Hay vida más allá de Leonardo Dicaprio y El renacido en los Oscar. Incluso este año hay algo de sabor español. A pesar de que Loreak no consiguió la nominación en la categoría de Mejor película de habla no inglesa, sí que habrá un representante nacional. El canario Paco Delgado se encuentra entre los finalistas a Mejor diseño de vestuario. Es la segunda vez que opta al premio en tres años. Ambas a las órdenes de Tom Hooper. La primera por Los miserables, y ahora por La chica danesa, la historia del primer cambio de sexo de la historia.
No tendrá fácil traerse la estatuilla. En frente tiene a la gran favorita, Mad Max: furia en la carretera que se prevé que arrase en las categorías técnicas. Para el ganador de dos premios Goya, y aunque admite que suena a tópico, sólo “estar nominado es un premio”. “Si lo piensas significa que es uno de los cinco mejores trabajos del mundo. Como español es un premio estar ahí, hay pesos pesados como Sandy Powell, así que iré a pasármelo bien”, cuenta a EL ESPAÑOL con los nervios más calmados después del 'boom' de la nominación y entusiasmado con el cariño que le está demostrando todo el mundo.
Su nominación no ha ocupado tantas portadas ni titulares como cuando la consiguen Penélope Cruz o Javier Bardem, pero a Paco Delgado no lo importa, incluso lo entiende: “la gente no tiene por qué conocernos, estamos detrás de las cámaras”. “Está muy bien que la gente se dé cuenta de que el cine es una industria compuesta por profesionales de calidad muy alta, y nosotros, los profesionales españoles, la tenemos. Genera puestos de trabajo, proyecta nuestra cultura y los gobiernos no se dan cuenta o no lo quieren reconocer”, cuenta analizando lo que supone para nuestro cine esta nominación al Oscar.
El cine genera puestos de trabajo, proyecta nuestra cultura y los gobiernos no se dan cuenta o no lo quieren reconocer
El orgullo para Delgado es doble, ya que las candidaturas de La chica danesa han puesto el foco en la igualdad de derechos de los transexuales, “un problema relevante para la sociedad”. “Lo hace de una forma que lo entiende mi madre, la vecina de enfrente y la que vende los huevos en el mercado. Los problemas sociales se pueden explicar de forma entretenida y que se haga fácil para el espectador. Los premios son una forma de dar luz a esto”, cuenta el diseñador que ya prepara su nueva colaboración con Pablo Berger tras el éxito de Blancanieves.
Cerca del actor
Paco Delgado cree que parte del mérito y de la nominación se la debe a la forma de trabajar de Tom Hooper, el director de La chica danesa, que se caracteriza por cuidar la estética hasta el más mínimo detalle. “Tom hace unas películas visualmente muy poderosas, sus tres ultimas obras estuvieron nominadas en las categorías visuales. Él considera el vestuario, la iluminación y la peluquera una parte muy importante para contar la historia y hace que tu trabajo seá mas cercano al actor, porque ayudamos a construir al personaje”, explica sobre el método del realizador.
A pesar de que su nombre sea uno de los más cotizados en Hollywood y que haya realizado el vestuario de la próxima comedia de Sacha Baron Cohen y de lo nuevo de M. Night Shyamalan, Delgado tiene claro que su casa está en Madrid y que siempre que pueda trabajará en el cine español. “Esta cinematografía me lo dio todo”, dice sin dudar.
Para La chica danesa ha tenido la ayuda de los cuadros pintados por Gerda Wegener, uno de los personajes reales en los que se basa la película y cuya obra Delgado ha calificado como “importantísima” para el filme. “No nos limitamos a hacer trajes de sus pinturas, pero recogimos toda la inspiración que había allí. También fue muy importante ver la moda de la época y fotografías de personas, nos agarramos al primer clavo que vemos”, recuerda sobre los orígenes de sus diseños.
Construir un personaje con ropa contemporánea es muy difícil, porque no tenemos la distancia necesaria para analizar su vestimenta
En casi todos los premios de vestuario se termina nominando y premiando a los trabajos más llamativos, que suelen corresponder a filmes de fantasía o de época. De hecho las dos candidaturas al Oscar del español entran en esa categoría, por ello se encarga de subrayar que “construir un personaje con ropa contemporánea es muy difícil”. “Es más sutil, porque cuando haces época tienes el color y puedes ser más imaginativo. Con lo actual no tienes la distancia para analizar la vestimenta con la facilidad y la claridad con la que observamos los años 70. No sé decirte las claves de la moda actual, no sabemos lo que va a quedar como la silueta del siglo XXI”, argumenta.
El domingo sabremos si se une al selecto club de españoles que ganaron un Oscar. Un club que va mucho más allá de Almodóvar, Amenábar y compañía, ya que también incluye a grandes como Gil Parrondo o Néstor Almendros, que como Delgado estaban en el lado menos glamuroso de las películas, aunque sin ellos no lucirían igual.