La RAE define el término 'morra' como la parte superior de la cabeza. También se entiende por 'morra' un juego de manos que consiste en acertar el número de dedos mostrados entre dos jugadores. En México, sin embargo, la palabra 'morra' se utiliza para denominar a una muchacha. Y gracias a internet hemos conocido a cuatro morras que han utilizado su ciudad natal para poner de manifiesto un problema que en su país está acabando con la vida de muchas mujeres: el acoso callejero.
Lo han hecho en un vídeo de apenas cinco minutos en el que se ve a estas mujeres paseando con ropa negra y ajustada mientras reciben toda clase de piropos y opiniones malsonantes. No quieren revelar sus nombres porque tienen miedo. “Somos cuatro amigas de 18 a 28 años que vivimos en la Ciudad de México. Ya hemos recibidos amenazas y ataques en redes sociales por lo que no daremos nuestros nombres”, cuentan a EL ESPAÑOL a través de correo electrónico.
El vídeo ya ha conseguido más de 250.000 reproducciones en Youtube en apenas cinco días. Y aunque no es la primera vez que vemos vídeos de mujeres siendo acosadas por la calle, la decisión de estas muchachas está justificada en un hecho que les toca de cerca. “En México surgió un movimiento en contra del acoso hace unos meses y nos dimos cuenta de que teníamos que aportar algo al tema”, dicen.
Ese algo es este vídeo en el que sufren todo tipo de opiniones, sin haberlas solicitado, incluso un hombre llegó a masturbarse delante de ellas. “Como a muchas, todos los días nos acosan, nos gritan y nos ofenden por la calle. Quisimos salir a la calle a preguntarles a nuestros acosadores qué tienen que decirnos”.
Así empieza el vídeo, entre gritos de ‘carajo’, ‘cachetonas’ o ‘qué chulas tangas’ mezclados entre silbidos de deseo. A medida que avanzan los minutos estos “piropos” van a más. Cansadas, las morras empiezan a pararse ante quienes las increpan y preguntan: “¿Tienes algo que decirme?”. Inmediatamente los hombres, asombrados, intentan cambiar de tema. “Nada, nada, las cuatro de la tarde”, contesta uno de ellos para intentar cambiar de tema.
- Hay algunos hombres que intentan cambiar de tema cuando les preguntan qué quieren. ¿Por qué?
Cuando hicimos el video nos preguntamos esto varias veces y creemos que hay muchas personas que ya no se cuestionan antes de acosar, por eso cuando son enfrentados entran en pánico, risa nerviosa o contestan con actitud agresiva como si no tuviéramos el derecho a preguntar "¿qué me quieres decir?".
- ¿Por qué creen que los hombres se sienten libres de opinar sobre lo que llevamos puesto o cómo nos maquillamos?
Porque vivimos en una cultura en la que la mujer debe actuar como damisela en apuros y debemos aceptar un "buenas tardes" o un "qué guapa" aunque sea de un completo extraño o de lo contrario nos tachan de "violentas" y "feminazis". No es una guerra de sexos, es un problema de educación en el que muchas mujeres también creen que contestar está mal o que lo provocamos por vestirnos de cierta manera.
- ¿Un piropo es para ustedes acoso?
Asumen que hay personas (hombres y mujeres) que necesitamos la aprobación de extraños para sentirnos bien. El piropo es la normalización del acoso.
Masturbación en plena calle
En esa “normalización” estas cuatro jóvenes vivieron un momento amenazante: uno de los hombres que las increpaba decidió que era buen momento para masturbarse delante de ellas, en la calle y sin apenas disimular su erección. “Hubo varios momentos en los que sentimos mucho miedo: cuando este sujeto comenzó a masturbarse frente a nosotras y nos miraba a los ojos sin ningún tipo de pudor o temor a que llegara alguna autoridad”, cuentan las morras.
Pero no sólo hubo un momento así de chocante. “La otra fue cuando le pedimos a un sujeto que nos dejara de mirar porque nos siguió por varias cuadras burlándose de nosotras, nos esperó afuera del Metro Insurgentes y se nos acercó para intimidarnos, tuvimos que decirle que si no se iba llamaríamos a un policía y hasta entonces corrió. El otro momento fue ahí mismo cuando un hombre se nos acercó demasiado y de la nada nos comenzó a llamar "pendejas, mugrosas" y sacó un fajo de billetes en nuestra cara. Nos dimos cuenta que se estaban comunicando a través de radios para avisarse de las zonas por las que iríamos pasando y perseguirnos”, sostienen.
Según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), en México hay un promedio de 7 mujeres asesinadas al día. De hecho, el pasado mes de abril hubo una gran manifestación en México bajo el hashtag #VivasNosQueremos.
Aunque el vídeo de las morras no forma parte de ninguna campaña asociada, ellas aseguran que esta idea nació para “documentar lo que vivimos a diario en la Ciudad de México, esto pasa en todas las zonas de la ciudad, aunque se crea que sólo en ciertos barrios de clase baja”. Y es que, para estas chicas, “el acoso contra mujeres y hombres es inaceptable, sin embargo, es un tema poco tratado en nuestro país y, por lo tanto, complejo, mientras tanto haremos valer nuestro derecho a transitar libremente en la vía pública con la ropa, el caminar y por las zonas que decidamos”.
- ¿Volverían a hacerlo?
- Sí, pero con más precaución y compañía.
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