Las formas de ver cine cada vez son más diferentes. Las ventanas que han supuesto una alternativa a la sala tradicional se multiplican. Al móvil, el ipad o la televisión, se ha unido una forma con la que nadie contaba… el ataúd. Como lo oyen, el Festival de Gotemburgo ha revolucionado el panorama del cine anunciando la proyección de una película dentro de un ataúd para fomentar la sensación de claustrofobia y soledad que pretende transmitir la película.
El título en cuestión es Aniara, obra de ciencia ficción de los directores suecos Pella Kågerman y Hugo Lilja que ya pasó por otros certámenes como el de Sitges, pero que en su paso por Suecia se ha convertido en una experiencia inmersiva que permitirá a ocho espectadores meterse en un ataúd acondicionado para ello y con proyección de audio y vídeo, donde podrán ver el filme.
Desde allí uno podrá ver cómo el planeta Tierra ha sido destruído, y la población debe emigrar a su nuevo hogar, Marte. Pero, justo cuando la nave Aniara abandona la Tierra, sufre una colisión y es desplazada de su trayectoria. Poco a poco, los pasajeros se darán cuenta que nunca podrán volver atrás, obligados a surcar el espacio.
Un filme basado en la la obra del mismo nombre del ganador del Nobel Harry Martinson, descrita como una epopeya sobre la existencia humana y que ahora adquiere un nuevo nivel en su versión cinematográfica dentro de un ataúd que propone el festival sueco, que ha explicado en The Hollywood Reporter que el filme es un drama que sirve como "una metáfora de la Tierra, de que el futuro de nuestro planeta podría ser este tipo de sarcófago, que flota solo en el espacio mientras usamos y agotamos nuestros recursos naturales"." "Nuestro objetivo era encontrar una manera de llevar la experiencia de la película y el apocalipsis un paso más lejos. Coger esa sensación de soledad y claustrofobia y potenciarla", ha dicho al medio Jonas Holmberg, director del festival.
Nuestro objetivo era encontrar una manera de llevar la experiencia de la película y el apocalipsis un paso más lejos. Coger esa sensación de soledad y claustrofobia y potenciarla
Holmerg ha trabajado junto a los directores de la película para diseñar la experiencia, que contará con un botón de pánico para aquellos que no aguanten dentro la hora y 45 minutos de película. Además, toda la proyección habrá personal pendiente de que todo vaya bien. "Es un experimento. En Goteborg nos gusta encontrar nuevos lugares y nuevas formas de experimentar el cine. Pero realmente no tenemos idea de cómo reaccionará la gente ", ha añadido.
La elección de un ataúd como experiencia extrema para el filme no es casualidad, ya que el último capítulo de la obra en la que se basa se llama ‘Sarcófago’, y describe cómo “una nave espacial se convierte en una tumba”, en palabras del director del certamen, que vio en esa frase la clave para crear “un experimento que es un reto y que explora el tema del apocalipsis y profundiza en la experiencia de ver Aniara”.