Cazar pokémones y "hacerse con todos" se ha convertido en un fenómeno mundial que dificulta el trabajo de una docente porque, ¿cómo captar la atención de los adolescentes si la dedican por entero al juego de moda? La profesora argentina Marisol Viso lo tuvo claro: si no puedes con tu enemigo, únete a él. Y así nació la 'pokegenética' con exámenes basados en los bichos de marras para hacer llegar la información a los jóvenes en su mismo lenguaje.
Imagínate que eres profesor y llegas a la escuela para encontrarte con una manada de alumnos 'smartphone' en mano en el patio. Es el día del lanzamiento de la 'app' de Pokémon GO, el bombazo de la jornada. Esto fue lo que le pasó a Marisol hace unas semanas. La joven de 25 años, profesora de biología, veía cuesta arriba impartir su lección de genética: le tocaba explicar las leyes de Mendel sobre las características heredadas de padres a hijos.
Frente a este apasionante y sencillo tema (léase la ironía), los chicos -de entre 13 y 15 años- sólo hablaban de "¿con cuántos te has hecho tú?", "¿dónde están los pokémones más raros?". Entonces, surgió la idea: dar la teoría pero poniendo como ejemplos los especímenes que habían secuestrado la atención de sus alumnos.
Para llevar a buen puerto su misión primero tenía que saber cómo funcionaba la 'app'. La tarea le vino casi hecha gracias a sus alumnos, que se lo explicaron al detalle. Aunque Marisol llegó a vivir de pequeña la serie Pokémon, tuvo que repasar la lista de las 151 especies diferentes que hay en el juego -y eso es sólo la primera generación, ojo-. ¿Si el color rojo de Charmander es dominante y lo cruzas con un Pikachu, que es amarillo, qué pasaría? Pues que tendrían un bichito adorable rojo. Así planteaba sus lecciones.
La idea de Marisol gustó tanto que ya se le conoce como la 'pokeprofesora'. Su popularidad se expandió fuera de las aulas a través de Facebook, donde compartió un examen de 'pokegenética'. Desde entonces, ha sido entrevistada por todos los medios argentinos. "Hay que tratar de encontrar el interés del alumno porque si no, aunque les des millones de explicaciones no lo van a entender", explicaba la ingeniosa docente en la emisora local Radio Picnic. "De esto no se van a olvidar porque es distinto", comentaba en otra entrevista en Rosario 3.
La acogida a la iniciativa ha sido tan positiva que la directora del colegio donde enseña Marisol quiere impulsar caminatas en las que se cacen pokémones con los alumnos. Pero no sólo eso: cada vez más profesores se plantean imitar la idea en sus clases.
Una enseñanza activa
El ejemplo de Marisol, que imparte clases en un colegio público de la ciudad argentina Rosario, al sureste del país, no es el único. En una imagen compartida en las redes sociales se puede ver a un 'entrenador pokémon' que explica con matemáticas la captura de un Pikachu.
De este modo los docentes se ganan, además del respeto, el cariño de sus alumnos. Casos como el de César Bona lo demuestran. El profesor zaragozano invitó a sus alumnos a definir palabras como 'defecar', con resultados tan variopintos como "defecar es un coche inglés que está defectuoso. Me compré un defecar por 1.347". Algo tan sencillo y a la vez innovador hicieron de Bona el mejor profesor de España y llegó a estar en la lista de los 50 postulantes al 'Global Teacher Prize', el 'Nobel' de la docencia.
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