El comediante noruego Terje Sporsem suspira por un hombre: Abu Bakr al-Baghadadi, el autoproclamado califa del grupo yihadista Estado Islámico. Terje escenifica sus románticas aspiraciones y comparte con el mundo entero la irremediable atracción que siente por el líder terrorista y lo hace en un vídeo musical humorístico. Una "obra maestra" que elige las carcajadas como método de desarme ante el terror de los radicales.
El videoclip en clave de humor de Terje empieza con la "perfecta vida de un heterosexual": padre y marido modélico de cuatro hijos, abuelo de un nieto y propietario de un hogar envidiable con barbacoa. Todo se trunca cuando aparece él: Abu Bakr al-Baghadadi. "Los ojos bellos y oscuros, el pelo cubierto misteriosamente y la perfecta barba crecida" de uno de los altos cargos del EI embelesan al humorista.
"Has despertado mi lado gay", confiesa el hacedor de risas. Otra de las perlas de la canción recurre a la reggaetonera expresión "sé mi papi". Son tantas las ansias del recién aterrizado homosexual que incluso ofrece su "virginidad trasera" a Abu Bakr al-Baghadadi. "Mírame, estoy preparado. Te haré muy, muy feliz", asegura el humorista, metido en su papel de sufridor enamorado.
La ingeniosa letra le ha valido a su creador un éxito inesperado: el 1 de agosto, Terje subió el videoclip en noruego y a los dos días, subió la versión subtitulada en inglés ¿Las reacciones? "Tienes cojones", comenta un usuario de Youtube, mientras que otro valora por su parte que "el humor positivo es la mejor manera de derrotar a los radicales islamistas". En cambio, un tercero se preocupa por la seguridad del humorista escandinavo: "Que no te maten".
El vídeo de Terje no es el primero en hacer frente al miedo con humor. Otros ejemplos se remontan a 2014, con vídeos que emplean la llamada a la oración allahu akbar -que significa "Alá es el más grande"- utilizada en la propaganda yihadista para captar a miembros a través de las redes sociales.
La presencia 'online' del Estado Islámico es uno de los bastiones del grupo terrorista. Por ello, desbaratar sus sedes de propaganda, dificultar el acceso a sus contenidos radicales, oponerse a su discurso con una contranarrativa y dar voz a quienes optan por callar o han dejado sus filas es clave para minar la expansión del yihadismo, argumenta Manuel Ricardo Torres, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
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