Crítica: 'You', la tercera temporada se reinventa gracias a un matrimonio tóxico y fascinante
El regreso de la adictiva serie de Netflix renueva su fórmula gracias a la exploración del matrimonio de Joe y Love, un personaje imprevisible que insufla vida al retorcido culebrón protagonizado por Penn Badgley.
15 octubre, 2021 10:30Noticias relacionadas
You se reinventa en su tercera temporada en Netflix y, quizás, ya debería dejar de sorprendernos que la adaptación de las novelas de Caroline Kepnes sea capaz de hacer volar por los aires nuestras expectativas cada vez que nos encontramos con ella. En su primera entrega, esta vuelta de tuerca en clave milenial y satírica a Dexter se convirtió en la nueva obsesión de la plataforma gracias a su ácido sentido del humor, sus salvajes giros de guion y la brillante reinterpretación de Penn Badgley (Gossip Girl) como héroe romántico que en realidad no lo es.
Su continuación acertó al cambiar de localización e interés romántico, presentando a un asesino y acosador en serie que encontraba, aparentemente, a la chica de sus sueños. En los nuevos episodios, You va todavía más allá para enseñarnos lo que pasa cuando las supuestas fantasías familiares de Joe Goldberg se hacen realidad.
Después de un necesario recordatorio de dónde nos había dejado la segunda temporada a finales de 2019, nos encontramos con Joe y Love que han decidido jugar a la familia feliz en los suburbios del norte de California, una especie de purgatorio salido de Silicon Valley. Ninguno de los dos parece querer recordar que el librero más peligroso de la televisión estaba a punto de matar a su entonces novia cuando descubrió dos pequeños detalles sobre los que está construida la tercera temporada de la serie: Love estaba embarazada y tenía un lado oscuro que la convertía en la perfecta media naranja de Joe.
La ficticia y adinerada Madre Linda es el nuevo escenario para las fechorías de la pareja después de que You explorara el lado más hípster y esnob de Nueva York y la frivolidad y endogamia de Los Ángeles en sus dos primeras temporadas. El nuevo rol de Joe como marido y padre de familia le obliga a replantearse qué va a ser de su vida ahora que debe anteponer las prioridades de su hijo Henry (al que quiere proteger de la infancia traumática que él vivió y que aparece de forma recurrente a través de nuevos flashbacks) a unos instintos primarios que empiezan a tomar la forma de su vecina Natalie. Cuando parece que volvemos a los inicios de la serie, You nos deja claro que se vienen nuevas curvas y obstáculos.
El mayor problema del carismático antihéroe (un villano tan bien construido sobre el papel e interpretado por Badgley que vuelve a arrastrar al espectador a sus monstruosos actos con la esperanza de que, esta vez sí, el personaje cambie) no son sus enfermizas pulsiones, sino las de su flamante esposa. You sigue siendo la historia de Joe, pero la verdadera estrella de la temporada es Love (una estupenda Victoria Pedretti que confirma el potencial que había dejado entrever en La maldición de Hill House y La maldición de Bly Manor).
Si aquel es frío, calculador y metódico en sus movimientos, su pareja es todo lo contrario: impulsiva e impredecible. Su aproximación a la figura del asesino en serie que no puede controlar sus actos o su ira es magnética y original. Raras veces se ha atrevido el cine o la televisión a mostrarnos los mecanismos internos y externos de una mujer que es incapaz de controlar sus impulsos (ocasionalmente homicidas) cuando algo o alguien se cruza en su camino.
La sensación de caos latente en cada uno de los actos y decisiones de Love está elevada por la interpretación de una actriz que es capaz de aportar humanidad y pasión a su personaje, incluso cuando este se convierte en su peor enemiga. Sin quererlo, Love crea un muro aún más infranqueable con un marido al que quiere, aunque no sepa cómo hacerlo sin que sus tendencias dificulten aún más las cosas. Hasta en eso se parece a Joe.
Sus respectivas personalidades les convierten en una pareja tan incompatible como fascinante. Sobre el papel eran la pareja perfecta, hasta que el ego de uno y la incapacidad de poner límites de la otra acaban creando una relación tóxica en la que un final feliz se antoja inalcanzable. La tensión constante que trasciende (tanto en primer como en segundo plano) de las opuestas formas de lidiar con la verdadera naturaleza del matrimonio Goldberg - Quinn es el gran hallazgo del regreso de You.
El resto de personajes que deambulan por esa comunidad de insufribles yuppies están ahí para obstaculizar y alargar el misterio a lo largo de diez capítulos (en el ecuador de la temporada hay un valle de dos o tres episodios que enredan innecesariamente lo que podría haber sido una historia redonda). La gran revelación de la moralmente corrupta Madre Linda es Sherry, esa madre falsa y obsesionada con Instagram (una fantástica Shalita Grant) que sorprende con un recorrido mucho más complejo de lo que podría parecer a simple vista.
Que tiemblen los Secretos de un matrimonio de Oscar Isaac y Jessica Chastain: la deconstrucción de la caótica pareja formada por Joe y Love expande el universo del thriller de Netflix, creando un misterio tan adictivo como siempre y unos dilemas morales más interesantes y complejos que nunca para una serie que consigue reinventarse en su más que notable tercera temporada.
La propia naturaleza de la serie desarrollada por Greg Berlanti y Sera Gamble jugaba en contra de ella, pero You sobrevive a la maldición de fenómenos tan adictivos y fugaces como Revenge y Gossip Girl, dos claros ejemplos de todos esos culebrones que acabaron sucumbiendo a su fórmula antes de encontrar nuevos caminos con los que seguir exprimiendo a sus personajes. You ha sabido hacerlo. Y de qué forma.
La tercera temporada de 'You' ya está disponible en Netflix.
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