Un grupo de musulmanes reza en una mezquita en Ceuta, en una imagen de archivo.

Un grupo de musulmanes reza en una mezquita en Ceuta, en una imagen de archivo.

Reportajes

Un yihadista expulsado y un exconfidente converso: el controvertido Congreso Islámico Nacional

Hanan Serroukh, una activista contra el islamismo en España, denuncia que "los dirigentes políticos miran hacia otro lado".

7 septiembre, 2024 02:42

"La mujer no puede llevar cara y manos descubiertas ni zapatos de tacón de agua ni vaqueros ni perfume, ya que quien se lo pone es una fornicadora". Estas declaraciones las pronunció en una conferencia celebrada en 2013 en Ceuta el estudioso español del Corán Malik Ibn Benaisa. Y es por aquella frase (según él, fruto de un error) por la que ahora todos los ojos están puestos en el Congreso Islámico Nacional que se celebra en Torredembarra (Tarragona), los próximos días 13, 14 y 15 de septiembre, al que Ibn Benaisa está invitado como ponente.

Su presencia no es la única que inquieta a los críticos de este Congreso. Dentro del ciclo de 16 conferencias que se repartirán en los tres días, también participan Mohamed Siad Badaoui, antiguo vecino de Reus (Tarragona), que se unirá al Congreso de forma telemática: en 2022 fue expulsado de España por ser considerado por la Policía Nacional un peligro para la seguridad nacional al dedicarse a actividades "proyihadistas", como la captación de menores vulnerables.

Otro de los ponentes es Carlos Soldado, hijo de un policía local de Mataró (Barcelona), posterior confidente de la Policía en asuntos yihadistas y que terminó por convertirse al Islam.

600 inscripciones

El Congreso ya cuenta con la inscripción de 600 asistentes y, aunque se lleva celebrando unos 20 años en diferentes puntos de la provincia, es la primera vez que se desarrolla plenamente en español. Jamad Talhaoui, administrador de la comunidad islámica del Tarragonés dice, en conversación con EL ESPAÑOL, que las conferencias no serán en árabe para atraer al Islam las "nuevas generaciones".

En el mismo sentido se ha expresado antes del Congreso Siad Badaoui, el expulsado por yihadismo, que dijo que "es el momento que los jóvenes acudan al congreso para conocer el islam con grandes ponentes y referentes".

Talhaoui resta importancia a la polémica que se ha desatado por los ponentes y la achaca al "discurso del odio de la ultraderecha" que relaciona "siempre que puede, la violencia con el Islam". Además, matiza que Ibn Benaisa, el autor de las controvertidas declaraciones sobre la fornicación y las mujeres, dijo que no había traducido bien el contexto de la frase y ya pidió disculpas en su momento por aquella intervención.

"Llevo 24 años en Tarragona y nunca he tenido problemas con nadie. Este Congreso siempre se ha celebrado con total normalidad, pero ahora la ultraderecha quiere generar miedo y odio", explica Talhaoui.

"Captación"

Por contra, para Hanan Serroukh, exmusulmana y activista contra el islamismo político, estas explicaciones son sólo justificaciones para que se celebre un Congreso en el que se "normalizará el atentado contra los derechos fundamentales y el desarrollo de las mujeres". "Con estos ponentes no puede entenderse de otra forma que como un desafío, una provocación hecha a conciencia", dice la activista.

Serroukh, que el próximo 26 de septiembre presenta en Madrid su libro Coraje. El precio de la libertad, en el que relata su lucha contra las imposiciones del Islam, señala también que el hecho de que se celebre en español es un motivo de alarma: "Como ha pasado en Francia y en otros países, en España, la captación de las nuevas generaciones de musulmanes, ya nacidos aquí, no solo es algo que comienza a gestarse, sino que se está visibilizando".

"Este Congreso y sus ponencias tienen el objetivo de enseñar cómo tienen que ser los musulmanes y los ponentes tienen los antecedentes que tienen. En España, ahora mismo, se está debatiendo en español si una mujer puede viajar sola y los dirigentes políticos miran hacia otro lado. Se critica a lo lejos la sharía que quieren imponer los talibanes pero cuando lo proponen en nuestros barrios, se acobardan", sentencia Serroukh.

El Ayuntamiento de Torredembarra, en cuya mezquita se viene celebrando el Congreso en los últimos años, ha emitido un comunicado para salir al paso de la polémica en el que "discursos como los atribuidos a uno de los ponentes no tienen cabida" en la sociedad. También subraya que el citado discurso fue denunciado y posteriormente archivado "al no considerar delito" las palabras de Ibn Benaisa.

Por otro lado, el consistorio señala que no hay "ningún problema o conflicto" con los organizadores del Congreso que atraerá a la localidad tarraconense a centenares de musulmanes de toda España. "Desde el consistorio se respeta el derecho a la libertad de asociación y de expresión siempre dentro de los límites que marca la legalidad vigente".

Sin respuesta política

Para Serroukh, no obstante, la postura del ayuntamiento no es más que una continuación de "la connivencia" política en España con el islamismo. "No se trata de un tema religioso, sino político, que promueve un discurso que pone directamente en peligro nuestra forma de vida", dice la activista, en referencia al Congreso.

Serroukh señala que esta "connivencia" es especialmente grave en Cataluña, donde "las fisuras sociales y políticas que ha generado el independentismo en los últimos años las ha aprovechado el islamismo para penetrar en la sociedad". "Nadie dice nada porque hay un cálculo de votos en una comunidad autónoma donde ya hay muchos municipios que tienen más población musulmana que local. Y tampoco se dice nada porque nadie quiere ser el primero en admitir el fracaso de la inmigración y el multiculturalismo, porque han sido incapaces de generar un marco común de convivencia. Sencillamente, porque con el Islam no es posible", asegura.

El único grupo parlamentario en la cámara catalana que ha exigido públicamente a la Generalitat que cancele la celebración del Congreso es Vox. El concejal de la formación en Torredembarra y diputado por Tarragona, Javier Ramírez, envió una carta formal tanto al alcalde de la localidad como a los consejeros del gobierno autonómico en la que considera "inaceptable" que se permita un Congreso donde los ponentes se pronunciarán en contra de "los derechos fundamentales de las mujeres".