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Nadie se sorprendió en un conocido restaurante de la zona alta de Barcelona, el pasado fin de semana, al ver sentada en una mesa un poco apartada a la infanta Cristina, a su hijo Pablo y a la novia de este, Johanna Zott. El segundo hijo de la hermana del Rey cumplía 24 años el pasado 6 de diciembre. Aun así, nadie sacó una tarta y no hubo velas, por lo menos de forma pública, pero la exduquesa de Palma de Mallorca quiso estar con su vástago en una jornada tan señalada.

Cuando decimos que a nadie le sorprendió, este medio se refiere a que Cristina ya pasa más tiempo en suelo español que en Suiza, país en el que vive desde 2013. Entonces, la presión que tenía encima por culpa la implicación de su entonces marido, Iñaki Urdangarin, en el Caso Nóos se hizo insoportable para sus cuatro hijos y para ella. Ahora, entre Madrid y la Ciudad Condal, la exduquesa de Palma prácticamente vuelve a vivir en España.

Las visitas de la Infanta a Barcelona son asiduas. A esta ciudad acude cada dos semanas para apoyar a su hijo en los partidos que disputa en la Liga Asobal de balonmano con su actual equipo, el Fraikin Granollers. Suele hacerlo acompañada de la novia de Pablo con la que mantiene una cercana y cordial relación, tal y como han demostrado en numerosas ocasiones. Ambas han compartido asientos en las gradas, donde se han dejado ver cómplices compartiendo conversación y risas.

La infanta Cristina y Johanna Zott en uno de los partidos de Pablo Urdangarin.

La infanta Cristina y Johanna Zott en uno de los partidos de Pablo Urdangarin. Gtres

Este plazo de visitas no es fijo, ya que la hermana mayor del Rey no quiere coincidir con su exmarido, Iñaki Urdangarin, que también quiere ir a ver a su hijo a algunos partidos,. Por ello, vía intermediaria, deciden a qué encuentros va uno y a cuáles otra. "Es una herida sin cerrar, pero que va curando. No quiere encontrarse con él y menos si va con su nueva pareja, que fue el otro día a verle jugar por primera vez. La infanta Cristina está bien, serena, tranquila e ilusionada con ciertos planes, pero eso no significa que pueda sentarse con Iñaki y su novia a animar a Pablo. Dudo mucho que eso ocurra alguna vez", cuenta a EL ESPAÑOL una amiga íntima de la exduquesa de Palma.

2025, un año tranquilo

Tras el tsunami que sacudió su vida, parece que la Infanta ha conseguido, poco a poco y con mucho esfuerzo, encontrar la serenidad. Alejada de los focos y centrada en desarrollar su nuevo camino de manera independiente, tanto de su exmarido como de sus cuatro hijos, este 2025 parece que será para ella, el primer año tranquilo de muchos.

"Ella tampoco pide mucho más. Estar tranquila porque la serenidad ya la ha conseguido tras mucho trabajo. Ahora quiere comenzar de nuevo y pensar solo en ella. Cosa que lleva mucho tiempo sin poder hacer", apunta la misma fuente. Tras firmar el divorcio hace justo casi un año, es una mujer libre, justo tres años después de que salieran a la luz las fotografías de su exmarido y Ainhoa Armentia, uno de los momentos más "humillantes y duros" de su vida.

Sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene viven ya todos fuera de la residencia familiar de Ginebra, en Suiza, y cada uno lo hace de manera independiente en un punto distinto de Europa. Tres de ellos tienen pareja y se han enamorado de personas que la Infanta ya conocía desde hacía tiempo. Son descendientes de familias cercanas de las que se puede fiar y quedar tranquila.

La familia del Rey en la boda de Almeida y Teresa Urquijo.

La familia del Rey en la boda de Almeida y Teresa Urquijo. Gtres

"Uno de los miedos que siempre tenía es que sus hijos se enamoraran de alguien que solo quisiera aprovecharse de su notoriedad o de la familia a la que pertenecen, pero, todo lo contrario. Está feliz con las elecciones que han hecho", explica a este medio esta amiga de Cristina. "Aunque no son del todo independientes. Por ejemplo, Miguel vive en Zarzuela con la reina Sofía desde hace más de un año, así que la infanta también viaja mucho a Madrid, como es natural", añade.

La vida de sus hijos

El primogénito de los Urdangarin Borbón reside en Londres desde hace varios años. El joven de 25 años es uno de los mejores apoyos de su madre con la que siempre ha mantenido una relación muy estrecha. Según las personas cercanas a la familia, Juan es el más tímido de los cuatro hermanos. A pesar de ser una persona muy familiar, ha conseguido que sus visitas a España a ver a los suyos pasen casi desapercibidas.

Juan Urdangarin y la infanta Cristina.

Juan Urdangarin y la infanta Cristina. Gtres

Juan Urdangarin se graduó en Relaciones Internacionales y Comercio por la Universidad de Essex y actualmente trabaja para una empresa cuyo fin es potenciar el uso de coches eléctricos en el mundo. Se trata de Extreme E, propiedad de Alejandro Agag, marido de Ana Aznar. Juan reside en la capital británica compartiendo piso con un compañero de trabajo.

El segundo de los hermanos Urdangarin Borbón es Pablo, que cumplió 24 años el pasado 6 de diciembre. Aunque jugó un par de temporadas en el Fútbol Club Barcelona, equipo de balonmano con el que su padre, Iñaki, logró sus mayores triunfos, en la actualidad juega en el Fraikin Granollers mientras estudia Sports Mangement. Vive solo en un piso propiedad de su madre en el barrio de Pedralbes, aunque pasa mucho tiempo en casa de su novia Johanna Zott, con la que comparte su vida desde hace varios años.

En el palacio de la Zarzuela, en la zona de residencia donde vive la reina Sofía y la princesa Irene de Grecia, reside también Miguel, el tercer hijo de la infanta Cristina. Estudió Biología Marina en Inglaterra y logró unas prácticas que se han convertido en empleo en Madrid, por lo que se instaló en la capital. Fue en esta ciudad en la que se reencontró con una antigua amiga de su colegio suizo, el Ecolint, que ha terminado siendo su novia. Se trata de Olympia Beracasa, de una de las familias más ricas de Venezuela y que estudia Comunicación y Medios en la IE University de Madrid.

Miguel Urdangarin en el Mutua Madrid Open 2024.

Miguel Urdangarin en el Mutua Madrid Open 2024.

Y, por último, la única chica de los hermanos, Irene, se encuentra ahora mismo estudiando en Oxford, Inglaterra. Puede que la benjamina de la familia haya sido la que más ha tardado en encontrar su camino. Tímida y discreta, según quien la tiene cerca, ha estado mucho tiempo sin decidir qué rumbo tomar. Hasta que apostó por vivir un tiempo en España tras decidir tomarse un año al no lograr entrar en la universidad que pretendía, en Lausana. En este tiempo en Madrid se sacó el carné de conducir, estudió idiomas y paso un cuatrimestre en Camboya.

Fue en esta época en la que se enamoró de Juan Urquijo, actual cuñado de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, e íntimo amigo de su prima Victoria Federica. "Cuando se publicó que salía con Juan casi le da algo. Irene es una chica muy tímida. Lo pasa fatal con los medios de comunicación detrás, esto fue una de las razones de la marcha familiar a Suiza. Ella entonces era una niña y no era capaz de soportar la persecución que sufría cada día. Ahora, ya mayor y enamorada, intenta aceptar que es un personaje público, muy a su pesar. Lo acepta e intenta seguir con su vida como si nada", explica a este diario una amiga de su madre.

Centrarse en sí misma

Con todos sus hijos encaminados, la Infanta ha decidido comenzar a centrarse en sí misma. Una de las primeras cosas que ha hecho ha sido recomprar el piso que compartía en Barcelona con su exmarido, Iñaki Urdangarin, en el barrio de Pedralbes. Esta propiedad fue el primer hogar de la pareja cuando se casaron en octubre de 1997. Aunque muchos han pensado que este era el paso definitivo de Cristina para mudarse y fijar su residencia en España, lo cierto es que esto, por ahora, no va a pasar.

"Las cosas son más sencillas de lo que todo el mundo cree. La infanta Cristina tiene fijada su residencia fiscal en Suiza. No tributa en España, al igual que su padre, y no vuelve porque tendría que pagar muchos más impuestos de los que paga allí. Ahora mismo no le interesa. Quien sabe en el futuro. Así que el piso de Pedralbes es donde está viviendo Pablo, su hijo, y ya veremos qué hace de aquí a un tiempo", cuenta la misma fuente.

La infanta Cristina de Borbón y Grecia.

La infanta Cristina de Borbón y Grecia.

En el plano laboral, la hermana del Rey continúa con su labor en La Fundación La Caixa. Su labor le obliga a desplazarse por todo el mundo: este verano estuvo en Mozambique y recientemente ha estado en países como Perú o India. La infanta Cristina fue directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa durante 26 años, donde estuvo a cargo de programas y proyectos dirigidos a favorecer el desarrollo socioeconómico sostenible y la mejora de la salud global en las poblaciones más vulnerables del mundo.

Licenciada en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid y Relaciones Internacionales en la Universidad de Nueva York, la infanta trabaja actualmente en Isglobal, además de seguir vinculada a la Fundación La Caixa a través de la Fundación Aga Khan. Lleva tantos años en este ámbito que tiene libertad absoluta de movimiento, por lo que para viajar a España no es un problema, de hecho, en muchas ocasiones se acerca a la sede central del banco para el que trabaja y que está situado en la Diagonal de Barcelona para mantener reuniones. Entre la ayuda que recibe de su padre, el Rey Emérito, y su sueldo, la exduquesa no tiene que preocuparse en el aspecto económico.

Pero la verdad es que ahora se acercan fechas complicadas para la Infanta. En las fiestas navideñas, la hija del rey Juan Carlos tenía una agenda muy marcada para estos días cuando compartía su vida con su exmarido. La familia Urdangarin Borbón pasaba la Nochebuena en el palacio de la Zarzuela con los Borbón y Grecia para luego pasar la Navidad en Vitoria, en casa de la que era su familia política. Todo se reunían en la mesa de la madre de Iñaki, Claire Liebaert.

Las Navidades de la Infanta

Desde que se separó del exjugador de balonmano, las visitas a la capital vasca el 25 de diciembre se terminaron, por lo que la exduquesa de Palma pasa todas las fiestas en el palacio de la Zarzuela con su madre, la emérita Sofía, su hermana, la infanta Elena, sus sobrinos, Felipe y Victoria, sus cuatro hijos y la princesa Irene de Grecia. "Los primeros dos años se le hizo cuesta arriba, pero ahora ya, una vez asumido todo, ella lo lleva bien. Disfruta de los suyos y, además, este año tiene planes con su hermana y sus amigas, así que van a ser unas navidades diferentes", revela la misma fuente.

Y es que la Infanta ha encontrado en sus amigos, los que ha mantenido en España, un círculo de amistades que ha estado con ella en los buenos y malos momentos y con ellos pasa el tiempo cuando viaja a nuestro país. Además de su madre, la reina Sofía y su hermana, la infanta Elena, una de sus grandes aliadas, desde que eran adolescentes, es su prima Alexia de Grecia. Con ella vivió en Barcelona durante su juventud y las dos han mantenido una relación muy cercana hasta hoy en día. Aunque la hija de Constantino de Grecia vive en Lanzarote junto a su marido, Carlos Morales, y sus hijos, las primas nunca han perdido el contacto e incluso la infanta suele visitarles en Canarias varias veces cada año, como en febrero cuando pasó allí los Carnavales.

Otra persona en la que se apoya es María Escudero, con la que compartió piso un tiempo durante su estancia en Nueva York donde la infanta Cristina estudió un máster en Relaciones Internacionales. El marido de Escudero, el abogado y consultor (fue asesor de Amancio Ortega durante tres décadas) Antonio Camuñas, forma parte también de su círculo más cercano. Por ello, se ha visto a la Infanta compartiendo fiestas de cumpleaños y encuentros con otros amigos en común como Antonio Resines y su mujer, Ana Pérez-Lorente.

Antonio Resines y Ana Pérez-Lorente.

Antonio Resines y Ana Pérez-Lorente. Gtres

Consuelo García Priz, viuda de José Manuel Lara, dueño del grupo Planeta, fue su gran amiga en Barcelona en sus momentos más complicados durante el Caso Nóos. En el círculo de amigos de la Ciudad Condal de la Infanta también están la diseñadora Cristina Castañer, la pediatra Victoria Fumadó (que fue regatista y ayudó a buscar su primer piso en Barcelona a la Infanta); Marta Mas, la arquitecta y armadora del Azur de Puig, el barco que patroneó la hermana del Rey, o el matrimonio formado por el regatista Roberto Molina y su mujer, Cristina Fernández.

"Han sido siempre su mejor apoyo y ahora que ya no necesita su consuelo, le ayudan a disfrutar del tiempo libre que pasa en España", cuenta la misma amiga de la familia. Estos amigos son los propietarios de la famosa furgoneta negra en la que se mueve la hija de Sofía cuando viaja a la capital catalana. Se trata de un vehículo que los paparazis no tienen controlado, así que se puede mover con sus escoltas con más discreción por la ciudad.

La infanta Cristina, quiere pasar desapercibida y llevar una vida relajada en España cuando está de visita, "porque para ella sería una verdadera pesadilla convertirse de nuevo, en la mujer más buscada de España", sentencia la misma persona.