Qué sabemos realmente de la segunda temporada de ‘El juego del Calamar’ (por ahora)
A pesar de los esfuerzos de Netflix, tras convertirse en el mayor éxito de la plataforma, la segunda temporada de la serie aún no está confirmada debido a las reticencias de su creador. Os contamos cómo está la situación.
29 octubre, 2021 19:15Noticias relacionadas
El juego del calamar ha roto todos los esquemas posibles. Aquel pasado día 17 de septiembre aterrizó en el catálogo de Netflix y aunque su pretensión no fuera esa, no solo se ha convertido en la serie más vista de la historia de la plataforma, sino que además, puede haber dado pie a una oleada de cambios que afectarán también al sistema que mide la audiencia de su contenido.
Su popularidad subió como la espuma y sigue haciéndolo, ha traspasado la cultura popular y se ha convertido en la serie de la que todo el mundo habla. Con este éxito tan inesperado como abrumador, Netflix ha conseguido recuperar el ritmo, algo que necesitaba realmente después del parón sufrido y los daños colaterales causados por la pandemia. Por eso mismo, su intención será la de tratar de convencer al creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, para hacer más episodios. Incluso aunque él ahora mismo no quiera ni oír hablar del tema.
Son muchas las especulaciones surgidas a partir de este tema, y aunque todavía no se ha dado luz verde ni se ha confirmado una segunda temporada, os contamos todo lo que se sabe acerca de las intenciones y de la posibilidad que existe para sacarla adelante.
En este caso, la ficción supera a la realidad
Hwang Dong-hyuk, el creador de la serie, nos trasladó a El juego del calamar para contarnos la historia de Gi-hun, un hombre que vive en la más absoluta miseria y que, al no tener nada que perder, se ve inmerso en un juego que pagará 45 millones de wones al vencedor. Lo malo es que, si no ganas, mueres. Y con otros 456 oponentes en tu contra, el viento no tiene porqué soplar en tu favor.
Inspirándose en los juegos a los que jugaba de niño y trasladándolos de una manera mucho más radical y visual en la serie, el cineasta tuvo que ver cómo su idea se apartaba, teniendo que conformarse con guardar el guion en un cajón y olvidarse de él por completo. Considerada como una obra extraña y extremadamente violenta desde 2008, que fue el año en que fue concebida, no llegó a llevarse a la pantalla hasta 2021.
Todo ello, sumado a la crisis financiera que atravesaba el mundo entero, hundía todavía más las posibilidades de rescatar el guion en algún momento y Hwang no se dejó llevar por la frustración, optando por seguir creando y llevar a cabo otros proyectos y películas diferentes.
Se inspiró en su propia situación personal
Aunque la crisis financiera de 2008 no afectó a todas las naciones de igual manera, sí que llegó a la familia de Hwang y a su país de origen, que también fue golpeado por sus consecuencias. Este hecho influyó en la vena creativa de Hwang, que por aquel entonces estaba trabajando en una película que no pudo financiar tan rápidamente como otras veces.
La fuente de inspiración llegó a él a través de asistir a cafeterías en las que se podían leer cómics como Battle Royal o Liar Game, donde llegó a sumergirse durante horas, viéndose reflejado en el ansia de éxito y riqueza que compartían los personajes. El creador ha confesado en alguna ocasión que "su vida también era como un juego de supervivencia" por aquel entonces, y que pensaba en sacar adelante a su familia y dejar atrás la precariedad.
Una crítica al sistema que no sería escuchada de no ser por Netflix
El juego del calamar parte de una idea realmente simple y se ha convertido en una crítica realmente mordaz al sistema social y global en el que estamos inmersos. Desde el primer juego, la historia nos revela un planteamiento verdaderamente atroz, en el que la vida humana vale muy poco, pudiendo acabarse con ella en cuestión de únicamente girar la cabeza de un muñeco gigante y disparar.
En algunas conversaciones con Hwang, el creador ha llegado a explicar que en realidad "todos luchamos día a día por nuestra vida en situaciones de desigualdad" y que cree no solo que "el orden económico global es desigual e injusto" sino que también "prácticamente el 90% de las personas lo ven de esta manera". El cineasta dijo que "durante la pandemia, los países más pobres no pudieron acceder a las vacunas y mucha gente llegó a morir por ello", añadiendo que para él era importante "trasladar este mensaje sobre el capitalismo moderno a la serie".
Sin embargo, un hecho curioso sobre la serie resulta al mismo tiempo contradictorio, ya que de no ser por el dinero de una empresa como Netflix, esa crítica al capitalismo no habría visto la luz. Hwang explicó que la plataforma "no agrava la desigualdad", que el éxito alcanzado ha sido mucho mayor del esperado, teniendo en cuenta que el objetivo era llegar a ser el número 1 en Estados Unidos durante al menos un día, reflejando que la audiencia global concuerda con el mensaje que se quiere transmitir.
Nunca pensó en la competencia
La idea inicial de El juego del calamar era hacer del guion una película y Hwang Dong-hyuk no se planteó que pudiera llegar a ser una serie en la que la historia diera más de sí, estirándose un poco más. Esto puede deberse a que Hwang solo ha llegado a terminar de ver Breaking Bad y Mindhunter, y a que no había conectado hasta ahora esta manera de contar historias.
El director confesó haber intentado ver Los Bridgerton después de las recomendaciones, abandonándola finalmente cuando ni siquiera había terminado el primer capítulo. "Me resultó realmente difícil empatizar con la historia por mi situación personal", dijo Hwang, "y puede que por esta razón las escenas de sexo queden tan de lado y den tanta grima en El juego del calamar". Para él, "el amor aparece en las situaciones más raras y desesperadas" y que las emociones más pasionales las sacó de un reality show, tratando de representar que "independientemente del género, mujeres y hombres suelen tomar medidas extremas cuando están en situaciones extremas".
Representar la realidad coreana con esperanza
Otra de las cuestiones que aparecen en El juego del calamar es el conflicto que aún sigue presente en la mentalidad social en las dos Coreas. A través del personaje desertor de Corea del Norte, el director explicó que aunque hoy en día estas personas son "una gran minoría en Corea del Sur, es cuestión de tiempo que esta realidad aumente" y espera que "se expanda hasta que la reunificación ocurra en un momento dado".
Sin lugar a dudas, la serie no solo captura las realidades de Corea del Sur, expandiéndose a otro tipo de razas y perspectivas diferentes. La intención de Hwang era crear algo que resonara a nivel global, no solo en Corea, dejando claro que vivimos en un mundo parecido a lo que muestra la serie y que "por suerte no todo el mundo intenta ser el número uno a costa de los demás".
Los beneficios y los estragos de la fama mundial
Después de alcanzar la cima mundial, muchas personas llegaron a preguntarse si Hwang Dong-hyuk ha logrado ser tan rico como el ganador del juego en la serie. La realidad puede ser chocante, y el propio Hwang admitió que ni tiene tanto dinero, ni tampoco ha cobrado ningún tipo de suplemento de Netflix por el éxito alcanzado. Su testimonio declara que "tiene lo suficiente como para poder comer cada día" y que "Netflix le pagó lo acordado en el contrato".
Hwang siempre ha sido un creador muy prolífico, tardando solo seis meses en escribir y reescribir los dos primeros episodios de El juego del calamar. Hasta ahora, el director había alcanzado la fama con películas como Silenced, la comedia musical Miss Granny y el largometraje de época The Fortress.
Para él hacer una serie ha sido algo muy nuevo y gratificante, pero la experiencia también resultó muy intensa y estresante para él, y puede que esta sea la causa principal por la que Hwang no quiera saber nada de la continuación de la serie. "Fue físicamente, mentalmente y emocionalmente drenante. Surgían ideas nuevas y revisaba los episodios mientras los rodábamos, por lo que la cantidad de trabajo se multiplicó", detallaba el director, que además confesó haber perdido seis dientes durante el rodaje.
Es cierto que Netflix está intentando convencer al director pero, en este momento, Hwang Dong-hyuk se está centrando en su regreso al cine, y prepara el borrador de una película de acción que podría llamarse K.O. Club (Killing Old Men Club). Sin embargo, también ha arrojado algo de esperanza a los fans, admitiendo que, a pesar de que no se le da muy bien trabajar en equipo, si en algún momento se plantease hacer la secuela de El juego del calamar, asegura que "no lo hará solo" y que "contratará una sala de guionistas y trabajará con varios directores con experiencia".
La batalla por una segunda temporada: Netflix no lo da todo por perdido
El final de la primera temporada de El juego del calamar no terminaba de concluir la historia, dejándonos con la incógnita de lo que ocurrirá con Gi-hun después de que decida no coger ese avión al final. Sin embargo, para Hwang Dong-hyuk la ambigüedad forma parte de la moraleja de la serie, donde quiere decirnos que "no debemos dejarnos llevar por el flujo competitivo de la sociedad y que tenemos que encontrar al responsable y creador de todo el sistema y tratar de cambiarlo o enfrentarnos a él". También explicó que ese último contacto visual es una buena manera de cerrar el círculo y dar el relevo al espectador.
Sin embargo, Netflix es consciente de la mina de oro que tiene entre manos, y no piensa rendirse ante la posibilidad de una segunda parte. Recientemente, la plataforma ha desvelado cuáles eran sus miniseries más vistas y no ha incluido entre ellas a El juego del calamar, algo reseñable, ya que de haberlo hecho, y teniendo en cuenta las cifras. de audiencia, se habría hecho con el primer puesto.
El hecho de que no se considere como una miniserie sigue dejando en el aire la posibilidad de la segunda tanda de capítulos y que resulte inevitable que acaben llegando. Sin embargo, aunque queramos creerlo y Netflix se muerda las uñas con tal de obtener la "luz verde" del creador, aún no hay nada confirmado.
La trama de los posibles nuevos episodios
Como ya dijo Hwang Dong-hyuk, El juego del calamar ya ha contado toda la historia relacionada con Gi-hun y, en todo caso, la segunda entrega podría ser una precuela que profundizase en la historia El Líder y en su bagaje anterior cuando era policía. El director expuso al medio The Sunday Times que ve "el problema con los oficiales de policía como un problema que no solo ocurre en Corea. La fuerza policial puede tardar mucho en actuar sobre las cosas y en ocasiones aumentan las víctimas y empeora la situación porque no actúan lo suficientemente rápido".
En otros medios de comunicación declaró que también le gustaría "explorar la historia entre los dos hermanos Hwang Jun-ho y Hwang In-ho que se enfrentan en la serie, hablar sobre el reclutador con el traje que juega con Gi-hun al principio, o incluso ver qué pasa cuando Gihun se da la vuelta en el último episodio".
"La presión sobre mí es enorme ahora, con muchísimas personas esperando la segunda temporada. Por toda esa presión aún no he decidido si debo hacer otra temporada o no", admitió Hwang. Sin embargo, aún hay posibilidades, porque como él dice "hay tanta gente que ofrece su opinión sobre la dirección de la serie que incluso podría utilizar sus ideas en un futuro".
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