Benedict Cumberbatch necesita seguir los pasos de Sean Penn y Anthony Hopkins si quiere acabar con el Oscar al mejor actor el próximo 27 de marzo. En los últimos 20 años, los protagonistas de Mi nombre es Harvey Milk y El padre fueron los únicos que se llevaron la estatuilla dorada tras caer derrotados en los Globos de Oro. Por suerte para él, 2022 no es un año más en las temporadas de premios. La rotunda cancelación de la industria a la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood le quitó la oportunidad a Will Smith y Andrew Garfield de revitalizar su campaña promocional con un memorable discurso que recordara a los votantes por qué ellos y no sus rivales deberían ser los elegidos. Además de unos galardones que buscan reconocer la excelencia en la industria del cine, no hay que olvidar nunca que los Oscar son un concurso de popularidad.
A diferencia de lo que ha pasado en la categoría femenina, donde la ausencia de Kristen Stewart en los premios del Sindicato de Actores ha revolucionado las apuestas de los expertos, la carrera por suceder en el palmarés a Anthony Hopkins ha transcurrido sin demasiadas sorpresas. Will Smith sigue al frente de la mayoría de apuestas desde la triunfal presentación de El método Williams en el Festival de Telluride a primeros de septiembre. El fracaso de la producción de Warner en las salas de Estados Unidos (en España acaba de estrenarse) y las continuas llamadas de atención del actor durante los últimos meses invitan a pensar que todavía hay partido.
Ante la internacionalización de la Academia durante la última década sería un error de novatos descartar una sorpresa en el último momento de los británicos Cumberbatch y Garfield. El actor de El poder de perro tiene a su favor estar en una de las películas clave de 2021. El wéstern de Jane Campion ha sido la gran favorita en el circuito de los premios de la crítica que todos los años precede a los grandes eventos de la industria que se apoderan de la conversación cuando llega el mes de enero. El alter ego de Jonathan Larson en Tick, tick… Boom! está en una película más pequeña, pero Garfield es la estrella del momento en Hollywood. El Oscar es cuestión de tres nombres este año.
Con la presencia casi asegurada del reverenciado Denzel Washington en las nominaciones, la gran incógnita está en descubrir la identidad del actor que ocupará la quinta y última plaza de la categoría. El español Javier Bardem ha sido la gran sorpresa de las nominaciones en los Globos de Oro y el Sindicato de Actores, aunque la rama de actores de la Academia acostumbra a reservarse alguna sorpresa y el protagonista de Being the Ricardos podría seguir la estela de Taron Egerton y Tahar Rahim, olvidados en el último momento a pesar de estar en la mayoría de citas clave de la temporada.
A continuación, repasamos (de más a menos opciones de llegar a las nominaciones) el estado de la carrera en la categoría de mejor actor protagonista.
1. Will Smith por El método Williams
A Hollywood le gusta coronar a sus estrellas y Will Smith es el único actor en la historia de la industria que ha encadenado ocho Nº1 de taquilla en Estados Unidos. Palabras mayores en una industria obsesionada con el éxito y el dinero. Su interpretación como Richard Williams, el patriarca de una familia que está considerada como realeza de la comunidad afroamericana parece la excusa perfecta para reconocer a un actor que solo ha sido nominado anteriormente por Ali y En búsqueda de la felicidad. El protagonista de El método Williams ha ganado el Globo de Oro y es el gran favorito para hacerse con el premio del Sindicato de Actores, pero sigue siendo difícil imaginar a la rama internacional de la Academia, cada vez más numerosa, votando antes a Smith que a Cumberbatch o incluso Garfield.
2. Benedict Cumberbatch por El poder del perro
Benedict Cumberbatch sigue siendo la alternativa más clara a Will Smith. La carrera del inglés no ha terminado de estar a la altura de lo esperado desde su salto al estrellato con Sherlock y la nominación por interpretar a Alan Turing en The Imitation Game. El actor de 45 años interpreta en El poder del perro a un malhumorado y reprimido ranchero que hace la vida imposible a todos los que le rodean, un trabajo impresionante que le ha convertido en el candidato más premiado de la temporada de premios. Cumberbatch es el gran favorito para hacerse con el BAFTA, el premio que ya impulsó el año pasado las opciones de Oscar de Hopkins.
3. Andrew Garfield por Tick, tick… boom!
Andrew Garfield es el actor del año gracias a tres papeles muy distintos que han reivindicado el carisma y la entrega de un intérprete cuyo lugar en la industria hizo aguas después de los decepcionantes resultados de sus películas de Spider-Man. Hasta ahora. El actor más joven de la categoría es también, con diferencia, el que mayor encanto ha derrochado durante la temporada de premios. Su interpretación en Tick, tick... Boom! es arrolladora, pero hace más de una década que no gana el Oscar un actor por una película que no estuviera en la categoría reina (un logro difícil para el musical de Netflix). La última vez que pasó fue con Jeff Bridges, un icono de Hollywood que llegaba a la gala con su séptima nominación y que no había sido reconocido hasta entonces. Garfield tiene toda su carrera por delante.
4. Denzel Washington por Macbeth
La Academia nunca se resiste a nominar a Denzel Washington cada vez que sale de su zona de confort. Su interpretación en Macbeth no va a ser una excepción, especialmente después de la muerte de su maestro Sidney Poitier. Sería un shock que el afroamericano no consiguiera la novena candidatura de su carrera, un hito que solo han conseguido cinco actores antes que él.
5. Peter Dinklage por Cyrano
Peter Dinklage es uno de los actores más populares de la industria gracias a Juego de tronos. Su icónica interpretación como Tyrion Lannister le reportó cuatro Emmys, un Globo de Oro y un SAG, entre muchos otros premios. No sería de extrañar que sus hermanos del cine aprovecharan la oportunidad de invitarle a su fiesta, tal y como hicieron con Bryan Cranston en 2014 después del final de Breaking Bad. La estrella de Trumbo se sobrepuso a la reacción mediocre al biopic del legendario escritor. Dinklage puede repetir la jugada con Cyrano siete años después.
6. Javier Bardem por Being the Ricardos
Su presencia en los Globos de Oro, el SAG y la preselección de los BAFTA demuestra que el ejercicio de encanto y versatilidad de Javier Bardem reviviendo a un icono como Desi Arnaz no ha pasado desapercibido a pesar de que Being the Ricardos sea el show de Nicole Kidman. Sin embargo, los académicos pueden pensar que ser carismático no es suficiente en un año con tanta competición para conseguir la última plaza de la categoría. El español ya se quedó a las puertas de la nominación por sus trabajos en Mar adentro y Skyfall. A pesar de su estatus en Hollywood, no es uno de esos actores que la Academia nomina cada vez que tiene una oportunidad.
7. Nicolas Cage por Pig
El oscarizado actor de Leaving Las Vegas podría dar la campanada con la historia de un buscador de trufas que hará todo lo posible para recuperar a su querida cerda. Pig no es la típica película de premios, pero con Nicolas Cage las palabras “típico” y “normal” no funcionan. Su presencia en los Critics Choice es un punto a favor, pero es un misterio si sus compañeros de profesión han visto siquiera la interpretación de un actor que no pisa los Oscar desde 2002 y su doble interpretación en Adaptation. El ladrón de orquídeas.
8. Leonardo DiCaprio por No mires arriba
Nadie brilla tanto en el estelar reparto de No mires arriba como Leonardo DiCaprio, un actor que ha optado al Oscar por las tres últimas películas que ha protagonizado. El último actor que recibió una nominación por una comedia fue Christian Bale gracias a su interpretación como Dick Cheney en El vicio del poder, dirigida precisamente por Adam McKay. En la película de Netflix, sin embargo, no hay imitación de un personaje célebre ni un cambio radical de imagen. Su aislada candidatura a los Globos de Oro, donde jamás iba a fallar, es su único precursor importante en la carrera. Con los números en la mano, la séptima nominación como intérprete tendrá que esperar.
9. Bradley Cooper por El callejón de las almas perdidas
Ocho nominaciones (como actor, productor y guionista) en diez años evidencian el respeto de la Academia por Bradley Cooper. Debería ser cuestión de tiempo que se haga con el premio, pero el cine noir no está entre los géneros favoritos de los votantes y Cate Blanchett ha sido la protagonista de casi todos los elegidos al reparto de El callejón de las almas perdidas. Si quieren seguir reconociendo la figura del autor de Ha nacido una estrella, pueden hacerlo en la categoría de mejor actor de reparto gracias a Licorice Pizza.
10. Los que se han quedado por el camino... salvo sorpresa mayúscula
A los premios parece interesarle más Joaquin Phoenix cuando se pone grandilocuente en Joker, The Master o Gladiator que cuando el actor abraza su vena más delicada en Her o la aún inédita en España C'Mon, C'mon. Siempre adelante, en la que interpreta a un periodista radiofónico que se va de viaje con su pequeño sobrino. Clifton Collins Jr. sonó en los primeros compases de la carrera, pero su película sobre un jockey en los últimos años de su carrera no ha podido competir en visibilidad con películas más grandes y actores más conocidos. En un mundo justo, Simon Rex sonaría con más fuerza por su radical y encantadora interpretación como un crápula en Red Rocket, pero estamos hablando de los Oscar, no los Independent Spirit Awards.
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