Crítica: 'Citadel', la segunda serie más cara de la historia, es tan pobre que solo tiene dinero
La última serie de Amazon Prime Video es una calamidad, con una historia vista mil veces, donde no luce la inversión y su reparto carece de carisma.
Amazon Prime Video estrena el viernes 28 de abril Citadel, su nuevo megaproyecto encargado a los hermanos Russo, expertos en grandes blockbusters de acción y sagas como diferentes películas Marvel (Vengadores: Infinity War y Endgame, entre ellas), El agente invisible en Netflix o algunos fastuosos proyectos que tienen entre manos como The Electric State.
Citadel se estrena con el gran cartel -pero también la gran losa- de ser "la segunda serie más cara de la historia", solo por detrás de El Señor de los Anillos: Los anillos de Poder (465 millones de dólares para 8 episodios), también de Amazon. Su presupuesto se ha ido hasta la friolera de más de 200 millones en 6 episodios, en medio de sobrecostes y diferencias creativas que no eran nada halagüeñas.
También con la ambiciosa misión de tener que sentar las bases para una franquicia global que pretende desarrollar la plataforma de streaming. Los planes detrás de esta serie es que les permita desarrollar diferentes spin-offs a nivel internacional donde cada país desarrolle una serie derivada con una historia y un equipo local que se una a la mitología general del universo Citadel. Actualmente, se están rodando series sucesivas en Italia y la India. El resultado de todo esto no os sorprenderá.
La serie arranca con la caída de Citadel, una agencia internacional de espionaje que no pertenece a ningún país y que se encarga de velar con independencia por la seguridad internacional. Los agentes de Manticore, un poderoso sindicato que mueve los hilos del mundo desde las sombras, son los responsables.
Dos agentes, Mason Kane (Richard Madden) y Nadia Sinh (Priyanka Chopra Jonas), consiguen sobrevivir al jaque de la malévola organización, pero pierden todos sus recuerdos. 8 años más tarde volverán a unirse para impedir que Manticore establezca un nuevo orden mundial. Los dos espías se embarcarán en una misión que les llevará por todo el mundo en su lucha por detener al sindicato.
Bajo esta premisa, los dos primeros de la serie producida por Anthony y Joe Russo es una sucesión de escenas grandilocuentes que pretenden ser un festival de acción trepidante y sin pausa, intentando dejar al espectador sin respiración y hacer valer cada dólar que han invertido en ella con coreografías de acción, tiroteos y explosiones.
Pero todo queda en un mero fuego de artificio por culpa de los pocos argumentos del guion y una dirección llevada a cabo por Newton Thomas Sigel que dista de estar a la altura de las exigencias del proyecto.
Los dos primeros episodios pretenden sentar precipitadamente y obligadamente las bases de un universo que se mueve entre lo insulso y lo manido. Un vago reciclaje del género de tomo y lomo, en el que si el arte es tomar prestado, Citadel saquea sin remordimiento a sagas como James Bond, Misión Imposible o Jason Bourne, entre otros títulos icónicos que han sentado las bases del género.
Digamos que el lore de Citadel que se construye en el arranque de la serie para presente y futuras producciones se resume en: 1. una organización internacional de agentes especiales que vela por la seguridad mundial y 2. que es destruida por otra organización malvada que pretende dominar el mundo. Y con esto ya estaría para arrancar una franquicia. Ni a nivel mitológico ni estético la serie producida por los Russo ofrece más elementos que el espectador pueda identificar y a los que pueda decidir entregarse.
A todo ello, se suma el poco carisma y la nula química que destilan sus dos protagonistas, Richard Madden y Priyanka Chopra Jonas. Dos de los actores más sosos del star system de Hollywood, para los que esta serie no representa una excepción como demuestran en varias escenas. Mención especial a una del segundo episodio que pretende ser cómica y que queda en algo incomprensiblemente "raro".
Cuesta entrever los objetivos detrás de la dirección de casting (más allá del impacto de Priyanka Chopra en India, un mercado muy importante y donde ya hay un spin-off en desarrollo) de la que se salvan Stanley Tucci, un secundario infalible, y Lesley Manville, uno de los pocos personajes que aporta algo interesante a la trama.
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Quizás la única baza de Citadel para tener recorrido más allá del primer impacto, que seguro que será extenso gracias a la gran maquinaria de Amazon, sea su sorprendentemente corta duración. La primera temporada cuenta con solo 6 episodios. Y siendo un drama de acción, todos están por debajo de los 40 minutos. Lo que consigue que se vean de una forma ágil.
Es alarmante para el panorama seriéfilo y la industria televisiva cómo Amazon, que ha producido las que son actualmente las dos series más caras de la historia, las haya convertido en dos de las mayores decepciones que hemos visto en los últimos años (por que sí, Los Anillos de Poder no es una buena serie).
No solo porque no estén a las alturas de las expectativas que generan presupuestos tan exagerados, si no porque las han reducido tanto a lo meramente económico que resulta ofensivo. Parece que en Amazon crean que "solo" hace falta dinero para hacer una buena serie y se olviden de lo más importante en todo arte, la parte creativa. Especialmente el guion en las series de televisión. Como decía mi padre, Citadel "es tan pobre que solo tiene dinero".
A favor y en contra
Te gustará si:
- Eres tan fan de los thrillers de espías que eres capaz de anular el juicio.
- Buscas una serie corta y entretenida para pasar el rato y no le pides demasiado.
- Me gustaría tener más argumentos, pero os estaría mintiendo.
No te gustará si:
- Te gusta ver series de calidad.
- Te encanta el género de espías y buscas una nueva saga a la que engancharte.
- Eres fan de películas como 'James Bond', 'Misión Imposible' o 'Bourne' y todo te resulta ya visto.
Nota: 1/5