"La élite no quiere que la veas": así se gestó el fenómeno de taquilla apoyado por la ultraderecha en EEUU

Sound of Freedom (Sonidos de libertad), un thriller religioso protagonizado por Jim Caviezel (La Pasión de Cristo), ha sido el éxito sorpresa de la taquilla cinematográfica en Estados Unidos, donde ha recaudado la impresionante cifra de 40 millones de dólares tras seis días de estreno y con una promoción fuera de los circuitos tradicionales.

Se estrenó el martes 4 de julio y recaudó 14,2 millones de dólares en su primer día en cartelera, redondeando la cifra hasta 40 millones para el domingo. La película con Harrison Ford recaudó 60 millones en su primer fin de semana en Estados Unidos y Sound of Freedom 40, poca diferencia si tenemos en cuenta que el presupuesto de la segunda fue de solo 14 millones de dólares frente a los casi 300 de la superproducción de Disney.

Con esos datos se situó tercera en la taquilla nacional de Estados Unidos, por detrás de Insidious: La puerta roja e Indiana Jones y el dial del destino. Tras fracasos tan sonados como el de The Flash y la recaudación muy por debajo de las expectativas de Indiana Jones, su éxito sorprende, especialmente, teniendo en cuenta que no tuvo ninguna promoción en la prensa generalista y especializada antes del estreno.

[El nuevo proyecto de Javier Bardem: una película sobre la Fórmula 1 con Brad Pitt y el equipo de 'Top Gun']

¿Cuál ha sido la clave de su éxito? Entre otras cosas, una estrategia de promoción diferente que ha recurrido a iniciativas poco convencionales, con fuerte presencia en redes sociales dirigida a un perfil demográfico específico, y respaldada por grupos de medios de comunicación religiosos, conservadores de ultraderecha.

Si ese es su público, no hay nada objetable, pero ¿por qué el éxito de una película que denuncia el tráfico infantil ha despertado tantas alarmas? Porque Sound of Freedom ha sido vinculada al controvertido grupo QAnon, que entre otras cosas, estuvo detrás de la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de EE. UU. 

De qué va

Inspirada en hechos reales, la película sigue a Tim Ballard, de la Operación Ferrocarril Subterráneo (O.U.R. en sus siglas en inglés), el personaje interpretado por Jim Caviezel, un agente especial de Investigaciones de Seguridad Nacional, que persigue y captura a depredadores de menores en Internet en Estados Unidos.

Ballard salva a un niño llamado Miguel de ser explotado por la trata de seres humanos, sólo para descubrir que tiene una hermana, Rocío, que sigue siendo esclavizada. La niña se encuentra en Colombia, por lo que el agente forma un equipo con la embajada estadounidense y la policía local para salvar a Rocío y a otros niños de tráfico infantil y explotación sexual. También forman parte del reparto Mia Sorvino, Bill Camp y Eduardo Verástegui.

[Las diez mejores series de 2023, por ahora]

Quién está detrás del proyecto

Está escrita y dirigida por Alejandro Monteverde, director mexicano de Bella, película que ganó el premio del público en el Festival de Toronto de 2007. También fue incluida en el top 10 del mismo año de La Oficina para el Cine y la Radiodifusión de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, porque presenta un "mensaje afirmativo provida", junto con "temas de autoperdón, reconciliación y redención que deberían resonar profundamente".

Su productor es Eduardo Verástegui, antigua estrella de telenovelas, que se reservó un papel en la película porque está en sintonía con sus creencias católicas. Verástegui aboga contra el aborto a través de la organización Manto de Guadalupe, la cual fundó, según afirma, tras preparar su papel en Bella, para el cual visitó una clínica en la que practicaban abortos. 

Santiago Abascal y Eduardo Verástegui en el Foro Internacional sobre la Mujer Embarazada de 2021. Eduardo Verástegui en Facebook

Desde hace varios años, Verastegui está involucrado en el activismo político conservador y de derechas. También se opone a la eutanasia, al matrimonio homosexual y a la adopción homoparental. Y tiene conexión con España. En 2009 recibió el premio HazteOir.org y en 2020 firmó la Carta de Madrid, el manifesto redactado por la Fundación Disenso del partido conservador español Vox, que describe a los grupos de izquierda como enemigos de Iberoamérica implicados en un "proyecto criminal" que están "bajo el paraguas del régimen cubano...".

El principal portavoz de la película es su protagonista, Jim Caviezel. En 2021, durante un acto de promoción de la película que tiene ahora en cartelera, el actor respaldó elementos de la teoría QAnon en su participación en la "Conferencia sobre Salud y Libertad" en Oklahoma. En el acto participaron promotores de QAnon, como L. Lin Wood y Michael Flynn.

Caviezel mencionó que el Tim Ballard original tenía previsto estar en la conferencia, pero que estaba "salvando a víctimas de la trata y víctimas del adrenochroming", una práctica cuya existencia sugieren los seguidores de QAnon. Según afirman, los niños son raptados para recolectar su sangre y obtener una droga llamada adrenocromo, destinada a las élites liberales, porque ofrece una experiencia psicodélica y promete la inmortalidad.

En octubre del mismo año, Caviezel habló en Las Vegas en la conferencia "For God & Country: Patriot Double Down", donde mencionó la necesidad de luchar contra "el tráfico sexual infantil, Satán y los valores liberales". Afirmó que "la tormenta está sobre nosotros", un lema usado por QAnon, haciéndose eco de la creencia en una batalla final contra el mal.

Tim Ballard, la persona real que la película convierte en héroe salvador, ha participado en teorías de conspiración falsas adyacentes a Q, como cuando afirmó que en la tienda Wayfair también se vendían niños: "Los niños se venden así", afirmó. Su organización tiene afinidades con la extrema derecha y acusaciones de blanqueo de dinero y malversación de fondos.

Su campaña Save Our Children ha sido combustible para las teorías conspiratorias de Q, como el Pizzagate, que afirmaba que en la trastienda de una pizzería de Washington existía una red de prostitución pedófila gestionada por Hillary Clinton, en la que también se realizaban rituales satánicos en los que se sacrificaban niños.

"La élite no quiere que la veas"

La película iba a ser distribuida inicialmente por 20th Century Fox antes de que Disney adquiriera el estudio. Tras la adquisición, Disney guardó el proyecto en un cajón hasta que años después Angel Studios consiguió hacerse con los derechos. 

Esta información ha sido usada como parte de la campaña de la película en redes sociales, en la que también se afirma que ninguna plataforma de streaming ha querido distribuirla "porque no quieren que se sepa la verdad", ya que, según afirma la teoría de Q, Hollywood es el epicentro al que se destinan las víctimas del tráfico infantil.

Angel Studios, con sede en Utah, y responsable de la popular serie sobre Jesucristo The Chosen, recaudó 5 millones de dólares en dos semanas gracias a una mezcla de micromecenazgo e inversores particulares para ayudar a distribuir la película.

La estrategia de promoción ha recurrido a iniciativas poco convencionales y muy fructíferas que demuestran la capacidad de organización de la ultraderecha, su poder de convocatoria y su eficacia al elaborar mensajes sencillos.

Sitio web de Sound of Freedom

La sección de venta de entradas al cine de la web oficial de la película se titula "Cómo puedes ayudar", pues la idea es que yendo al cine se está ayudando a difundir un mensaje que Hollywood está censurando, a sacar a la luz una verdad que otros quieren mantener oculta, y a acabar con el tráfico infantil (aunque no expliquen cómo).

Y aquí viene la estrategia más curiosa y que tan buenos frutos le han dado a la distribuidora, hay una opción llamada "Pay It Forward", que permite pagar entradas por anticipado para que pueda descargarlas alguien que no tenga cómo pagarlas. Por lo que quien colabora no solo está ayudando a difundir el mensaje, también está haciendo una buena obra ayudando a alguien menos afortunado.

Casi 3 millones de dólares de las ventas del día del estreno se obtuvieron a través de este sistema que la empresa vendió como una forma de concienciar sobre el tráfico de niños.

Además, tiene toda otra amplia sección llamada "Cómo apoyar 'Sound of Freedom'" con carpetas de materiales gráficos con las que los espectadores interesados en propagar el mensaje pueden compartir imágenes de "la película número 1 en Estados Unidos", cómo comprar entradas, cómo conseguirlas gratis... diseñadas para cada red social y en diferentes versiones.

También textos recomendados para añadir en las publicaciones y varios hashtags. Diseños para vallas, audios para radios, anuncios para televisión, varios vídeos, códigos para embeber en web, para enviar correos electrónicos... Y enlaces a Rotten Tomatoes explicando cómo dejar una reseña, donde actualmente tiene un 99% de valoración positiva de la audiencia. En IMDb, tiene una puntuación de 8,6 con un 73,4% de puntuaciones de 10 sobre 10.

La crítica profesional le ha dado una aprobación del 76% en Rotten Tomatoes. El crítico de Variety, Owen Gleiberman, dijo que "es una película convincente que arroja una luz auténtica sobre uno de los horrores criminales cruciales de nuestro tiempo, uno de los que Hollywood ha rehuido casi siempre".

Mike Klee de Rolling Stone, en cambio, dijo que "El thriller con tintes de QAnon sobre el tráfico de niños está diseñado para apelar a la conciencia de un boomer adicto a la conspiración".

En Variety apuntan que los analistas de taquilla señalan que es digno de mención que Sound of Freedom haya conseguido colarse entre las cinco películas más taquilleras del país en pleno verano, una época del año tradicionalmente reservada a los grandes éxitos de acción, las secuelas de superhéroes o las comedias románticas.

"La fuerte respuesta a las películas religiosas refleja la demanda de un público desatendido, ávido de entretenimiento que refleje sus valores y creencias", afirma Paul Dergarabedian, analista principal de ComScore. Un público que, desde luego, ha demostrado ser entusiasta, fiel y dedicado.