Si te gustó ‘Gone Girl’ tienes que ver esta miniserie: un adictivo thriller de venganza de solo 6 episodios

De Gone Girl a La favorita o Killing Eve, uno de los logros del feminismo es que las protagonistas femeninas cada vez necesitan menos justificarse, ser moralmente intachables o intentar gustar a todos. Ahora pueden ser no solo antiheroínas, también villanas en la historia sin que sus acciones sean cuestionadas. Puede parecer una tontería, pero eso también es progreso y, lo más importante: hace más rica y entretenida la ficción.

En esa misma línea puede encajarse Senderos peligrosos, una miniserie protagonizada por Jenna Coleman (Doctor Who, La serpiente) y Oliver Jackson-Cohen (La maldición de Hill House) basada en la novela de homónima de BE Jones, un adictivo thriller de venganza lleno de giros locos que nos mantienen enganchados a la pantalla.

Ellos interpretan a Liv y Will son jóvenes, increíblemente guapos y viven en un espectacular loft de Nueva York. Son la postal de la pareja perfecta. Todo va bien hasta que un día Liv descubre que su marido le ha sido infiel. En ese momento sus peores miedos se hacen realidad, porque lo último que desea en la vida es convertirse en su madre: la mujer engañada.

Tiene solo 3 episodios y se ve en una tarde: una serie de época con Lily James, Andrew Scott y Dominic West

Cuando ella lo confronta él se disculpa entre lágrimas. "Fue el mayor error de mi vida", "no significó nada", "solo fue una aventura de una noche", "no volverá a pasar", "siento que te hayas enterado así"... Lo típico y, por tanto, insuficiente.

'Senderos peligrosos' (Wilderness)

Es la mejor adaptación de Elena Ferrante y está en Netflix España: una joya nominada a tres Oscar

A partir de ese momento, cada parada del viaje de postal se convierte entonces en el escenario perfecto para su nuevo sueño: matar a su marido y que parezca un accidente.

Su encanto, además de unas interpretaciones sólidas y una duración de solo seis episodios, radica en que no intenta en ningún momento subvertir el género o en hacer una fábula de empoderamiento femenino, sororidad y crecimiento personal: su protagonista es simplemente una mujer herida y furiosa. 

Senderos peligrosos es consciente de que su protagonista sería calificada hasta hace no mucho como "loca" o "histérica", y lo abraza haciendo una alusión directa a Atracción fatal cuando Liv se define como "hierve conejos" (Bunny Boiler). 

Liv no es una heroína ni una antiheroína, es una mujer que se siente traicionada, que está enfadadísima y que lo único que quiere es vengarse de la rata de dos patas que tiene por marido y acabar para siempre con él. No en vano la canción de la cabecera es Look What You Made Me Do de Taylor Swift.

Todos estos elementos conforman una propuesta que además de entretenida es realmente refrescante, porque estos thrillers noventeros adultos ya no se hacen. Senderos peligrosos nos recuerda lo mucho que los echamos de menos.