Tania López llegó a España para trabajar y acabó en una red de prostitución.

Tania López llegó a España para trabajar y acabó en una red de prostitución. Cedida

Reportajes

La lucha de Amparo Blandón por sacar a su hija de una red de prostitución en España: "Se enamoró y no la he vuelto a ver"

Tania López de 24 años ha sido vista en una zona de Sevilla conocida por la presencia de mujeres dedicadas a la prostitución. 

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Hans Lawrence Ramírez
Publicada

La última vez que un vecino vio a Tania López de 24 años en Sevilla fue por la noche en un lugar llamado Carretera Amarilla, una zona conocida de la ciudad por ser un sitio donde se encuentran prostitutas. "Ahí la han visto bien maquillada y hablando con hombres. La tienen dedicada a eso", cuenta desesperada la madre de la joven, Amparo Blandón.

Esta mujer lleva 15 meses viviendo un calvario repleto de zozobra ya que desde noviembre de 2023 su hija no se ha comunicado con ella y las noticias que le llegan no son para nada alentadoras. Blandón es una nicaragüense de 58 años y desde su país de origen cuentan a EL ESPAÑOL el periplo por el que atraviesa después de que su hija llegara a España para trabajar y acabara en una red de prostitución.

Blandón no tiene recursos para viajar a España a rescatar a su hija, así que ha buscado ayuda en la organización Mujeres Supervivientes (MS) de Sevilla y le ha enviado una carta a la Policía Nacional de esa ciudad para que busque a la joven. Tanto MS como la familia creen que Tania López puede "estar siendo víctima de explotación sexual", según se lee en la misiva.

Tania López es madre de un niño de 5 años y desde noviembre de 2023 no ha hablado con él.

Tania López es madre de un niño de 5 años y desde noviembre de 2023 no ha hablado con él. Cedida

Desde que dejó de comunicarse con su hija, Blandón ha tratado de contactar a sus conocidos en Sevilla para que puedan ayudarle a encontarla y también ha hecho publicaciones en redes sociales rogando por información sobre López. "Les pido de todo corazón, ayúdenme a encontrar a mi hija", implora la madre en varios anuncios de Facebook.

A través de sus publicaciones algunas personas de Sevilla han contactado a Blandón y le han dicho que a López la han visto entrar y salir del edificio 31 de la calle Mirlo, del barrio Los Pajaritos, el kilómetro cero del crimen en Sevilla. A escasos 900 metros, sobre la Avenida de Andalucía, en Carretera Amarilla, el 11 de febrero de este año un hombre la vio por última vez junto a otras prostitutas.

Blandón sostiene que López no estaría prostituyéndose voluntariamente, sino que acabó en una red dedicada a esto. La madre insiste en que su hija está siendo obligada por un hombre español al que López conoció en Sevilla y con quien inició una relación meses atrás. "Ella solo quería ganarse la vida y el novio la metió en eso", asegura.

Un año sin hablar con su hija

Blandón relata que Tania López llegó a España el 12 de noviembre de 2022 con el objetivo de trabajar y enviar dinero para su familia que vive en Nicaragua. La joven pronto encontró empleo como camarera en un bar de Sevilla y se comunicaba casi a diario con su madre y con su hijo, quien hoy tiene 5 años y no para de preguntar por ella. "Ya no sé qué decirle al niño. Le tengo que mentir y decirle que su madre vendrá pronto a verlo", dice Blandón en medio del llanto.

En el bar donde trabajaba, López conoció a un hombre del que se enamoró. Empezaron una relación en abril de 2023 y lo presentó por videollamada con su madre. Pocos meses después, en noviembre, la joven le contó que su pareja le sumistraba drogas y después de esa llamada, comenzó el drama de Amparo Blandón, quien jamás volvió a hablar con su hija.

"Solo me llegaron mensajes extraños y el que respondía las llamadas era ese hombre", detalla y sospecha que, además de darle drogas, le cogió el teléfono a López para que no se comunicara más con su familia. De hecho, en las cuentas de Facebook y TikTok de la joven, sus últimas publicaciones son del 23 noviembre de 2023, justo cuando dejó de llamarle a su madre.

Tania López llegó a España para ganarse la vida, pero su familia cree que acabó en una red de prostitución

Tania López llegó a España para ganarse la vida, pero su familia cree que acabó en una red de prostitución Cedida

Hasta la fecha, cada vez que Blandón llama al teléfono de su hija, le responde ese hombre y le dice que López está bien, que está ocupada, que se comunicará con ella más tarde. Esa llamada nunca llega. Además, Blandón le pide fotos, pero el hombre se niega a enviarlas y rechaza las videollamadas.

En la carta enviada por la organización Mujeres Supervivientes a la Policía Nacional de Sevilla, detallan que este hombre ha expresado "en varias ocasiones" estar en compañía de López, pero "nunca ha proporcionado fotografías ni realizado videollamadas que confirmen su presencia junto a ella, aun cuando ha sido una solicitud expresa de la familia".

Además, MS insiste en que el hombre "ha brindado versiones inconsistentes y contradictorias" sobre el paradero de López.

Un pasaje a España

Amparo Blandón es una mujer que vive en pobreza. En su país se dedica a vender comida para sobrevivir, y ha comenzado a juntar dinero para venir a España y buscar ella misma a su hija.

Hasta el momento la recolecta de dinero no va muy bien, dice. Ha juntado menos de 500 euros en 7 semanas y necesita al menos 5.000 para pagarse los billetes de avión, hospedaje, alimentación y demás gastos necesarios.

También ha pedido apoyo al Ministerio del Interior de Nicaragua, pero le dijeron que no sabían cómo ayudarla. También ha ido a la embajada de España en ese país, y le explicaron que lo mejor es que ella viaje personalmente y presente una denuncia en la Policía Nacional para que se hagan las investigaciones y comiencen labores de búsqueda de la joven.

Mientras consigue el dinero, el tormento de Amparo Blandón solo aumenta. Se mantiene cerca de su teléfono con la esperanza de que su hija finalmente le llame y que todo lo vivido en los últimos 15 meses no haya sido más que una pesadilla. "Espero que cuando pueda viajar a buscarla ya no sea muy tarde", dice.