Antiokupa Tarraco, dirigido por Andrei Samoca (2i), se define a sí mismo como un grupo de negociación pacífico con los okupas o los inquilinos que no pagan sus deudas.

Antiokupa Tarraco, dirigido por Andrei Samoca (2i), se define a sí mismo como un grupo de negociación pacífico con los okupas o los inquilinos que no pagan sus deudas. Antiokupa Tarraco

Reportajes

Fin de Antiokupa Tarraco, el grupo de 'matones' que rompía costillas y robaba perros para desahuciar

Dos miembros de la asociación 'desokupadora' han ingresado en prisión provisional acusados de pertenencia a organización criminal.

20 mayo, 2024 01:47

Se definen a sí mismos como agentes negociadores. Hacen gala de tener un prestigioso equipo jurídico que los apoya y los defiende. Son expertos en mediación con el colectivo okupa y con los inquilinos díscolos que no pagan su alquiler. Hasta ofrecen servicios como detectives privados y escoltas. Se llaman Antiokupa Tarraco, se sitúan en Montroig, están liderados por Andrei Samoca y, a pesar de su afán por blanquear su imagen como intermediadores profesionales en situaciones de ocupación ilegal de la vivienda, su organización ha sido tachada por el Juzgado de Instrucción Nº 3 de Reus de organización criminal.

En parte porque entre sus métodos de negociación se encuentran, según el auto del juez, el de pinchar ruedas y quemar vehículos, romper costillas y tímpanos, robar perros, arrancar a niños de los brazos de sus madres y abusar psicológicamente de sus víctimas mediante coacciones verbales y físicas. El pasado viernes, el juzgado enviaba a dos de sus 'matones' –entre ellos a Samoca, de origen rumano y líder del equipo– a prisión provisional y dejaba a otros seis detenidos en libertad provisional.

A Samoca, a su compinche de celda, J.M.S, y a los otros seis miembros vinculados a la organización se los acusa de delitos de lesiones, de violación de domicilio, de daños, coaccionesacoso, de robo con fuerza, de amenazas, de delitos contra la integridad moral y el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas. También de descubrimiento y revelación de secretos, de falsificación de documentos públicos, de robo con violencia y, como colofón, de pertenencia a organización criminal. La lista es interminable, y la sucesión de hechos que describe el auto ha sido esencial para desarticular su actividad.

Vista de algunos de los miembros de Antiokupa Tarraco.

Vista de algunos de los miembros de Antiokupa Tarraco. Antiokupa Tarraco

El modus operandi de Antiokupa Tarraco era el siguiente: un cliente tenía uno o varios okupas en su domicilio o un inquilino que no le pagaba el alquiler. La persona afectada los contactaba y los desokupadores llamaban a los arrendatarios. Les ofrecían condonar su deuda a cambio de abandonar el inmueble o les pedían entregar una cantidad de dinero en efectivo para poder continuar en su vivienda. Todo, obsta decir, señala el auto, en un tono intimidatorio marcado por la coacción y la amenaza, aunque en su web AT asegura que la "actuación pacífica" es la base de su trabajo.

"Si no te vas, saldrás con los pies por delante", era una de las muchas frases que utilizaban para amenazar a los okupas e inquilinos, según recoge el texto judicial. "Que sepas que esto sólo acaba de empezar". "Te vamos a quemar". "Te vamos a matar". "Estamos dispuestos a lo que sea". "En Pere Mata [un hospital psiquiátrico de Reus] hay una planta reservada para ti". Una vez superada la fase de amenazas verbales, si el inquiokupa no cedía, el escuadrón de desokupadores pasaba a la siguiente fase: el desalojo y la recuperación de la vivienda.

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Antiokupa Tarraco vendía este servicio como uno de sus buques insignia. "Proporciona el desalojo total de la vivienda okupada y la devolución de llaves a los propietarios", explica en su página web, aún en activo. "Con nuestro método de acción analizamos en profundidad tu caso para que recuperes tu propiedad y la tranquilidad que tanto te mereces". Lo que no especifican es cómo lo hacen. EL ESPAÑOL ha tratado de ponerse en contacto con ellos en varias ocasiones para confirmar su metodología, sin resultado.

"En esta fase las actividades delictivas aumentan", continúa el auto. "Localizan y dañan el vehículo de las víctimas, ya sea rompiendo los cristales o pinchando las ruedas. También dañan los cristales de las ventanas de los inmuebles que tienen que desahuciar. Si no pueden acceder a los cristales, realizan daños en la puerta del domicilio con herramientas tipo hacha". También llegaron a inutilizar las cerraduras de acceso, a cortar los suministros básicos de agua y luz y se hicieron pasar por policías incluso llamando a los inquilinos señalados por impago a altas horas de la noche.

Imagen promocional del grupo Antiokupa Tarraco.

Imagen promocional del grupo Antiokupa Tarraco. Antiokupa Tarraco

Si esto no funcionaba, Antiokupa Tarraco aumentaba la intensidad criminal. Algunos de los denunciantes han señalado que sus integrantes violaron la privacidad de su domicilio, les sutrajeron herramientas y hasta mascotas, como un perro, cuyo rescate consistió en un canje del animal a cambio de abandonar el edificio ocupado.

Uno de los episodios más graves descritos en el auto explica que los desokupadores esperaron a que una de las víctimas saliese del domicilio para "arrancarle de sus brazos a la hija de esta y llevársela a una distancia suficiente, forzando a la denunciante a no poder cerrar la puerta del inmueble y aprovechando este momento para entrar ellos y no dejarla volver a acceder".

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En otro, los matones de AT entraron en el domicilio para "agredir y vejar con escupitajos e insultos a sus habitantes". También se describe el uso de espráis de defensa personal y defensas extensibles, la destrucción del interior de la vivienda y el robo de bicicletas y otros elementos personales.

"Las actuaciones del grupo Antiokupa Tarraco han llegado a puntos álgidos, como en el que alguien llegara a quemar el vehículo de la víctima". Otro día, tres personas esperaron al denunciante en la entrada de su lugar de trabajo hacia las 06:30 horas. "Lo apalearon, rompiéndole dos costillas y el tímpano, mientras le decían: 'Que te vayas, que la próxima vez no será esto y vamos a ir a por tu madre'".

El líder de Antiokupa Tarraco, Andrei Samoca (c), junto a otros miembros de su equipo.

El líder de Antiokupa Tarraco, Andrei Samoca (c), junto a otros miembros de su equipo.

Armas, bates de béisbol, dinero

La semana pasada, los Mossos d'Esquadra detuvieron en Tarragona a 16 personas en el marco de la operación Mediere, donde se hicieron registros en L'Hospitalet de l'Infant, Salou, Reus, Sant Joan Despí, Rubí, Mataró y Barcelona. Las autoridades informaron de que, además, investigas a otras 11 personas por unas 60 desocupaciones extrajudiciales en todo Cataluña. A cambio de ejecutarlas, la red obtenía dinero en efectivo de los propietarios de los pisos desalojados, algunos de los cuales aún tenían contratos de alquiler en vigor.

La investigación se ha llevado a cabo durante los últimos ocho meses. Los detenidos, de entre 27 y 59 años, actuaban, según los Mossos, movidos por el odio y la discriminación por motivo de raza o etnia y eran especialmente violentos con colectivos de origen magrebí. Durante las detenciones, las autoridades intervinieron dos rifles de gran calibre, diversas armas de fuego, un bate de béisbol y puños americanos y terminales móviles y diverso material físico y digital, además de elevadas sumas de dinero en efectivo y en cuentas corrientes.