“Aquellos agentes de la Policía Nacional, Policía Municipal o Guardia Civil que quieran mejorar su puntería apuntándose a cursos privados de tiro, serán expedientados y/o sancionados”.
Este extremo, que ha sido confirmado por la propia Guardia Civil, ha indignado a numerosos efectivos de estos cuerpos de seguridad. Protestan agentes y sindicatos porque se están practicando inspecciones sorpresa en centros privados de tiro. El objetivo es intentar detectar a policías que estén allí practicando tiro por su cuenta, al margen de los cursos oficiales. Esa práctica conlleva una amonestación y hasta una multa económica que puede ascender a los 3.000 euros.
La indignación en el cuerpo es generalizada. Lamentan los policías que el entrenamiento de la puntería aquí en España para las fuerzas de seguridad es escaso. “Existe un Plan Nacional de Tiro que es insuficiente para nuestras necesidades. Disparamos poco. Apenas se trabaja. Todo aquel que decide mejorar su puntería tiene que hacerlo por su cuenta y pagándolo de su bolsillo”, cuentan desde un sindicato policial.
NO CON TU ARMA
El problema es que, además de tener que buscarse la vida para aprender a disparar mejor, además de invertir tiempo libre y presupuesto propio, los agentes se ven obligados ahora a esconderse para llevar a cabo estas prácticas. La Benemérita y la Jefatura Superior de la Policía Nacional no admiten este tipo de entrenamientos externos. No al menos con el arma reglamentaria. Ni mucho menos con el uniforme.
Este tipo de cursos están organizados e impartidos por Netpol (Instituto Superior de Seguridad Pública). Y desde ahí ha surgido la idea de iniciar un proceso de recogida de firmas para darle la vuelta a la situación. Quieren que se regularicen estas prácticas privadas por el bien del agente y del ciudadano. “Mejorar la prácticas de tiro es una formación extra que no va a perjudicar a nadie. Al contrario, es ganar en seguridad” cuenta un agente de la Policía Nacional. Asegura que él no ha tenido problemas al respecto “porque no me he apuntado a ningún cursillo, pero sí que conozco caso de policías municipales a los que han expedientado por haberlos encontrado haciendo prácticas en un centro privado”. A estos agentes, además del expediente de rigor, les puede caer una multa que oscila entre los 600 y los 3.000 euros.
CUATRO EXPEDIENTADOS
Cuenta El Confidencial Digital que recientemente, en el centro de tiro privado 'Dehesa Boyal' (San Sebastián de los Reyes), fueron detectados cuatro policías locales llevando a cabo uno de estos cursos privados de tiro. Aunque disponían del permiso de la administración local, que es de quien depende la policía municipal, estos ejercicios no estaban autorizados por la Unidad de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, que es la que rige este tipo de prácticas. Los cuatro policías fueron expedientados.
¿Por qué los agentes quieren perfeccionar su técnica de tiro? Se debe al hecho de que consideran insuficiente la formación que reciben en el cuerpo. “Viendo cómo están las cosas, cualquier formación es poca. Si a eso además le unimos que la preparación oficial que facilita la policía en este sentido es mínima, nos encontramos con que los agentes tenemos que salir a la calle sin las garantías necesarias. Es un riesgo para nuestra vida”, cuenta ese mismo agente de la policía nacional.
SÓLO FORMACIÓN REGLADA
¿Por qué no les dejan afinar su puntería con cursos privados? “Porque no está regulado”, sentencian desde la Guardia Civil. “Las prácticas de tiro oficiales se llevan a cabo en una actividad que se llama 'Patio' y se desarrolla periódicamente. Esta es la única formación reglada que existe”, explican.
Entonces, ¿está prohibido que un policía vaya a disparar a un centro privado? “Para nada. Cualquiera puede ir a uno de esos lugares a disparar a título personal. Lo que no pueden es hacerlo con el arma reglamentaria o con el uniforme policial. Si ellos quieren ir de paisano y con su pistola propia, nadie se lo va a impedir y no van a incurrir en ninguna irregularidad. Pero si usan el arma reglamentaria, acarrea sanción” aclaran desde la Benemérita.
“La preparación de tiro con la que sale un policía de la academia es más que suficiente. Estas prácticas no oficiales se están llevando a cabo porque hay muchos agentes que son aficionados al tiro y utilizan las armas de la policía para ello. Aquí radica el problema. Esto no está regulado y, como tal, puede conllevar la apertura de un expediente” relatan desde Guardia Civil, que inciden en que “si esas prácticas las organizamos nosotros, tenemos los seguros y las garantía suficientes para responder si hay algún problema. Pero si esos policías tienen un accidente mientras están en esas prácticas extraoficiales… ¿a quién le reclaman?” preguntan desde Guardia Civil.
ENFADO EN LOS SINDICATOS
¿Qué dicen los sindicatos policiales?: “Nos parece una barbaridad que se estén poniendo trabas a los policías que sólo quieren formarse. Si la Guardia Civil o la Policía Nacional no son capaces de sacar adelante un Plan Nacional de Tiro, como es su obligación, al menos que no obstaculicen a los agentes que quieren mejorar”, cuenta Gabriel Retamar, secretario de ASP (Alternativa Sindical Policial).
Retamar insiste en que “las prácticas son insuficientes. No se practica el tiro dinámico, que es disparar a objetivos en movimiento. Las prácticas oficiales sólo contemplan el tiro estático, a un objetivo inmóvil, que es algo que no se parece a la realidad”. Además, desde el sindicato denuncian que “se tendrían que hacer prácticas de tiro cada tres meses, pero en ocasiones el instructor sólo va por la mañana, por lo que los compañeros que están trabajando a esas horas no pueden llevarlas a cabo”. Incluso en estas prácticas hay irregularidades: “Estamos hartos de quejarnos de que en esas prácticas de tiro no haya ni siquiera una ambulancia por si hay algún incidente. Si dicen que nos prohíben estas prácticas privadas para protegernos de algún accidente, están mintiendo”, declara Retamar.
Respecto a que el problema de esta cuestión radique en que los policías hagan cursos extraoficiales con el arma reglamentaria, Retamar subraya que “nos dicen que somos policías las 24 horas del día. No sé dónde está el problema en el hecho de que cada agente lleve su arma reglamentaria. Creo que es una especie de excusa para justificar que no se están haciendo las cosas bien. El policía tiene que protegerse y proteger a la ciudadanía. Si quieren un buen cuerpo de policía, que lo paguen. Que nos paguen la formación adecuada. Y si no lo hacen, al menos que no nos castiguen por hacerlo por nuestra cuenta”.