Cómo es la vida después de la fama: así es 'Selftape', según sus creadoras y protagonistas
Hablamos con Mireia y Joana Vilapuig, que se abren en canal y cuentan desde la ficción su historia más personal en la tercera serie de Filmin.
2 abril, 2023 01:21Tras el éxito que alcanzó con Doctor Portuondo y generar un gran debate en torno a Autodefensa, Filmin estrena el próximo 4 de abril su nueva serie original Selftape. Se trata de una creación a medio camino entre la realidad y ficción que han llevado a cabo las hermanas Joana y Mireia Vilapuig, conocidas por protagonizar el fenómeno televisivo Pulseras rojas, la serie de TV3 (que se emitió entre 2011 y 2013).
Dirigida por Bàrbara Farré (Todas las veces que nos enamoramos), la serie sigue a las dos hermanas y jóvenes actrices, que conocieron la fama y el éxito a muy temprana edad. Años después, Mireia vuelve a Barcelona tras triunfar como actriz en Oslo, pero el frío recibimiento de su hermana Joana no será el que ella esperaba.
Incapaces de comunicarse y arreglar las cosas, todo da un vuelco cuando le ofrecen a Mireia un papel que tenía que hacer Joana. A partir de este momento saldrán a la luz secretos, mentiras y traumas del pasado que obligarán a las dos hermanas a replantear muchos aspectos personales de sus vidas, como el trabajo, el amor, la amistad o su propia relación.
SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con las dos actrices protagonistas y creadoras de la serie Joana y Mireia Vilapuig, sobre qué parte de sus propias vivencias hay en la producción, el papel de la precariedad o el consentimiento en el mundo de la interpretación y cómo fluye el uso de diferentes lenguas a la hora de narrar en pantalla.
El 'boom' de 'Pulseras rojas'
"Después de todo lo que vivimos Mireia y yo con Pulseras rojas, hubo un momento en el que nos encontramos solas en casa y nos pidieron un Selftape para el mismo personaje. Cuando nos metíamos a grabarlos, surgían cosas de las que no habíamos hablado nunca", comienza a contar Joana Vilapuig.
"Nos dimos cuenta de que estas cosas no eran algo común. El hecho de ser dos hermanas, actrices y todo lo que habíamos vivido, era algo un poco inusual y pensamos: '¿por qué no contarlo?'. Dijimos 'a lo mejor hay una historia detrás de estas dos hermanas actrices que compiten, que se quieren y que se comparan'", añadió.
También relató cómo fue el punto de partida de la serie. "Desde un inicio tuvimos muy claro que queríamos que Selftape fuera un poco naif y era clave para nosotras que queríamos ser productores ejecutivas para poder tener el control absoluto de todo lo que fuera hacerse".
"Queríamos tener el control a nivel global de la historia que contábamos, de cómo contarla, también como mujeres. Y nos dijeron que si en Filmax, no tuvimos que luchar mucho".
Su hermana Mireia también comentó que "decidir qué formato era Selftape era una decisión importante" y que "de alguna forma era como cerrar el círculo. Venir de un pasado como el de Pulseras rojas, que al final es un proyecto audiovisual y una serie, y llevar a cabo este proceso creativo haciendo una serie era algo bueno y que tiene sentido".
[Carlo Padial: “Vivimos una dominación cultural de las series, y eso arrincona la idea del autor”]
En relación a cerrar este ciclo y lo que les supuso estar dentro de la vorágine de Pulseras rojas, Joana dijo que "no éramos conscientes para nada" y que para ellas "ha sido todo un proceso revisitarlo", porque "les cambió la vida de repente sin darse cuenta". "Pudimos ver esta etapa y cómo esta fama fue desapareciendo, siendo conscientes de que un día estás en el punto de mira, eres feliz y eres famosa, y de repente esto desaparece porque hay alguien que te sustituye", agregó Mireia.
"Cuando estábamos dentro de ese momento, no podíamos dar un paso atrás para poderlo ver con distancia. Ha sido cuando han pasado los años cuando nos hemos reencontrado con esta etapa y ver todo lo que vivimos, toda esa distorsión del fracaso y del éxito", concluyó.
Realidad y ficción
"También fue clave el momento en que nos dimos cuenta de que teníamos un material de archivo que podíamos utilizar, porque esto sería como la carta que jugaríamos en relación a separar la ficción y la realidad", expuso Mireia. "Esto es lo que hace a la serie tan especial, porque cuando aparecen estos vídeos, todo lo que tiene de ficción lo tiene de realidad".
"Ver este cambio de esta infancia en común, que puedes compartir con todo tu entorno y que al final es una infancia muy normal, y que luego, con el primer casting, de repente empiezan las entrevistas... Toda nuestra infancia pasa de repente a ser algo diferente. Me impactaba ver a Joana de pequeña en estos vídeos tan brillante y siendo tan feliz y después ese corte a las entrevistas", describió.
"Tampoco queríamos perdernos el hecho de que al final, Mireia y yo somos privilegiadas, y que hablamos desde aquí", declaró Joana. "Mi personaje se puede permitir no tener trabajo y estar 'en la mierda' a nivel económico", continuó.
"También queríamos tener este contrapunto y vincularlo con vídeos de archivo reales. No queríamos desvincularnos nunca de las cosas que nos afectan directamente a nuestra vida personal o de nuestra realidad. Y tampoco queríamos hacer bandera de nada ni ponernos en situaciones con las que nosotras no conectamos", amplió Mireia.
Fue aquí donde quisieron crear una especie de alter ego de cada una. "Es verdad que todo nace desde un lugar muy humano y que nos conecta, pero también teníamos que protegernos a nosotras mismas", contaba Joana. "Nos mirábamos y decíamos 'no, este es el límite, vamos a contar lo que estamos preparadas para contar'".
Vinculando catalán y español
Otra de las cosas que llaman la atención de Selftape es su lenguaje y cómo la narración fluye a través del catalán, el español e incluso el inglés cuando toca. "No es algo nuevo y para nosotras era importante, porque teníamos los vídeos de archivo y hablábamos en catalán. Y no tenía sentido si de repente la ficción era [toda] en castellano", expuso Joana.
"Fue algo que desde un inicio intentamos defender muchísimo y en Filmin enseguida dijeron que sí. Fue perfecto, porque a nivel lingüístico les preguntamos y nos dijeron 'haced lo que os dé la gana'".
"Cuantas más lenguas, mejor ¿no? Porque así llegarás a más gente. Queríamos hacer una serie bilingüe que hibridara lenguas, porque también se habla inglés, y ser muy fieles con nuestra vida real, porque hablamos en catalán, pero también tengo amigos que hablan castellano. El objetivo era hacer una serie lo más natural posible, porque nosotras no estamos aquí para hacer política, estamos aquí para contar una historia", concretó Mireia.
Miradas femeninas
En Selftape, uno de los temas que se abordan es el de la intimidad en el mundo de la interpretación y cómo esta no siempre se protege como debería. "Teníamos muy claro que queríamos hablar de este tema. Con el poco recorrido que tenemos Joana y yo como actrices, nos hemos encontrado muchas situaciones en las que nuestra intimidad se ha vulnerado muchísimo y nos hemos sentido casi como 'violadas' en ese sentido. Eres actriz y de repente te encuentras en una página de pornografía", observa Mireia Vilapuig.
"Nos dimos cuenta de lo poco protegidas que habíamos estado antes y de cómo seguro que muchas otras actrices se han llegado a sentir", añadió. "Es que si hubiera una escena de lucha, pues no habría duda de que habría un especialista para protegernos y para coordinar y crear una coreografía donde estés protegido y no te golpees de verdad, ¿por qué con el sexo no ha sido así [hasta hace poco]?".
['Doctor en Alaska', el estreno de verano que se convirtió en serie de culto]
Joana explicó que en la serie no solo hubo un equipo muy femenino, sino que también recurrieron a esta figura del coordinador de intimidad y que durante el rodaje se sintieron "muy protegidas, porque al final teníamos cierto poder, y eso te ayuda a no sentirte tan vulnerable".
"En Selftape no estamos nunca sobreexpuestas y eso forma parte de un trabajo muy bueno de Bàrbara [Farré]. Tratamos de que en Selftape no hubiera nada gratuito y de que todo tuviera su sitio, y creo que lo hemos conseguido", agregó Mireia.
'Selftape' se estrena en Filmin el 4 de abril.