Los más de 180 periodistas y críticos cinematográficos que conforman el jurado de los Premios Feroz habían decidido, en su IV edición, que El hombre de las mil caras -en cine- y El Ministerio del Tiempo -en series- lideraran las nominaciones. Sin embargo, ha sido Tarde para la ira quien se ha llevado a los lobos de calle, con reconocimiento a la Mejor dirección para Raúl Arévalo, Mejor guion para Arévalo y Pulido y, cómo no, Mejor película dramática, entre otros.
El galardón para la Mejor comedia cayó en manos de Kiki, el amor se hace, de Paco León. El Feroz al Mejor actor protagonista de una película fue para Alberto Álamo, por Que Dios nos perdone. Bárbara Lennie se hizo con el homólogo por María y los demás. En cuanto a series, la Mejor comedia fue para Paquita Salas y el Mejor drama para El Ministerio del Tiempo.
Una más de Ibáñez Serrador
La gala ya comenzó apuntando maneras con los premios a mejor actor y actriz de reparto: Manolo Solo y Ruth Díaz, ambos por Tarde para la ira. El galardón a mejor actor de reparto de serie fue compartido por José Sacristán -por Velvet- y Hugo Silva -por El Ministerio del tiempo-. Silva se mostró muy emocionado y recordó a su abuela, a su madre y a su barrio; mientras que Sacristán agradeció de nuevo “la delicadeza maravillosa” de los Feroz de haberle dedicado su primer premio de Honor: “Yo apuesto, y llevo más de 60 años en esto, por las series, por la ficción en España. Pero apuesto, por encima de todo, por la gente joven”.
Paula Echevarría, que presentó el premio a mejor actriz de reparto de serie, no escatimó en pulla política: “Es igual que el del mejor actor de reparto, pero con una pequeña deferencia: se cobra menos”. La elegida fue Belén Cuesta, por Paquita Salas, quien se dirigió a los creadores del fenómeno, Javier Calvo y Javier Ambrossi: “Sois mi mayor golpe de suerte”. El Feroz al mejor tráiler fue para Rafa Martínez, por Kiki, el amor se hace; y el mejor cartel fue el de El hombre de las mil caras, diseñado por Gabriel Moreno.
El premio a la mejor música original fue para Fernando Velázquez por Un monstruo viene a verme y el Feroz Honorífico para un emocionado Chicho Ibáñez Serrador, presentado por Álex de la Iglesia. “No quiero para él ese rollo de ‘qué guay, pero qué mayor, pobrecito, cómo molaba’, no. Es uno de los directores que más me ha influido y que más ha influido a una generación de gente que estamos ahora haciendo cine”, apuntó De la Iglesia. “Él no quería ser guay, quería hacer el cine que a él le molaba, quería hacer terror, suspense, televisión… y todo lo hacía bien”.
Reivindicó que en este país “cuando alguien tiene éxito deja de molar” y recordó que es “injusto”. “Menos mal que no nos toman por maricas”, reprendió el veterano, recibido por un aplauso hondo y largo. “No es que estén mal los maricas, ¿no?… Pero es tanto lo que nos admiramos el uno al otro -yo soy el otro-… la primera vez que vi algo de él dije ‘Jesús, qué bien rueda, qué bien lo hace’. Me refería a este señor ex gordito”. Y risas. Dijo que le parecía “terrible” tener delante tantas miradas de “respeto”, y, antes de irse, prometió que “la próxima vez que se haga una recepción como esta” habrán visto una película suya más.
Oda a los actores "feos"
El premio a mejor actriz protagonista de serie fue para Aura Garrido por El Ministerio del Tiempo -también Mejor serie dramática-, mientras que el premio al mejor actor protagonista de serie fue para Brais Efe por Paquita Salas. El joven se lo dedicó a su madre, que “ha hecho muchos sacrificios para que yo sea feliz” y que “está viendo esta gala en el bar de un pueblo al lado el suyo, porque son los únicos que tienen Movistar Plus”.
Hizo también un llamamiento significativo: “He podido demostrar que la gente como yo también puede contar una historia. Hay actores gordos, pelirrojos, sin dientes, feos… que son capaces de contar historias. Así que, por favor, escribídselas”. Había mucho que celebrar: Paquita Salas también fue escogida por críticos y periodistas como la Mejor serie de comedia.
El presidente de la AICE, Pedro Vallín, responsable del brindis, citó a Anton Ego: “Cualquier producto mediocre tiene, probablemente, más sentido que la crítica en la que lo tachamos de basura”. El Feroz Especial fue para La muerte de Luis XIV, de Albert Serra; y el premio a Mejor documental fue para Dead Slow Ahead, de Mario Herce.