El pasado 14 de enero Twitter ardió tras conocerse las nominaciones a los Oscar. Por segundo año consecutivo ningún actor de raza negra es candidato a ganar la estatuilla. La comunidad afroamericana se movilizó y comenzó a utilizar el hashtag #OscarsStillSoWhite (que toma el relevo de #OscarSoWhite de la pasada edición) para expresar sus reivindicaciones contra lo que consideran un acto de discriminación racial. Pero, ¿son los Oscar tan racistas como parece?
Según el análisis elaborado por EL ESPAÑOL, sólo en 18 ediciones de las 88 celebradas hubo nominados de raza negra en las categorías de mejor actor, mejor actriz y dirección. A pesar de estas cifras demoledoras, las candidaturas para artistas de color se corresponden con el número de interpretaciones que realizan en las películas que se producen.
No se trata tanto de las nominaciones, sino del reparto de las películas. Un estudio de la University of Southern California revela que el 73,1% de los actores que interpretaron un papel en 2014 son de raza blanca. Tan solo el 12,5% son afroamericanos. Los investigadores afirman que estas cifras no han variado, al menos, desde el 2007.
De todas formas, en la historia de las nominaciones de los Oscars, actores y actrices blancos que interpretaron papeles principales y directores suponen el 95,85%. Los artistas de raza negra representan sólo el 3,4%.
Los ganadores ya son otra historia. El 97,17% de los triunfadores en las categorías de mejor actor o actriz en la historia de los premios son de raza blanca. Tan sólo el 2,8% han sido de raza negra. Además, de las 30 ocasiones en las que un actor de color fue nominado en alguna de estas categorías, sólo ganó en 5.
Tras el anuncio de las nominaciones a mediados de enero, varias celebridades del séptimo arte propusieron llevar a cabo un boicot contra la gala. Entre ellos se encuentra Will Smith que en el programa Good Morning America expresó: “En este momento nos sentimos incómodos asistiendo a la gala y asumiendo de esta forma que la falta de diversidad está bien”.
Los latinos, un sector también discriminado
Aunque el sector de población afroamericana es el más reivindicativo, no son los únicos perjudicados. El resto de minorías étnicas tampoco están representadas en los premios de la Academia. Los latinos son la segunda raza más extendida en Estados Unidos, representan el 17,4% de los habitantes, y las nominaciones históricas de sus actores se cuentan con los dedos de una mano: cinco en concreto. De todas formas, este año Alejandro González Iñárritu opta de nuevo a la estatuilla en la categoría de dirección por El Renacido. Iñárritu ya ganó este premio en la pasada edición con Birdman.
Fue en 1954 cuando una actriz negra recibió por primera vez la nominación en la categoría de actriz principal. Tuvieron que pasar 27 ediciones de los premios para que Dorothy Dandridge, por su papel en la película Carmen Jones, pudiera acudir a la gala como la primera candidata de color a llevarse el premio en una de las categorías principales.
Pero no fue hasta nueve años más tarde, en 1963, cuando el actor afroamericano Sidney Poitier levantó el premio a mejor actor por primera vez para un intérprete de color por su papel en Los lirios del valle. Poitier recogió la estatuilla de mano de la actriz Anne Bancroft. Sumamente emocionado, en su discurso no pudo más que mencionar que estaba profundamente orgulloso y agradecer a todas las personas que habían hecho posible su victoria.
El 94% de los votantes son blancos
Un análisis realizado por Los Angeles Times hace ya cuatro años puso el foco en el jurado que decide las nominaciones de los Oscars. El periódico californiano reveló que el 94% de los que lo componen son de origen caucásico y el 77% hombres. El porcentaje de votantes de raza negra o hispana se sitúa alrededor del 2%.
El presidente de la Asociación Afroamericana de Críticos de Cine, Gil Robertson, declaró al portal Variety que estaba “conmocionado pero no sorprendido del todo” sobre la falta de diversidad en las nominaciones para los Oscars.
“Creo que hay una desconexión con los miembros de la Academia. Tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para convencerles de que la diversidad es importante”, dijo Robertson.