha basado en rebajar todo lo posible los productos que todavía quedan en el almacén. Así, en noviembre aprovecharon el blackfriday, en diciembre, las navidades, y en enero y febrero, las primeras y segundas rebajas. Pusieron la mayoría de los productos a mitad de precio, aunque algunos llegaron hasta el 80% de descuento sobre su valor original. Este mayo ha llegado la liquidación final. "Esperamos remontar y que la gente se anime a comprar nuestros productos, producidos en Murcia, de una calidad excelente", concluye Sanjuan.