José Alfonso Soria.

José Alfonso Soria.

Reportajes

José se rinde: prefiere "que las sandías se pudran en el campo" a que se las paguen a "5 céntimos"

El valenciano que se ha dedicado toda su vida a la agricultura, ha decidido empezar a vender su producto de manera online tras verse sometido a unos precios abusivos.

18 julio, 2024 02:27

El sector agrícola lleva siendo durante muchos años uno de los más castigados. La competencia desleal de importaciones en un mercado desregulado, el impacto de la sequía en España, la carga burocrática que supone costes inasumibles para los agricultores o los precios excesivamente bajos a los que prentenden comprar los intermediarios. Sin embargo, José Alfonso Soria ha dado con la solución para poder seguir viviendo de su oficio. A través de la plataforma Europa Agricult Product (EAP), los agricultores ya no tendrán que continuar sometidos a los precios abusivos actuales.

José Alfonso lleva trabajando en el mundo de la agricultura "desde que apendió a caminar". Primero trabajó con sus padres y luego para él. A sus 55 años ha visto todos los cambios que se han producido en el sector. Cada año hay algún producto que falla, si no es la naranja es la cebolla, la patata o la sandía, "siempre tenemos una pata coja, lo que ganamos por un sitio lo perdemos por otro", explica José.

Pero este año ha llegado al límite. El agricultor valenciano planta de todo: patatas, cebolla, naranjos, aguacate... Y tras estar años sin plantar sandía, este año había tomado la decisión de cultivar la "fruta del verano" y ha acabado siendo un fracaso. Actualmente los intermediarios o las cooperativas están dispuestos a pagar el kilo de sandía a 5 céntimos o directamente no la quieren a ningún precio. Una de las principales razones es la sobreproducción que existe en países como Marruecos, que cuentan con una gran produccion en grandes superficies.

[El insólito caso de Alberto y los 226 jóvenes que hacen el 'Erasmus rural' para ser mejores agricultores]

Competencia desleal

"Nos enfrentamos a un tipo de competencia en la que no podemos competir", explica el agricultor a este diario. Muchos de los productores que trabajan en Marruecos son realmente empresas españolas que aprovechan las condiciones de trabajo que existen en el país vecino, muy distintas a las españolas, de esta manera ganan mucho más dinero produciendo allí que aquí. Los sueldos son diferentes y las normas de calidad no se rigen a las que exige la Unión Europea. "No sé como hacen para vender en España, pero lo cierto es que esa sandía está desmarcando la de aquí".

Y esto no pasa solo con la sandía, también ocurre con los tomates y muchos otros productos. Como consecuencia, la cooperativa que se encargaba de sacar la sandía de José Alfonso le ha dicho que no puede continuar haciéndolo, ya que el coste que supone es superior al precio que van a pagar al agricultor. Fue en este momento cuando conoció Europa Agricult Product (EAP), una plataforma online, iniciativa de Pascual Cabedo, en defensa de la agricultura europea, que tiene como objetivo pagar un precio justo a los agricultores, donde el cliente podrá encontrar precios incluso más bajos que en los supermercados.

"Aunque no podamos sacar tanta producción como la que podemos sacar con la cooperativa, por lo menos es un alivio saber que de la sandía que saquemos yo recibiré un precio justo". Esta plataforma le paga al valenciano a 40 céntimos el kilo de sandía, 35 céntimos más de los que le iban a pagar. Con este dinero puede cubrir los gastos que pueda tener de la sandía si las vende todas y además le puede quedar su jornal, "por debajo de esos precios es imposible sobrevivir y para que me paguen 5 céntimos prefiero que se pudran en el campo".

Ahora mismo José Alfonso dispone de siete días para vender toda la cosecha, 30.000 kilos de sandía. Por ahora ha vendido 5.000 kilos y cree que va a conseguir vender toda la fruta por medio de esta plataforma que ve como el futuro para los agricultores. Esta y muchas otras donde el agricultor sea capaz de mandar sobre su producto y no depender de los comerciantes e intermediarios, "que al final son los que se llevan el dinero".