1. ¿Hacer del origen de la última crisis económica un espectáculo? ¿Basarse en Wall Street para hacer una comedia criminal? Sí, si eres Adam McKay.
2. Experto guionista del SNL y creador de Funny or Die, la cinematografía de McKay usa el mismo abrasivo esquema que el de los reality shows.
3. Arrancamos como lo haría una película de ciencia ficción, explicándote las normas por las que se rige este extraño nuevo mundo.
4. Resulta que este mundo no es otro que el de las subprime. Los no-héroes, los portadores del estoque que pincharán la burbuja.
5. Vaticinaron cómo el sistema colapsaría sin remedio mientras sus causantes, ciegos, nadaban en los beneficios. ¿Por qué no aprovecharse?
6. La economía mundial está en el corredor de la muerte, el sistema financiero es el verdugo y estos detectives tienen dinero apostado en el cadáver.
7. Eran los apóstatas para los que las pérdidas de los bancos eran los brotes verdes, y los miles de desahucios pura música para sus oídos.
8. Como uno de los personajes dice profundamente molesto al principio, la gente camina por la calle como si esto fuese un videoclip de Enya.
9. A medida que avance la cinta irás deseando que sus ventajistas personajes logren cobrar su inversión contra el sistema inmobiliario.
10. Es decir, al haberte implicado con ellos y querer su éxito, has apostado por tu perjuicio. Descubrir que aquí el chiste eres tú. Habemus golpe de efecto.
11. Así, el director de El Reportero y Pasado de Vueltas se supera en un nuevo ejercicio en el que se replantea las fronteras del registro cómico.
12. Para la ocasión tenemos a un excéntrico Christian Bale y a Steve Carell con peluca haciendo de hermano turbio de Michael Scott (¡otra vez!).
13. El reparto está soberbio. Su desconcierto y enérgica irascibilidad es nuestro mismo sentimiento al ver las fechorías de los agentes financieros.
14. Si no entiendes términos como MBS o CDO no pasa nada, Margot Robbie en una bañera o Selena Gómez aparecen de la nada para explicártelo.
15. “En lo más hondo de su ser, la gente cree en el fin del mundo”. Haruki Murakami. Eso es una cita real de la película. La acidez.
16. Eso sí: la frivolidad con la que se filma el tema y el cinismo de sus imágenes choca con esa superioridad moral que vemos en el último tercio.
17. La gran duda es hasta dónde llega la burla de McKay. En cualquiera de los casos, el espectador podrá o no reírse de más o menos situaciones.
18. El artefacto además tiene algunos buenos puntos imaginativos. No todos los días se ve en el cine usar el Jenga como recurso argumental.
19. Sin embargo, los espectadores que acudan atraídos por los actores del cartel verán más de humor involuntario, fallido e incluso vulgar.
20. Pero hagamos una apuesta final: all in a que acabarás riéndote de una de las mayores crisis económicas de la historia.