Andalucía lidera SAIDIS, un proyecto para la prevención del suicidio mediante la Inteligencia Artificial
La IA pone a estas personas a servicio de la prevención arrojando datos sobre la marcha y "puede ser una balsa para aquellos que se están ahogando".
29 julio, 2024 05:45La Fundación Progreso y Salud de la Junta de Andalucía junto al Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y el Hospital Jerez Puerta del Sur lideran un nuevo proyecto para la prevención del suicidio. Este problema aumenta sus cifras cada año tanto en España como en Andalucía. En 2022, en Sevilla se produjeron 1.977 intentos de suicidio.
El proyecto, denominado Saidis (Sistema de Alerta Inteligente para la Detección de Intentos Severos de Suicidios), implementará un novedoso sistema de alerta inteligente. El objetivo es que los profesionales sanitarios puedan intervenir de manera oportuna para prevenir futuros intentos de suicidio. Para ello se deben identificar de forma precisa los intentos severos de suicidios que se han dado, observando qué tipo de personas pueden tener mayor riesgo hacia estos comportamientos.
Miguel Ángel Armengol, ingeniero de Big Data encargado de la implementación de la Inteligencia Artifical en este proyecto, asegura que estos nuevos métodos de recopilación de datos serán más ágiles y fiables que los anteriores y "harán el trabajo de meses en solo unos minutos". La información extraída de estos algoritmos será enviada a los sanitarios, quienes tomarán la decisión de avisar o no a determinados pacientes en función al riesgo que estos puedan presentar.
Armengol hace hincapié en que todo estos expedientes de pacientes con intentos de suicidio estarán protegidos y los datos no saldrán del propio hospital. Por ahora, el primer algoritmo que el proyecto empleará será el de "pacientes que pueden reintentar el suicidio", aunque el objetivo a medio o largo plazo es que se pueda prevenir el suicidio antes siquiera de que el paciente lo haya intentado anteriormente.
Para desarrollar este sistema de alerta los investigadores emplearán tecnología de la inteligencia artificial, además de un exhaustivo análisis de datos clínicos. El enfoque se basa en el uso de modelos de lenguaje grande (LLM) y algoritmos avanzados de inteligencia artificial para analizar datos clínicos de pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en Andalucía.
Es una iniciativa impulsada por el Rotary Club Cartuja de Sevilla que busca mejorar la forma en que se identifica y previene el suicidio en nuestra sociedad. Esta entidad ha firmado un acuerdo de colaboración con la Fundación Progreso y Salud para la puesta en marcha de este proyecto, dotado con 80.000 euros.
"La IA puede ser una balsa"
Para José García García, doctor en Psicología y director del centro de Psicoterapia Integra (Sevilla), el suicidio tiene que ver por lo general con experiencias tempranas en el ámbito familiar o en el colegio. "No viene de repente, sino de algo que puede llevar roto años dentro de estas personas", asegura García.
"La mayoría de mis pacientes son adultos que sufrieron un trauma y que no fue curado. Tratan de desconectarse de ese dolor, pero sigue ahí y al no trabajarse puede ser muy peligroso. A base de ocultarlo no encuentran consuelo y lo que cura es precisamente lo contrario, que te escuchen y el amor. Muchos de estos pacientes han sufrido bullying, lo que les ha llevado al aislamiento y a la falta de contacto y es ahí, en este contacto humano, donde está la salvación", afirma el doctor.
En cuanto a la implementación de la Inteligencia Artificial en este ámbito, José García cree que es "fantástica" al poner a la persona a servicio de la prevención arrojando datos sobre la marcha. "El algoritmo de Internet contribuye a que la persona se ahogue y la IA puede ser una balsa", concluye el director de Integra.
Datos alarmantes
Según el Programa de Prevención de Conductas Suicidas de Andalucía, una de las mayores barreras de la atención hacia estas conductas es la accesibilidad. Esta barrera en el acceso se refleja en que menos de un tercio de las personas con conductas suicidas buscan ayuda y hacen uso de los servicios públicos de salud mental. Es algo dificulta la entrada al sistema de estas personas y complica la prevención para especialistas.
El suicidio es actualmente la principal causa de muerte no natural en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 fallecieron en España por suicidio 4.003 personas y en Andalucía se produjeron 849 muertes por esta causa en ese mismo año. En Sevilla, se suicidaron 162 personas en 2021 y entre 2015 y 2022 se registraron más de diez mil intentos de suicidio.
Cómo ayudar
Según la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario de Virgen del Rocío existen una serie de consejos que pueden ayudar a la prevención de estos intentos de suicidio. Se debe preguntar directamente sobre la idea de suicidarse, evitar el acceso a medios o lugares potencialmente peligrosos, escuchar y acompañar a la persona con riesgo, apoyarle a pedir ayuda a los profesionales y mantener nuestro apoyo antes, durante y después de la crisis.
Además, hay una serie de factores que hacen que se extreme la precaución. Los más importantes son depresión, historia familiar de suicidio o enfermedades crónicas. Esta atención deberá incrementarse si la persona ya ha protagonizado intentos de suicidio.
Según José García García, doctor en Psicología y director del centro de Psicoterapia Integra (Sevilla), es esencial contarlo, ya que la palabra en sí misma tiene un poder sanador. Por ello hay que estar cerca de este tipo de personas y "tenderles la mano, hacer ver que hay solución para su dolor".
El equipo de SAIDIS
Este proyecto está integrado a nivel clínico por los doctores Benedicto Crespo Facorro y Miguel Ruiz Veguilla, de la UGC de Psiquiatría del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. También participan los intensivistas Antonio Puppo Moreno, del Hospital Virgen del Rocío, y Ángel Estella García, del Hospital Universitario de Jerez.
El liderazgo técnico del proyecto está a cargo de Miguel Ángel Armengol, del Área de Big Data, integrada en el Plataforma de Medicina Computacional de la Fundación Progreso y Salud, con el apoyo de las científicas de datos Claudia M.ª Jiménez Vázquez e Isabel Amaya Rodríguez.