Uno de los nombres más escuchados en las últimas semanas es el de Kike Sarasola. El empresario y dueño de la cadena Room Mate hoteles ha salido a la palestra por la polémica por el apartamento donde se ha quedado hospedada Isabel Díaz Ayuso. Sarasola anunció que cedía sus complejos para convertirlos en hospitales improvisados en plena pandemia y todo el mundo alabó su solidaridad, pero eso ha tornado en escándalo cuando se publicó que la presidenta de la Comunidad estaba en un apartamento de lujo por el que no había, de momento, pagado nada.
Todo se embarró. Que si eran dos apartamentos, la publicación de un contrato entre Sarasola y la comunidad, la desaparición del contrato, la aparición de otro contrato misterioso… Al final el empresario se ha visto en un foco mediático que ya hubiera querido cuando intentó dedicarse al mundo de la interpretación. Sí, el ahora famoso Kike Sarasola intentó hacer sus pinitos como actor en la industria española y hasta tuvo unos cuantos papeles en películas bastante conocidas.
Antes de triunfar con sus hoteles, Sarasola destacó por su pasión por los caballos y su pericia como jinete, lo que le hizo ganar cuatro campeonatos de España y participar en varios Juegos Olímpicos, pero tenía la espinita de la interpretación, y en varias entrevistas él mismo confesó que es un “actor frustrado”. Tiene hasta su propio perfil en IMDB la base de datos más popular donde todos los intérpretes cuelgan su currículum a vista de todo el mundo. Ahí se puede ver que debutó en el año 2000 en la serie Ala… Dina, de TVE, creada por Paco Arango y ya en su segunda etapa donde la estrella era Paz Padilla.
Allí dio vida a Josu, un cocinero amante de los perros en el capítulo Bocata y el vagabundo, una parodia del clásico de Disney donde él era el cocinero que da de comer a dos perros en una cita. Después llegaron otras series como Policías, en el corazón de la calle, hasta que llegó su papel más importante y el más sorprendente, ya que interpretó al mismísimo Drácula en un filme de Jess Franco, autor mítico de la Serie B española que confió en él como el mítico personaje en su delirante Killer Barbys Vs Drácula. Una auténtica joya de culto.
A partir de ahí sólo tuvo unos cuantos papeles completamente anecdóticos. Fue asistente del mánager en Slam, intento de nuestra industria de explotar la moda de la comedia adolescente que triunfaba con American Pie; participó en un par de cortos y se reservó un papel como juez en la mexicana Rosario Tijeras, filme en la que también aparece como productor ejecutivo. Un filme que llegó a estar nominado en los Goya en la categoría de Mejor película extranjera de habla hispana.
En 2005 llegó otra de sus cimas interpretativas, no por tamaño del papel, sino por el éxito del filme. Tuvo un cameo como policía en la tercera parte de Torrente, que recaudó más de 18 millones de euros y se convirtió en una de las más taquilleras de la historia del cine español. Su último papel sería en 2008 y en una serie emblemática como El comisario, donde apareció en el capítulo Sólo sexo.
Su carrera cinematográfica terminó ahí, pero no la televisiva, ya que Kike Sarasola también ha sido el protagonista de un reality en el que se convertía en un trampantojo de Chicote en el programa Este hotel es un infierno emitido en DMAX y en el que visitaba hoteles con graves problemas estructurales y organizativos para devolverles a la vida. Aunque no hubo anuncio de renovación, Sarasola siempre prometió otra temporada más en esta nueva faceta televisiva. Habrá que ver si convertirse en el casero polémico de Isabel Díaz Ayuso también pesa en sus aspiraciones para seguir al frente de este reality.