La oncóloga andaluza Alicia Quílez pierde su plaza titular en Baleares por no acreditar un B2 de catalán

La oncóloga andaluza Alicia Quílez pierde su plaza titular en Baleares por no acreditar un B2 de catalán

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La oncóloga andaluza Alicia Quílez pierde su plaza titular en Baleares por no acreditar un B2 de catalán

Actualmente en Francia ultimando su tesis doctoral, la andaluza trabajó para en el hospital ibicenco durante tres años desde la pandemia.

24 septiembre, 2024 11:07

La oncóloga Alicia Quílez se ha quedado sin ser oncóloga titular en Ibiza porque no tiene acreditados sus conocimientos de catalán con un título B2. La médico andaluza, de 36 años, tiene aprobada la oposición, plaza fija y llevaba tres años ejerciendo en la consulta.

La doctora se incorporó al servicio de oncología médica del hospital de Can Misses, uno de los pocos que antes de la pandemia no tenía ni lista de espera ni demora para los tratamientos.

Según apuntó ABC, Quílez se ha quedado "excluida" del concurso oposición al no haber acreditado su conocimiento sobre el catalán.

La médico tiene un amplio currículum y experiencia en otros servicios médicos. No en vano, la andaluza es oncóloga médica por la Sociedad Europea de Oncología (ESMO) y miembro del comité científico de la Sociedad Europea de Oncología Médica (SEOM). Está especializada en tumores de mama y ginecológicos.

En su currículum también cuenta con la experiencia de haber estado en el Presbyterian Hospital de Nueva York, el Royal Marsden de Londres y la Clínica Universidad de Navarra.

Además, el citado medio asegura que habla inglés, francés y entiende a la perfección catalán. "No se puede proteger una lengua a costa de desatender la salud", ha explicado.

La médico ha denunciado también que las plazas quedaron desiertas y, a la postre, han sido ocupadas por médicos que no han acreditado el nivel de idioma requerido en el concurso oposición. 

Por el momento, la andaluza se ecnuentra en el Centre Hospitalier Universitaire de Saint-Étienne, donde ultima su tesis doctoral. Ahora le tocará pelear por la plaza en los despachos, consciente de que el proceso podría alargarse durante años.