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Series cómics al cine

Marvel: sexo, sangre y tacos

La adaptación de Deadpool desafía las normas de la compañía al apostar por la violencia explícita y el humor negro.

Javier Zurro
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Marvel ha hecho mucho daño. Especialmente al mundo del cine. Su popularidad y éxito han sentado un precedente muy peligroso. Todas las películas de superhéroes tienen que parecerse a ellas, usar la misma fórmula una y otra vez. ¿Si algo funciona para qué cambiarlo? Todos los títulos que han llegado hasta ahora de la marca propiedad de Disney se basan en un principio fundamental: tienen que llegar a un público lo más amplio posible. Así que da lo mismo que Hulk reparta mamporros como panes, porque como mucho se verá un hilito de sangre saliendo de la boca de alguno de los protagonistas.

Las películas de superhéroes prefieren sacrificar el riesgo en pos de un buen resultado económico, y eso que hay adaptaciones de cómic como 300 que a pesar de su violencia explícita funcionaron como un tiro en taquilla. Pero hacer algo adulto, sombrío o sangriento no entra en los planes de Disney. Así que ha tenido que llegar Fox y aprovechar que todavía tiene los derechos de alguno de los héroes de Mavel para solucionarlo. Si con X-Men la productora se ha reencontrado con el público más joven, con Deadpool (héroe vinculado a los mutantes) se ha arriesgado y ha apelado a los adultos.

Había mucho miedo en la adaptación del cómic, ya que la primera vez que tocaron al personaje lo dejaron tocado y hundido. Fue en la primera aventura de Lobezno y lo interpretaba Ryan Reynolds, que desde entonces se quedó con la copla de hacer una nueva versión del 'mercenario bocazas'. Los temores de los fans radicaban en que Hollywood no se atreviera a trasladar el espíritu irreverente de las viñetas a las pantallas, y más en una superproducción cuyo fin es reventar las salas.

Pero todos tranquilos, Deadpool deja claro desde su inicio que las cosas han cambiado. Este antihéroe es el primer personaje de Marvel que dice tacos, folla, se masturba y disfruta haciendo sufrir a sus enemigos. En la película hay miembros amputados, tiros en la cabeza y sangre a borbotones. Lo que todos esperaban. Para dejarlo claro están sus títulos de créditos, que se ríen de todos los tópicos de estos taquillazos, en vez de los nombres de los actores aparecen definiciones de cada uno de ellos: 'la tía buena', 'el malo británico', 'un tío al que pagan demasiado' (el director) o 'los verdaderos héroes' (por los guionistas).

Viñeta de los cómics de Deadpool

Viñeta de los cómics de Deadpool Marvel

Hasta se atreven a bromear con lo blanditos que son los X-Men, incluyendo una aparición de Coloso y un par de visitas a la mansión de Charles Xavier. Deadpool es un destroyer y se mete con todo y todos, también con el propio Ryan Reynolds y su Linterna verde. Los responsables de la adaptación, Tim Miller en la dirección y Rheet Reese y Paul Wernick como guionistas, prometieron desde los primeros compases que el filme tendría la calificación R que conceden en EEUU, eso quiere decir que no es apta para menores de 17 años si no es con la compañía de un adulto.

En el caso de Deadpool esta calificación se debe a su “fuerte violencia, lenguaje, contenido sexual y desnudos gráficos”. Igualito que Iron Man. Las críticas han saludado esta nueva visión de los superhéroes, que llega a las salas el 19 de febrero.

En EEUU la película no la podrán ver menores de 17 años si no es con la compañía de un adulto por su fuerte violencia, lenguaje, contenido sexual y desnudos gráficos

Otra de las características que no podía faltar en la adaptación de los cómics es la ruptura de la cuarta pared que el protagonista realizaba constantemente en las viñetas. Aquí eso se mantiene y se explota. El héroe habla directamente al espectador y realiza bromas 'meta' al mostrarse consciente de que está dentro de una película.

Buceando en los orígenes

La primera aparición de este atípico héroe fue en 1989, gracias al dibujante Rob Liefeld y al escritor Fabian Nicieza fue en el número 98 de la colección Nuevos Mutantes en febrero de 1991. Sus autores lo describieron como una mezcla de The punisher, X-Men, X-Force y los dibujos de la Warner.

La locuacidad y verborrea de Deadpool hicieron que pronto se le apodara como 'El mercenario bocazas'. Nicieza incluso le calificó como un “imbécil” con el que no querrías casar a tu hija. Su humor negro y su apuesta por un tono más adulto le pusieron la etiqueta de cómic de culto, aunque nunca ha sido una de las franquicias más exitosas de Marvel.

Viñeta de los cómics de Deadpool

Viñeta de los cómics de Deadpool Marvel

A pesar de tener las cualidades de un mutante no es uno de ellos, sino que es el producto de un experimento al que accede pensando que era una intervención para curar su cáncer terminal. Las consecuencias fueron un montón de superpoderes como el factor curativo, pero a cambio quedó completamente desfigurado.

La película recupera sus orígenes, como buen comienzo de franquicia (ya planean la segunda parte), y deja abierta la puerta a un posible crossover con los X-Men, a pesar de que se refiera a su líder como un “calvo salido de una secta”. Así se las gasta el nuevo tipo de héroes que ha traído Hollywood. Qué tiemblen los vengadores, llega Deadpool.