El otoño cofrade tiñe el verano de morado: aluvión de extraordinarias y una "traca final" con detalles pendientes
Quedan por zanjar los recorridos de ida y vuelta a la Catedral de la magna del 8 de diciembre. Será el colofón de un periodo repleto de estampas históricas.
4 agosto, 2024 05:45Han pasado ya cuatro meses de la Semana Santa y quedan más de siete para la de 2025. Sin embargo, la actualidad cofrade no se detiene en este 2024 que terminará con una "traca final" en diciembre.
Así definió el arzobispo de Sevilla, José Ángel Sáiz Meneses, la procesión que clausurará el II Congreso Internacional de Hermandades y Religiosidad Popular que albergará Sevilla. Las principales devociones de la provincia saldrán a las calles de la capital hispalense el 8 de diciembre.
Recorrerán la ciudad el Gran Poder, la Macarena, la Esperanza de Triana, El Cachorro, la Virgen de los Reyes, la Virgen de Valme de Dos Hermanas, la de Consolación de Utrera y la de Setefilla de Lora del Río.
El evento será multitudinario y su organización no ha estado exenta de polémica. En plenas fechas navideñas, se prevé la presencia de un millón de personas en la capital, cifras que se pueden superar debido a la procesión.
La evacuación era el principal problema. El recorrido presentado por el Consejo de Cofradías fue desestimado por el Ayuntamiento. Lo avalaban los informes desfavorables de Movilidad, Policía Local y Bomberos.
Las medidas de seguridad no quedaban "suficientemente garantizadas" en el tramo del Paseo Colón. Se pretendía recorrer en primera instancia desde el Paseo de las Delicias hasta el Puente de Triana.
El bloqueo de las vías de evacuación por la colocación de unas 25.000 sillas y el corte de los dos puentes implicados eran las principales cuestiones a resolver. Dichos informes también hacían alusión a la masiva afluencia de turistas. En esas fechas Sevilla también albergará un Betis-Barcelona, que suele ser calificado de alto riesgo.
El Paseo Colón, con menos sillas
Tras varios días de debate en la que se plantearon alternativas como la calle San Fernando o la carrera oficial al revés, Arzobispado, Consejo de Cofradías y Ayuntamiento encontraron una solución. El Paseo Colón será la vía principal, pero se llegará a ella por Almirante Lobo.
No se pasará por la Avenida de Roma ni por el Puente de San Telmo, donde la Virgen de los Reyes iba a presidir la procesión. De esta manera, quedarían abiertos los Jardines del Cristina y el Puente de San Telmo.
Del mismo modo, solo habrá sillas en una acera del Paseo Colón, la de la Plaza de Toros. Así estarían garantizadas las vías de evacuación.
No obstante, se mantienen abiertas varias incógnitas. Las principales se centran en el recorrido de ida y vuelta de las hermandades a la Catedral. También se desconoce donde estará el palco de autoridades y la presidencia de la Virgen de los Reyes.
La incógnita de la ida
El Gran Poder no podrá recorrer el camino directo para pasar por calles como Tetuán, Sierpes, Cuna y el Salvador. Su cruz no puede pasar por esas calles debido a la altura del alumbrado navideño. Se contempla un recorrido parecido al que habitualmente realiza en la Madrugada, haciendo un rodeo por el Postigo.
En un principio, el resto de hermandades de la capital no tendrán problemas. Tampoco las de la provincia en sus recorridos de vuelta. Setefilla irá a San Andrés; la Virgen de Valme, al Salvador y; la Virgen de Consolación, a Los Terceros. A la ida se trasladarán de forma privada.
Los recorridos definitivos se conocerán en los próximos días para zanjar definitivamente el problema. A la ida, El Cachorro y la Macarena se trasladarán en la tarde del 7 de diciembre. Mientras, el Gran Poder y la Macarena lo harán en la madrugada. Ahí, las autoridades tendrán que sortear otro problema organizativo, el de las tunas que cantan esa noche en la Plaza del Triunfo.
Extraordinarias históricas
Hasta ese 8 de diciembre la espera no se hará demasiado larga. El otoño estará repleto de procesiones extraordinarias históricas. En el Arenal ya se vive la víspera desde hace varios meses. Muchos balcones exhiben sus colgaduras por la coronación canónica de la Piedad del Baratillo.
Será el 14 de septiembre, pero los fastos comenzarán casi a la vuelta de agosto. El 7 de septiembre la Virgen se trasladará a la Catedral. Volverá justo el día de la coronación, pero no lo hará directamente sino que irá a Triana, donde pasará por la Capilla de los Marineros.
Precisamente, Triana también vive con intensidad la víspera de la salida extraordinaria de la Virgen de la Estrella. Celebra el 25 aniversario de su coronación canónica. Saldrá desde su Parroquia de San Jacinto el 31 de octubre y regresará el día 2 de noviembre, pero antes visitará la iglesia del Rocío de Triana, la de los Salesianos y la de San Gonzalo.
Por su parte, también se podrá ver en 2024 a los titulares de Los Estudiantes, que celebra el centenario de su fundación. El 9 de noviembre se desplazarán en andas a la Anunciación, su primera sede. Allí se celebrará un triduo y una función. Regresarán el 17 de noviembre en sus respectivos pasos. Tanto a la ida como a la vuelta pasarán por zonas inéditas en la Semana Santa moderna, dejando estampas históricas para los cofrades.
Además, la Virgen del Amor de Pino Montano saldrá en procesión extraordinaria por su barrio el 19 de octubre. Será el final de una misión evangelizadora para celebrar los 25 años de su hechura. Otra fecha señalada es el 5 de octubre, cuando la Virgen de la Salud de San Isidoro se desplace a la Catedral en rosario de la aurora por el 350 aniversario de la hermandad.
La primera de las procesiones, la de la Virgen de la Piedad de El Baratillo está a la vuelta de la esquina. Será el pistoletazo de salida de un otoño cargado de eventos que ha teñido el verano de morado. Todavía quedan asuntos por resolver mientras se ultiman los preparativos.
En el horizonte quedará la Semana Santa de 2025, con los numerosos cambios de bandas centrando el debate, sin olvidar la procesión de El Cachorro por Roma por el jubileo de las Cofradías en mayo. Son muchos los sevillanos que ya tienen reservado su billete para contemplar en directo una imagen que pasará a la posteridad.