Glenn Close ('Teherán'): "El progreso es real, pero las mujeres fuertes nunca lo van a tener fácil"
Apple TV+ estrena la segunda temporada de su thriller de espías internacional que incorpora un fichaje de lujo a sus filas en su regreso.
8 mayo, 2022 02:54Noticias relacionadas
Ahora nadie arquea la ceja cuando en el mismo mes se estrenan series de estrellas de la gran pantalla como Nicole Kidman, Michelle Pfeiffer, Viola Davis, Julia Roberts y Sean Penn. A principios de siglo la tele estaba considerada como un medio de segunda que los actores de cine no debían pisar jamás si no querían que el mundo pensara que estaban acabados. Glenn Close fue el primer gran nombre en aceptar un papel regular en televisión.
Primero en The Shield (con un personaje protagonista en su cuarta temporada) y después como la icónica Patty Hewes de Daños y perjuicios, la ocho veces nominada al Oscar vio más allá de los prejuicios. Ahora con Teherán, la premiada serie israelí de Apple TV+, se lanza a un nuevo territorio: la ficción internacional que no entiende de idiomas y fronteras.
Close se dejó seducir por un trepidante thriller centrado en la tensa relación entre Irán e Israel que en 2021 se llevó el prestigioso Emmy Internacional a la mejor serie dramática gracias a su primera temporada. La ficción israelí cuenta la historia de Tamar, una háker y agente del Mosad que se infiltra en Teherán bajo una identidad falsa para ayudar a destruir el reactor nuclear de Irán. En los nuevos episodios, la joven espía debe hacer frente a una crisis de identidad con la ayuda de una psiquiatra inglesa residente en Irán y que tiene su propia agenda.
“Después de la primera temporada, estábamos hablando de diferentes actores para el personaje de Marjan y surgió el nombre de Glenn Close”, recuerda la creadora y productora ejecutiva Dana Eden. ”Pensamos que sería absolutamente perfecto si ella lo hiciera. El resto es historia”. La actriz de Las amistades peligrosas quedó hechizada por “unos guiones extraordinarios” y por la oportunidad de enfrentarse a nuevos retos en una carrera extraordinaria que abarca cuatro décadas: “Nunca había rodado en persa, ni me había dirigido un cineasta israelí ni había trabajado en Grecia”. A sus 75 años, se lanzó a la aventura en plena pandemia. Otra más.
¿Cómo acaba una actriz como Glenn Close haciendo una serie israelí como Teherán?
Una de las principales razones por las que quise formar parte de Teherán era que se iba a ver en una plataforma global. Realmente agradezco que Apple TV+ esté interesada en contar historias de otros países y culturas que no estén contadas necesariamente en inglés. Creo que es importante que este tipo de relatos tengan la oportunidad de llegar a todas partes. Estoy segura de que ese va a ser el futuro de la industria y quería formar parte de él. En una de las primeras escenas que rodé, mi personaje está en el hospital. Ahí aparecía un guarda de seguridad. Después me enteré de que en realidad el personaje que lo interpretaba era un refugiado iraní. Fue una revelación simbólica de lo que es participar en una serie como esta.
Tu personaje es una psicóloga y al mismo tiempo una agente del Mosad. ¿Qué fue lo que te ayudó a meterte en la mente de un personaje como este?
Lo primero que hice fue leer tanta documentación como me fue posible en el tiempo que tenía para prepararme antes del rodaje. Estuve leyendo mucho sobre la historia de Irán. Me ayudó a entender esa parte de la trama. Sentía que mi personaje tenía que saber todo eso. También trabajé en los orígenes de Marjan Montazeri con los guionistas. Fue una mujer que conoció a su marido en la universidad mientras estudiaba en Inglaterra. Era un hombre iraní y los dos se convirtieron en psiquiatras. Después tuvieron que volver a su país, donde tuvieron hijos y montaron una consulta en la que trabajaron al principio sobre todo con soldados veteranos de la guerra entre Irak e Irán.
Ella ha abrazado Irán como si fuera su propio país, pero después de ver tanta muerte sus principios y opiniones fueron evolucionando hasta que se dio cuenta de que quería intentar ayudar a que Irán se convirtiera en un país libre. Hay una escena maravillosa que fue muy importante y formativa para mí, cuando Tamar le pregunta a Marjan por qué ha elegido trabajar con el Mosad isarelí. Marjan tiene sus razones, básicamente porque cree que ellos van a cumplir lo prometido. Eso es lo que le motiva.
¿Cómo fue enfrentarse a un idioma como el persa?
No estoy tan segura de haber aprendido persa, sino que aprendí a hacer los sonidos del persa. Es un idioma hermoso y para prepararme a fondo realmente debería haber estado estudiando durante un año, pero solo tuve dos meses. Al principio se trataba de entrenar mi boca para formar palabras de una manera diferente a como lo haces con el inglés. No lo hago a la perfección, pero dado que mi personaje es originario del Reino Unido, era algo encajaba con la lógica de la historia.
Llevas cuarenta años trabajando en el cine. Las historias se han globalizado, pero también ha cambiado la posición de la mujer en la industria. ¿Crees que la evolución es real?
La situación ha cambiado mucho, especialmente desde que empecé a trabajar en los años 80. Y todavía está cambiando. El movimiento #MeToo ha tenido muchas consecuencias positivas. Las mujeres se están acercando a la paridad salarial y cada vez tenemos un impacto mayor en las historias que se están contando. Creo que eso ya no tiene vuelta atrás. Ahora la industria está poniendo de su parte para que los repartos y los equipos de las series y películas sean más diversos. Todo eso es maravilloso. El progreso es real. Mírame a mí, tengo 75 años y sigo trabajando. De todas formas, creo que las mujeres fuertes siempre van a resultar problemáticas para el sistema. Nunca lo van a tener fácil.
Hablas de cómo las cosas nunca son fáciles para las mujeres fuertes, ¿qué clase de situaciones te has encontrado tú y cómo aprendiste a lidiar con ellas?
La vida y las relaciones te enseñan lo que necesitas saber. En mi trabajo me he encontrado con problemas en algunos proyectos a los que no estaba dispuesta a renunciar. Fíjate en una película como La buena esposa. Tuvimos problemas para encontrar un actor que quisiera participar en una película llamada así. Es ridículo, pero cosas así pasan en América. Tuvo que llegar un inglés sensato [Jonathan Pryce] para aceptar hacer el personaje e hicimos una película maravillosa juntos.
Siempre me he sentido como una extraña en Hollywood. Es un sitio al que solo voy a trabajar, mi casa está en la costa este. Empecé en el teatro y siempre quise ser muy selectiva con los proyectos que participaba. No siempre soy consciente de todo lo que pasa entre bambalinas en esta industria, pero espero que cada vez haya más mujeres en los despachos donde se toman las decisiones. No es que los hombres no se preocupen porque haya una situación de igualdad para todos, pero es más fácil si estamos representadas. En los 90 produje algunas películas y tuve que pelear mucho. Te tienes que obligar a decir: no voy a renunciar a lo que quiero hacer. Es importante tener un currículo y una experiencia que demuestre que puedes lidiar con todo lo que pueda surgir. Tienes que ser una persona en la que la gente quiera invertir, no solo desde un punto de vista económico, sino emocional.
Has conseguido muchas cosas en tu carrera. ¿Qué sueños te quedan aún por delante?
Sigo encontrando fascinación, curiosidad, alegrías y desafíos en mi trabajo. Me gustaría seguir encontrando personajes y proyectos que me intriguen lo suficiente como para lanzarme a la aventura. No creo que eso vaya a terminarse por ahora.
El primer episodio de la segunda temporada de 'Teherán' ya está disponible en Apple TV+.
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