Eran las seis de la mañana de este miércoles cuando varios vecinos de la calle Adolfo Suárez de Arcos de la Frontera (Cádiz) llamaron a la Policía Local. Lo hicieron para advertir a los agentes de que estaban escuchando una pelea en la que se entremezclaban golpes, gritos y el llanto de un niño. Los ruidos procedían del portal número cinco de dicha vía, donde convivían Isidro Sánchez (44 años) y Sara Bernal (31 años) junto al hijo de ambos, un bebé de ocho meses.

Al personarse allí los policías, a quienes acompañaron también una pareja de guardias civiles, nadie abrió la puerta. Todo era silencio en ese momento. Les impedía actuar de inmediato el hecho de que no existiera una denuncia previa por maltratos

Sin embargo, varios agentes se quedaron frente al portal por si volvían a escucharse aquellos gritos y aquel llanto. Pero a las 8 de la mañana, Isidro decidió salir de la casa en la que vivía con Sara, quien está embarazada de 4 meses El hombre se entregó y les dijo a los guardias civiles: "Hagan lo que tengan que hacer. Se ha producido una desgracia".

Portal de la casa en la que vivían Isidro, Sara y el hijo de ambos, de ocho meses. A.L.

Cuando los agentes accedieron a la vivienda encontraron al bebé tirado en el suelo. La madre, que padece sordera, presentaba múltiples contusiones en todo el cuerpo. Pese a que los guardias civiles trataron de reanimar al niño, no les fue posible. Su padre le había asfixiado hasta la muerte.

Aunque se está a la espera de los resultados de la autopsia, el delegado del Gobierno en Cádiz, Antonio Sanz, señaló que todos los indicios apuntan a que Isidro taponó la boca de su hijo hasta dejarle sin respiración. Este jueves pasará a disposición judicial. 

Tras la detención de Isidro, al que se le acusa de homicidio y de maltrato, los servicios sanitarios trasladaron a Sara hasta el hospital comarcal Virgen de las Montañas, ubicado en Villamartín (Cádiz). Desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se explicó a EL ESPAÑOL que la madre del bebé asesinado presentaba "contusiones leves" y que su vida no corrió peligro.

EMBARAZADA Y MADRE DE OTRA HIJA

A sus 31 años, Sara Bernal habría sufrido maltrato desde hace meses, pero nunca se atrevió a denunciar. Desde mayo de 2014 era pareja de Isidro, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz).

El detenido pasará a disposición judicial este jueves.

Según cuentan varios vecinos y allegados, Sara se encontraba a mitad de un nuevo embarazo, aunque ni desde el SAS ni desde el Ayuntamiento de Arcos confirman este dato. Otras fuentes no oficiales aseguran que sí, que la agredida esperaba otro hijo y que el feto no habría padecido daños.

La delegada de Seguridad Ciudadana y teniente de alcalde de Arcos, María José González, explica que la pareja y su bebé eran usuarios del Programa de Protección de Familias y Menores, ofrecido por los servicios sociales del ayuntamiento de la localidad.

"Se les daba ayuda psicológica, laboral y de otras materias. También recibían asistencia económica porque ambos estaban desempleados. Formaban una familia notablemente desestructurada". 

UN TÍO SE HACÍA CARGO DEL BEBÉ

Varios vecinos cuentan que, en realidad, ninguno de los dos padres prestaba atención al bebé, y que era un hermano de Isidro quien se lo llevaba durante días y semanas para cuidarlo. "Este martes mismo lo dejó con la madre a mitad de tarde. La pena es que el padre matara al niño horas después", explica una mujer. 

La delegada de Seguridad Ciudadana de Arcos de la Frontera señala también que Sara Bernal tiene una hija de 10 años nacida en el seno de una relación anterior a la que mantenía con Isidro.

Sara Bernal, de 31 años, recibió una paliza de su pareja. Según varios vecinos, está embarazada de nuevo.

En la actualidad, la menor vive con su abuela ya que a la madre le arrebataron la custodia por diversos motivos, entre ellos por la ausencia continuada de la niña al colegio. 

Ayer, las banderas del Ayuntamiento de Arcos de la Frontera ondeaban a media asta y con crespones negros en recuerdo al bebé asesinado. El alcalde de la localidad gaditana, Isidoro Gambín, decretó para este jueves un día de luto. Servirá para que el pueblo llore la muerte de un bebé y la agresión machista de su padre a su madre. 

Por suerte, Sara Bernal salvó la vida. En lo que va de año, 30 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o maridos. EL ESPAÑOL narra la vida de todas ellas en la serie de reportajes 'La vida de las víctimas'

En EL ESPAÑOL también contabilizamos el caso de Noemí Dávila: no fue víctima mortal, pero su pareja, Vladimir Valdovinos Ibacache, se tiró de una ventana del hospital La Paz junto a la bebé de ambos para vengarse de ella. En total, dicha serie contabiliza 30 mujeres asesinadas más el caso de la bebé y su madre.

Otra vertiente de la violencia machista es la ejercida contra los hijos que agresor y agredida tiene en común, o los que las mujeres aportan al inicio de una nueva relación.

Con el asesinato este miércoles de un bebé de ocho meses, son ya seis los menores muertos a manos de sus padres o las parejas de sus madres en lo que va de año, cinco más que en el mismo periodo de 2016. De los seis menores fallecidos, cinco de ellos eran hijos del asesino y uno de la madre.

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