En la saga interminable de secuelas, spin-offs y crossovers en las que han derivado las grandes superproducciones de superhéroes, El Escuadrón Suicida emerge como un planteamiento fresco y divertido: villanos obligados por el Gobierno a luchar del lado del bien ocupándose de las misiones que ni los superhéroes quieren hacer. Un "dream team" con Margot Robbie, Will Smith, Jared Leto y Cara Delevingne para interpretar a un grupo variopinto y delirante.
Pero el primer tráiler desvelado en la Comic-con del pasado julio dejaba un poso amargo a los fans: la sensación de que la película no iba a ser divertida. La melancólica banda sonora parecía indicar que estábamos ante otra película de lúgubre introspección en la psique del superhombre en la línea de la trilogía de El Caballero Oscuro de Cristopher Nolan. Pero lo que vimos en verano era un montaje apresurado para adelantarse a las filtraciones: el auténtico tono del film promete un desparrame.
La elección de Bohemian Rhapsody de Queen para contrastar la situación de estos personajes presos, furiosos, enloquecidos y desesperados por aceptar cualquier cosa es brillante. Confirma por otra parte que la productora y editora DC está intentando imitar el éxito que logró su competidora Marvel con Guardianes de la Galaxia, presentando un grupo heterodoxo de personajes unidos por las circunstancias que hacen el bien pese a ellos mismos y en los que la música ochentera juega un papel especial.
Tenemos ocasión de ver a Will Smith en la piel de Deadshot, uno de los asesinos más letales de DC: aunque en su encarcelamiento parece un patán que solo puede defenderse con sarcasmos de las agresiones de los guardas, una vez se pone sus revólveres-muñequeras se convierte en una máquina de matar.
Lo acompañan personajes como Slipknot, a quien vemos cubierto de sogas porque es su arma predilecta. Y El Diablo, con sus tatuajes faciales de calavera, un villano menor capaz de provocar incendios al tacto. Cocodrilo, interpretado por el televisivo Adewale Akinnuoye-agbaje, es un enemigo de Batman al que una enfermedad cutánea le ha dado un aspecto monstruoso y un rencor hacia la humanidad que le conducen al crimen y el canibalismo.
Completan el reparto la experta en artes marciales Katana y el Capitán Boomerang, que ya desde el nombre es difícil tomarse en serio. Interpretado por Jai Courtney, promete ser el payaso del equipo. Podemos verle escaqueándose del combate para tomarse una cerveza.
Y hablando de payasos... con permiso de Will Smith, Margot Robbie en el papel de Harley Quinn y Jared Leto en la nueva y controvertida encarnación del Jóker prometen acaparar el protagonismo. En los cómics, ambos mantienen una enfermiza relación: ella era su psiquiatra hasta que se enamoró de él, y pasa a convertirse en villana y a consentir todos los abusos a los que el criminal psicópata la somete por un amor que raya la obsesión.
El tráiler no indica en qué dirección se explorará esta relación y si habrá triángulo amoroso con el personaje de Will Smith como parecía indicarse en un primer momento, pero hay una escena reveladora en el que el Jóker parece estar sosteniendo el cuerpo de Harley Quinn en el agua mientras su pintura se diluye. En otras escenas sus secuaces disfrazados parecen estar atacando el manicomio de Arkham, donde empezó su relación.
Y también podemos echarle un buen vistazo a Cara Delevingne, tanto con el rostro al descubierto como caracterizada como La Encantadora, poseída por un espíritu demoníaco que habría encontrado bajo tierra. Ahora, un posible spoiler que se maneja entre las teorías de los fans:
Se sabe poco de la amenaza a la que se enfrenta el Escuadrón Suicida en la película: por un lado a soldados enteramente cubiertos de negro y por otro a un poder capaz de destrozar una ciudad y poseer a personas en una red de tentáculos. Esto podría indicar que el personaje de Delevingne es el verdadero villano. Una escena del tráiler en la que habla de "hacer algo divertido" con una sonrisa malvada ante una pantalla con el logotipo de la Casa Blanca podría indicar su verdadero objetivo.
Lo que queda claro es que la película va a jugar todas sus cartas de humor gamberro y sexy, como demuestra Rick Flagg, el único "tipo bueno" embebido en el equipo, al mirar descaradamente el trasero a Harley Quinn mientras se escandaliza de que reviente el escaparate de una joyería. Pero nos deja una duda: ¿dónde está Batman, y cómo engarzará el film con la segunda parte de El hombre de acero? En el primer tráiler veíamos al caballero oscuro asaltar el deportivo rojo que conduce el Jóker, pero la escena está ausente esta vez...