A Javier Bardem se le vio con ganas de juerga durante la gala de los Premios Oscar. Ya desde la alfombra roja, el actor dio rienda suelta a su particular show con una inverosímil entrevista con la periodista de Movistar+, una charla que acabó con el siguiente recado para su madre: "Adiós, amigos, no os emborrachéis. Mamá, acuéstate. O, mejor, no te acuestes".
Entregado se mostró Bardem cuando el cantante Adam Lambert, para dar el pistoletazo de salida a la ceremonia, interpretó los temas más conocidos de Queen: We Will Rock You y We Are The Champions. A pesar de que la actuación fue bastante floja, todos los asistentes se pusieron en pie para aplaudir y cantar los famosos estribillos durante el homenaje a Freddie Mercury. Bueno, todos no: un aburrido e inerte Bradley Cooper apenas regaló una leve sonrisa cuando le enfocó la cámara. Bardem, por su parte, sí se lo pasó en grande con el We Will Rock You. Nadie bailó con tanta pasión como él.
Pero el momentazo serio del actor español llegó a la hora de subirse al escenario. Le tocaba entregar la estatuilla a Mejor Película de habla no ingesa y aprovechó su breve protagonismo durante la gala, que no tuvo presentador por segunda vez en la historia, para mandarle un recadito, en español, al presidente Donald Trump: "No hay fronteras ni muros que frenen el ingenio y el talento. En cada región de cada país, de cada continente del mundo, hay historias que nos conmueven y esta noche celebramos la excelencia y la importancia de la cultura y del idioma de diferentes países".
Hollywood volvió nuevamente a ser foco de críticas contra el presidente estadounidense y no se mordió la lengua Bardem a la hora señalar la abusiva política antiinmigratoria y las controvertidas medidas —levantar un muro en la frontera con México— de la administración del magnate. Precisamente el Oscar a Mejor Película de habla no inglesa fue para la de un mexicano, Alfonso Cuarón —uniéndose a sus compatriotas Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, premiados en las anteriores ediciones—, Roma, filme que finalmente sucumbió ante el buenismo de Green Book.
Sobre la cinta de Netflix se pronunció también Bardem en la alfombra roja: "Sin duda el mensaje que se está mandado hoy con Roma con tantas nominaciones y la posibilidad de ganar muchas de ellas e importantes es cómo el cine unifica, más allá de la orientación sexual, el país donde naces, el idioma que hablas, el color de tu piel..., es que el cine incluye, no excluye". Está claro que la película le gusta al actor español por lo que simboliza, a pesar de haber revelado que cuando se cruza con Cuarón le dice todo lo contrario. "Es para picarle y que me contrate la próxima vez", bromeó el Oscar a Mejor Actor de Reparto en 2008 por No es país para viejos.
Bardem entregó al director mexicano la estatuilla y este, emocionado, también quiso aprovechar su breve intervención para dejar un mensaje de unidad: "Crecía viendo películas en lengua extranjera y aprendiendo mucho de ellas, inspirándome. Películas como Ciudadano Kane, Tiburón, Rashomom, El Padrino y Al final de la escapada. Cuando le preguntaron por la nueva ola, Claud Chabrol dijo que no hay olas, solo el océano. Y creo que los nominados de esta noche hemos demostrado que somos parte del mismo océano".