Aún recuerdo que, cuando yo era niño, mi madre me llevaba a un prestigioso médico especialista en aparato digestivo que tenía su consulta en la calle San Vicente, en el centro de Sevilla. Estoy seguro de que, ahora también, acudir a la consulta de reputados médicos, que viven en el centro de Sevilla, no sólo otorga un plus de certeza en la categoría profesional del médico, sino que también conlleva un significativo efecto placebo que favorece, en muchos casos, unos mejores resultados clínicos.
En la medicina, como en cualquier otra profesión, la fama, el prestigio y la reputación son elementos que atraen a los pacientes que buscan a un gran médico. El reconocimiento popular a la labor profesional es algo que siempre compensa las muchas horas, días y años que ha requerido el adquirir la cualificación profesional. La reputación es la apreciación o valoración que las personas tienen sobre una entidad, ya sea una persona, una empresa, una institución o un producto, a lo largo del tiempo, basándose en sus acciones, comportamiento, calidad y confiabilidad.
La percepción de miles de personas sobre un trabajo colectivo o una empresa debe analizarse de manera profesional. Los resultados del Monitor de Reputación Sanitaria en España 2023 han sido publicados hace algunas semanas. Este Monitor analiza líderes de opinión en el sector de la salud, incluidos hospitales, servicios clínicos, laboratorios farmacéuticos, y servicios de salud. Su ranking anual se basa en el análisis exhaustivo de datos de opinión emitidos por varios colectivos, incluidos médicos especialistas, médicos de familia y médicos residentes, profesionales de enfermería, profesionales farmacéuticos, directivos y gerentes de hospitales, servicios de salud y asociaciones de pacientes de toda España.
En Sevilla se ha hablado poco sobre el buen resultado que los hospitales sevillanos han logrado en dicho estudio de reputación, y que coloca a dos de los tres hospitales de la ciudad entre los catorce primeros de España, estando el Hospital Universitario del Rocío colocado en el “top 10” de los hospitales españoles. Es más, algunos servicios clínicos de este centro sanitario, como el de Cuidados Intensivos, donde desarrollo mi actividad laboral desde hace muchos años, ocupa el tercer lugar en el ranking español. Como se resalta en el documento-informe del Monitor de Reputación Sanitaria, son múltiples los aspectos sobre lo que se investiga para otorgar estos galardones. La promoción de la transparencia y la mejora continua de la calidad, la ayuda a pacientes a tomar decisiones informadas, la realización de análisis comparativos con otros hospitales en la búsqueda de áreas de mejora, o el esfuerzo de los profesionales y organizaciones que trabajan por la excelencia en la atención sanitaria son algunos de los aspectos que se incluyen en el análisis.
La reputación sanitaria no es fruto de un día, sino que se mantiene a lo largo del tiempo a través de acciones coherentes y de calidad, siendo fundamental para generar confianza en el ámbito sanitario. Grandes, muy grandes, son las personas que sustentan esta prestigiosa (prodigiosa, a veces) actividad en pro de la salud de sevillanos y andaluces. Gestores, médicos, enfermeros, auxiliares de clínica, celadores, y otros muchos profesionales sustentan esta humanitaria, científica, loable, y reputada actividad. Desde que en 1955 abrió sus puertas, como Residencia Sanitaria García Morato, hasta hoy, como Hospital Universitario Virgen del Rocío, miles de vidas han sido salvadas. Es más, la confianza ciega que millones de ciudadanos tienen en los centros sanitarios sevillanos hace que, en muchas ocasiones, el sevillano de a pie preste mucha más atención a aspectos de la vida cotidiana mucho menos trascendentes, posiblemente en la confianza de que los médicos, los sanitarios, siempre estarán ahí en caso de que los necesite.
La reputación sanitaria de la medicina sevillana no solamente se mantiene, como cuando yo era niño, basada en la confianza en aquellos “médicos de la calle San Vicente”, sino que también se extiende a nivel nacional sustentada en humanismo, ciencia, credibilidad, tal como muestran los resultados del Monitor de Reputación Sanitaria, voz de pacientes y profesionales sanitarios de todo el país.