“Creemos que se trata de un secuestro ya que descartamos completamente que se haya ido por su voluntad. Iba vestida con unos pantalones rosas muy claritos, una sudadera gris y unas Victoria negra”. Valeria Quer escribía este mensaje a través de la red social Instagram poco después de conocerse la desaparición de su hermana Diana. “La última vez que se la vio fue sobre las 3.15 a.m.”, explicaba la joven de 16 años en el mundo virtual; un escenario en el que ha volcado sus inquietudes y comentado algunos de los aspectos de la investigación. Porque, para ella, el caso sólo puede tener un final: “Sé que va a aparecer”.
Las pesquisas de la desaparición de Diana Quer se encuentran bajo secreto de sumario. Este sábado se cumplen 28 días desde la última vez que se le vio, en plenas fiestas patronales de A Pobra do Caramiñal. La joven madrileña de 18 años veraneaba en el municipio coruñés con su madre -Diana López-Pinel- y su hermana Valeria.
La investigación alcanzó un fuerte eco mediático, entre otros motivos, por las circunstancias en las que se registró el episodio: Los agentes de la Guardia Civil -los mismos que resolvieron el caso de la niña Asunta Basterra- no encontraron indicios para descartar o reforzar ninguna hipótesis. La primera opción pasaba por la actitud de un feriante que aquella noche había increpado a varias jóvenes. “Me estoy acojonando, un gitano me está llamando”, escribió Diana por WhatsApp a un amigo. Pero tras tomar declaración al hombre, el Instituto Armado lo desvinculó del caso. Enseguida se volvió al mismo punto muerto del principio.
“Estamos desesperados”, reconocía entonces la menor de las dos hermanas. Lo hizo a través de una red social (Ask.fm) en la que cualquier usuario, incluso de forma anónima, le puede preguntar sobre cualquier aspecto. El portal, muy frecuentado por gente de su edad, es un espacio en el que comentan circunstancias de su vida privada. Valeria Quer llega a contestar decenas de comentarios en un mismo día.
Registro y preguntas en A Pobra
Los agentes de la Guardia Civil registraron la casa en la que Diana Quer veraneaba en busca de pistas que sirvieran en la investigación. Allí se encontraron con la ropa que Valeria había descrito en su primer mensaje y entonces cobró fuerza la hipótesis de que la joven hubiera pasado por casa para cambiarse y volver a la calle. La fuga, no obstante, no tenía fuerza dentro de estas posibilidades: Diana se había marchado sin su DNI, sus tarjetas y sin más ropa que la que tenía puesta.
“Estamos en una casa que tenemos aquí en la que veraneamos”, explicaba Valeria en esta red social. Desde allí respondía activamente y mencionaba que no podía abandonar la vivienda: “Periodistas everywhere”. Otro usuario le respondía: “Joder con los periodistas”. A lo que ella replicaba: “Lo respeto, es su trabajo”.
Fue en ese momento cuando saltó la noticia de que, días antes de la desaparición, Diana había discutido fuertemente con su madre. Así lo confirmaron sus vecinos y de nuevo reapareció la hipótesis de la fuga. Pero Valeria se apresuró a desmentir esta información.
A la vez que se hicieron los registros, la Guardia Civil preguntó a Valeria y a Diana López-Pinel sobre varios aspectos de la vida privada de la joven desaparecida. Toda información era valiosa en un momento en el que apenas había hilos de los que tirar.
Las idas y venidas de los agentes, la falta de noticias y, sobre todo, la ausencia de Diana Quer, estaban hundiendo a Valeria “en un pozo sin fondo”: “Se me está haciendo muy duro, todo me recuerda a ti -explicaba en una carta publicada en su página de Facebook-. No quiero darme cuenta de que esto ha pasado, esto es una pesadilla Diana, tiene que serlo. No sería capaz de vivir sin ti”.
#Dianavuelveacasa
Durante días, y volviendo a la red social Ask.fm, Valeria Quer respondía a las preguntas que le lanzaban con un hashtag: "#Dianavuelveacasa". Reconocía estar saturada por la cantidad de comentarios que recibía y no dudaba en responder a aquellos que auguraban un desenlace fatal a la historia.
También hacía algunas elucubraciones sobre cuándo podría volver su hermana Diana a casa.
Y, dentro de esta convicción, Valeria puso en marcha una campaña para que la gente, incluso desconocidos, le mandara vídeos con mensajes de apoyo. Ella los pondría todos seguidos cuando su hermana volviera a casa. "Hola, tenemos muchísima seguridad de que mi hermana está bien, pero me gustaría que fuerais mandándome vídeos con algo que se os haya quedado pendiente decir o que la pueda ayudar a volver", afirmaba.
Todas las hipótesis abiertas
El rastreo del teléfono móvil de Diana Quer permitió a los investigadores saber con certeza que en la noche de su desaparición se movió en un coche, fuera o no contra su voluntad. El padre de la joven, Juan Carlos Quer, rechazó ante los medios la posibilidad de un secuestro por motivos económicos: no habían recibido ninguna llamada exigiendo ningún rescate.
Pero la posibilidad de un secuestro con otras motivaciones no queda completamente descartada. Los usuarios de Ask.fm así se lo trasladaron a Valeria: "Puede que el que tiene a tu hermana esté ahora mismo leyendo tu ask". A lo que la joven respondió: "Pues le diría que ganaría mucho más devolviéndola viva que muerta, gracias". Pero la conversación no se quedó ahí.
La custodia
A medida que iban pasando los días y escaseaban las noticias sobre el paradero de la joven, se conocían más datos sobre la vida de los Quer. Los padres, Juan Carlos y Diana, llevaban tiempo separados; las dos hijas solían escaparse de casa, pero regresaban al día siguiente o daban señales de dónde estaban. Y, en esas circunstancias, se supo que Diana López-Pinel había perdido la custodia de su hija Valeria. Fue un juzgado gallego -el número 2 de Ribeira- el que tomó la decisión.
Las pesquisas de la Guardia Civil volvieron entonces al entorno más próximo a Diana Quer. El padre reconoció en una entrevista que, aunque lo desconocía antes de la desaparición, su hija debía tener algunas amistades "poco recomendables" y que podrían estar relacionados con casos de delincuencia. Poco después, la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado tomó declaración durante seis horas a la madre de la joven desaparecida.
El bombardeo de preguntas a través de las redes sociales seguía sobrepasando a Valeria, que escogía a quiénes responder y a quiénes no. Las cuestiones se centraban en su mayoría en la investigación, bajo secreto de sumario, y no eran excesivamente comedidas.
"Empezar de cero"
Pasadas tres semanas de la desaparición de Diana, Valeria ya empezó a lanzar mensajes en los que manifestaba su aspiración de "empezar de cero": "Quiero cambiar, ser otra", expresaba.
Estos mensajes se alternaban con las fotos y vídeos que subía a su cuenta de Instagram en los que pedía a su hermana que volviera. En ellos aparece la menor cantando y mostrando imágenes de su hermana, o bien muestra una habitación llena de velas y fotografías de las dos juntas. "¿Quieres olvidarte de tu hermana?", le preguntaban en las redes. "Jamás, principalmente porque sé que va a aparecer", respondía.
Pero, a pesar de todo, Valeria expresa su voluntad de seguir adelante y no anclarse en la desaparición de su hermana, Diana: "Soy feliz, mi hermana no está pero sé que va a aparecer y eso me hace aún más feliz".
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