Wim Wenders: “Europa ha fallado en la integración de los musulmanes”
El director alemán estrena 'Inmersión', filme de producción española con James McAvoy y Alicia Vikander como protagonistas.
4 abril, 2018 11:06Noticias relacionadas
Wim Wenders es uno de los directores fundamentales del cine de las últimas décadas. París, Texas, El cielo sobre Berlín, y documentales como Pina o La sal de la tierra lo colocan como uno de los cineastas más heterogéneos e imprevisibles, algo que ha demostrado con su nuevo filme, que rodó en España con Alicia Vikander y James McAvoy y que es una -fallida- mezcla de drama romántico, película de espías y reflexión sobre el terrorismo islámico en la actualidad.
Inmersión se estrena este viernes después de inaugurar el pasado Festival de Cine de San Sebastián, donde Wenders atendió a la prensa y explicó cómo se quedó fascinado con el libro de J.M. Ledgard cuando lo leyó hace cuatro años y comenzó a rumiar la idea de hacer una película. “Sabía que dentro había un gran filme, y yo no había hecho nunca nada como esto, pero ahora que la he terminado creo que es la película con la que soñaba, la que deseaba hacer”, contaba entonces a EL ESPAÑOL.
Inmersión presenta a una pareja separada. Ella (Vikander), estudio los fondos marinos; él, es un espía británico secuestrado en Somalia. En uno de los momentos cumbres del filme, el personaje de Alicia Vikander lee un periódico y se muestra impasible ante una noticia que muestra un atentado terrorista en un país africano, lo que provoca el enfado de James McAvoy. “La respuesta que tiene ella es la que tendría casi todo el mundo, casi todos los espectadores. Esto ocurre muy a menudo, que si algo no ocurre a mi lado no me doy ni cuenta, y tampoco hacemos nada para saber sobre ello. No ayudamos. Él se enfada porque para él eso es su vida y cree que podemos hacer algo, y no sólo si eres un agente británico, sino todo el mundo. Tenemos que estar más educados, entender más sobre el origen de este fenómeno que ha traído tanta ira y este fanatismo. Podríamos hacer cambios, especialmente porque estos ataques a Europa vienen de gente de dentro de nuestro continente, pocos son extranjeros, y eso es que hemos fallado en el proceso de integración de Europa”, apunta crítico con Occidente.
Sabe que su postura, en la que señala a Europa como parte activa del problema y no de la solución, levanta ampollas, por ello pide tiempo y tomar distancia para analizar las cosas. “A veces, cuando miro al mundo y pienso que hay que tomar distancia. Y viendo un fenómeno como el del terrorismo actual, si ves sólo lo que pasa ahora es una situación desesperada, pero si tomas distancia ves otras cosas. Es como si hace 400 o 500 años se hubiera podido hacer una película sobre la inquisición. Sobre la gente torturada, sobre las brujas quemadas. Imagínate, sería imposible,pero ahora con la distancia que da el tiempo puedes mirar a las víctimas y también a los verdugos, y los ves diferentes, Ahora entendemos que muchos era personas que no fueron integradas, que tenían mucha ira dentro… Yo, ahora, me niego a no ver a los terroristas como personas. Necesito ver su sistema de creencias, su cultura… e imaginar cómo les veré dentro de 100 años. Sólo así podía hacer una película sin prejuicios”, analiza.
Me niego a no ver a los terroristas como personas. Necesito ver su sistema de creencias, su cultura… e imaginar cómo les veré dentro de 100 años. Sólo así podía hacer una película sin prejuicios
Durante los últimos años Wenders ha sido uno de los mayores defensores del formato en 3D. No sólo para producciones épicas, sino para dramas o documentales como Pina. De hecho, Inmersión se pensó así, pero fue imposible hacer su sueño de ver el fondo marino en tres dimensiones. “La verdad es que he trabajado mucho para poder hacer esta película en tres dimensiones. Quería rodar el océano y el fondo del mar en 3D, y sepodía hacer un trabajo estereoscópico perfecto, pero me di cuenta de que nadie me apoyaba. Los distribuidores no lo querían. Les parecía interesante la historia, pero decían que su público no quería ver 3D. No hay público para esta película en ese formato. Los actores amaban la película, pero no les gustaba mucho la idea de hacerla en 3D porque ahora tiene mala reputación, y eso es malo, porque algo tan bonito ha quedado sin uso porque se ha explotado por la industria y ya sólo vale para la acción y la animación. El resto lo desechan, así que sin distribuidores, sin industria y sin actores era imposible”, zanja.
Pese a ser un gran partidario de la integración de las nuevas tecnologías, Wim Wenders tiene claro que “lo que hace las cosas hermosas no es la tecnología, sino la mente humana”. “Creo que las películas se crearon para traer luz al mundo o para entender mejor el lugar en el que vivimos, y esas es mi razón para hacer películas”, añade. Una pasión que le lleva a proyectos sorprendentes, como el documental sobre el Papa Francisco que ya tiene rodado y que espera fecha de estreno.