Si Puigdemont necesita razones para volver a sentirse español, aquí va una que debería considerar seriamente: volvemos a ser campeones del mundo de karaoke.
España ha vuelto a arrasar en esta disciplina de la que somos potencia mundial. Recuperamos así un cetro que perdimos en 2015 en Singapur. El motivo de la derrota fue que el periodista que firma este texto (es decir, yo), acompañó a la expedición española a aquel festival y les trajo el cenizo. Ahora, con el gafe a muchos kilómetros de distancia, España ha vuelto a arrasar. Con una selección conformada por una drag-queen, una camarera, un cocinero y una comercial, La Roja del karaoke ha impartido un clínic de canto e interpretación en el sudeste asiático.
El pucelano Jhony Calleja se ha proclamado campeón del mundo en el festival Ising 2017 celebrado en Myanmar. Nacido en Valladolid en 1989, regenta un local de conciertos y cabaret en su ciudad natal, donde también actúa. Desde los 17 años trabaja como drag-queen. Su faceta de transformista ha sido fundamental en su victoria, dado que el jurado ha valorado mucho su espectacular puesta en escena.
Podría decirse que en mujeres también hemos ganado, aunque no sería del todo cierto porque la categoría femenina ya no existe. El formato del concurso ha cambiado y ahora las categorías son individual y duetos. Lo que sucede es que nuestra representante femenina en categoría individual, la algecireña Rocío Pozo, ha quedado en tercera posición. Se ha llevado el bronce y ha sido la mujer mejor clasificada. Con las reglas antiguas hubiéramos hecho doblete.
Cambio de reglas
Han cambiado la reglas, ha cambiado la organización y ha cambiado hasta el nombre. Tras la edición de 2015 se dio un conflicto entre los países participantes y el concurso acabó roto. La mitad de los países abandonaron y montaron un concurso paralelo. De hecho, España ni siquiera participó en la edición 2016 celebrada en Canadá. Como ven, el cenizo que aportó este periodista en 2015no se limitó a la mala clasificación de España. Es que directamente me cargué el festival.
La fractura en el certamen llevó a España a acogerse a este nuevo formato. Un mundial de karaoke que ya no lleva la palabra karaoke en su nombre. Cosas del karaoke. “Era importante quitarle el nombre, por una cuestión práctica. La palabra karaoke lleva implícitas unas connotaciones cutres, de bares, de borrachos cantando. Todo eso le quitaba seriedad, al menos en España”, confiesa Karlos Hurtado, seleccionador español. La solución ha sido borrar todo rastro de karaoke en el certamen. Ni lo llevan en el nombre, ni los participantes leen ya la letra de la canción en una pantalla. El concurso ha mutado a algo más profesional, a un formato más similar al de otros eventos como Eurovisión. Ahora se llama Ising. “De todos modos, todos tenemos nuestro origen en los karaokes, que es una de las grandes canteras de artistas”, reivindica el seleccionador.
La televisión pública de Myanmar
En Asia, por contra, el karaoke es casi religión. Una disciplina que se toma muy en serio. Tanto, que la primera edición de este festival fue emitida por la televisión pública de Myanmar. El concurso se convirtió en un auténtico fenómeno mediático en este país asiático antes llamado Birmania. Jhony Calleja reconocía que la entrevista que le hicieron como ganador fue una de las escenas más surrealistas de su vida: “Los periodistas de Myanmar no sabían inglés. Le trasladaban las preguntas a un intérprete birmano, que se las traducía al inglés a Tamara, una de las integrantes del staff del equipo español. Ella me las traducía al castellano. Yo le contestaba a Tamara, ella se lo decía en inglés al intérprete birmano y él contestaba a los periodistas de Myanmar”.
Jhony Calleja empezó a cantar en el coro de su colegio de monjas. Desde muy joven tuvo claro que quería subirse a los escenarios. Aún no era mayor de edad y ya se ganaba la vida como drag-queen por escenarios e su región. En 2012 se presentó al campeonato de España de karaoke, pero no logró una gran clasificación. En 2015 volvió a la carga y quedó segundo. Como a la tercera va la vencida, volvió a probar en el campeonato nacional de este año, celebrado en un crucero entre Barcelona y Francia. Y esta vez ha ganado. Esa victoria le dio el pase a este mundial que se ha celebrado en la ciudad de Yagon (Myanmar). Jhony, como el resto del combinado español, ha estado preparando el torneo en Chinchilla de Montearagón (Albacete) durante casi un mes. Allí, en un polígono industrial, tiene su centro de operaciones la selección española.
De este proceso de entrenamiento salió el repertorio con el que Jhony ha sentado cátedra en Asia: Rocío Jurado, Celine Dion, Il Volo y Luciano Pavarotti han conformado el poker ganador. “La canción que escogí para la última ronda fue la interpretación que hacía Luciano Pavarotti del Nessun Dorma (de Puccini). Cuando me subí en el escenario y empecé a cantar me dio una especie de mareo. Perdí la noción un poco de todo. Cuando acabé pensé que lo había hecho fatal, porque en reaalidad no fui consciente. Canté por inercia. “Lo he hecho fatal”, les dije a todos cuando bajé. Me preguntaban si estaba loco y me contestaban que lo había hecho genial. Y parece que sí porque gané”, relata Calleja.
La Beyoncé española
Nuestra candidata femenina fue la gaditana Rocío Pozo. Conocida en el mundial como 'La Beyoncé española' apostó precisamente por la artista norteamericana para su ultima actuación, lo que le aupó hasta la tercera posición por detras de Jhony Calleja y el representante filipino. Ambos varones. Rocio se convertía así en la primera mujer clasificada del mundial. Esta algecireña nacida en 1986 es camarera en su ciudad natal, pero tiene pasión por el karaoke desde niña: “Mis padres me compraron uno el día de mi comunión y desde entonces he estado cantando en orquestas de ferias”, recuerda.
¿Y en duetos? También hemos tocado la gloria con la punta de los dedos. Hemos quedado segundos. El dúo conformado por la comercial Jenny Tomás y el cocinero Víctor Castillo se hizo con la segunda plaza al interpretar una canción de Andrea Bocelli y Celine Dion. Ambos son de Barcelona y también son pareja fuera de los escenarios. Con este segundo puesto hacemos un pleno: el cantante masculino se llevó el oro, el dueto la plata y la representante femenina el bronce. No sólo hemos ganado, sino que además nos hemos traído todo el muestrario de premios.
La dolorosa fractura
En esta última edición, sin embargo, se ha echado en falta uno de los duelos más esperados en los mundiales de karaoke: el que enfrenta a España con Panamá, otra de las potencias mundiales del torneo. Los centroamericanos han decidido quedarse con la organización antigua. Se ha perdido el 'Barça-Madrid' del mundial de karaoke. Todo por culpa de la fractura. La maldita fractura nos ha dejado sin El Clásico.
La expedición española ya ha vuelto a Europa con la maleta llena de trofeos. En breve se prepararán las rondas previas para el campeonato nacional 2018, donde esperamos volver a dar un golpe de autoridad encima de la mesa. El mundial de karaoke nos ha demostrado que las fracturas y las separaciones sólo debilitan, y que Puigdemont tiene un motivo más para estar orgulloso de ser español. Después de la decisión de bancos y empresas de irse de Cataluña, y de la apabullante victoria este viernes de la selección española de fútbol contra la potentísima Albania, parece que la vorágine independentista se ha calmado. Ya sólo faltaba este mundial para que la fractura sanase. Sintámonos orgullosos. Volvemos a ser grandes en karaoke. Carles, quédate.