Marcus Walz, Orlando Ortega, Maialen Chourraut, Lydia Valentín, Mireia Belmonte, Rafa Nadal y Marc López. Estos son los nombres de los deportistas españoles que, a día de hoy, han conseguido que España se sitúe entre los 15 primeros países del medallero olímpico, con un total de siete medallas (cuatro oros, una plata y dos bronces).
A excepción del tenis, que podría considerarse un deporte 'mayoritario', y de Mireia Belmonte, que en momentos puntuales ha generado cierta atención mediática, los deportistas que han conseguido medallas para España en estos Juegos Olímpicos eran casi perfectos desconocidos para la gran mayoría de los españoles. Por triste que parezca, sus éxitos en otras competiciones han pasado totalmente desapercibidos.
Hasta la fecha. Porque si algo tienen los Juegos es que convierten a cualquier hijo de vecino en experto en halterofilia, piragüismo en aguas bravas, bádminton o tiro con carabina, celebrando la consecución de los logros en disciplinas que, a menudo, no suelen ocupar ni un minuto en los telediarios ni se convierten en trending topic en las redes sociales.
Por suerte, existe Google Trends, una herramienta que muestra "la frecuencia con la que se busca un término en particular en distintas regiones del mundo en un periodo de tiempo determinado". A ella nos hemos encomendado para saber cuánto nos han importado nuestros medallistas en los últimos dos años, antes de que subieran al pódium de Río y los españoles nos anotásemos un nuevo tanto en nuestro casillero particular.
La hipocresía del éxito
Horas de entrenamiento y preparación, campeonatos de Europa y del Mundo... La trayectoria de los piragüistas Marcus Walz y Maialen Chourraut en los dos últimos años, antes de llegar a Río de Janeiro, está salpicada de algunos éxitos destacables.
En el caso del Walz, consiguió hacerse con la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de Piragüismo de Moscú (K1 500 m), en 2014, y con la plata en el de Milán (K2 500 m), en 2015. Por su parte, Chourraut, que ya se hizo con un bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, logró una medalla de plata en el Campeonato de Europa de Piragüismo en Eslalon en Viena, en 2014, y otra de oro en el de Markleeberg (Alemania), en 2015. El interés que suscitaron sus éxitos hasta alzarse con las medallas de oro en Brasil fue nulo.
Lo mismo ocurre con Orlando Ortega. El atleta cubano nacionalizado español, consiguió este martes hacerse con la plata en los 110 metros vallas, la primera medalla para el atletismo español en Brasil. Con 21 años, se metió en la final de los Juegos de Londres con Cuba y, tras recibir este verano el pasaporte español, batió la plusmarca nacional en la reunión de la Diamond League de Montecarlo con un tiempo de 13.04 segundos. Poco o nada ha interesado hasta el día de hoy.
La halterófila Lydia Valentín se hizo con el oro en 75 kilos en el Campeonato de Europa de Tel Aviv (2014) y de Tiflis (2015), tanto en arrancada como en dos tiempos. Aunque bien es cierto que el volumen de búsquedas con su nombre se incrementa algo en las fechas en las que consiguió las medallas, el interés que han suscitado sus logros hasta llegar a Río también ha sido prácticamente nulo.
En todos los casos, las búsquedas en Google con los nombres de los deportistas sufren un aumento de más del 100% tras la consecución de los respectivos metales.
El caso de Mireia Belmonte
Tras el bronce en 400 metros estilos, Mireia Belmonte consiguió todo un hito al hacerse con el primer oro olímpico para la natación femenina española. Desde 2014 hasta su llegada a los Juegos, había conseguido 13 medallas (seis de ellas de oro) en distintos campeonatos de Europa y del mundo. A juzgar por las búsquedas realizadas con su nombre en Google, había pasado casi inadvertida pese a ser una de las más mediáticas atletas de nuestro país.
La de Badalona va camino de convertirse en una de las mejores deportistas españolas de todos los tiempos. Sin embargo, ya en 2013, en una entrevista en ABC, lamentaba el poco valor que se le daba a sus logros. "Soy la primera mujer en bajar de los ocho minutos en la historia de la natación, pero es más importante el rumor de un fichaje o el color de pelo de Sergio Ramos", se quejaba. Y tiene razón: a excepción de los Juegos Olímpicos de Río, en los últimos dos años en nuestro país importó mucho más cualquier cosa que tuviera que ver con Sergio Ramos que las medallas de Belmonte.
El caso de la nadadora y de Lydia Valentín es especialmente sangrante en cuanto a las búsquedas relacionadas que arroja Google tras teclear sus nombres. En ambos casos, el interés de los usuarios tenía que ver también con su vida personal, a juzgar por términos como "novio" o "instagram", que aparecen como principales relacionadas en el buscador.
Un hecho que no ocurre con Marcus Walz u Orlando Ortega, por ejemplo.
La reina de Google
Mireia Belmonte, eso sí, es la deportista que ha levantado una mayor expectación en Río. En comparación con sus compañeros, la nadadora copa el mayor porcentaje de búsquedas en el último mes en Google en nuestro país. Le siguen, a una gran distancia, las otras dos féminas, Maialen Chourraut y Lydia Valentín.
El drama -y la paradoja- del éxito de los españoles en Río es que forma parte de una burbuja que dura, como mucho, unas semanas. Tras la consecución de sus respectivas medallas, al día siguiente la gráfica vuelve a su estado natural, con todo lo que ello significa. A prácticamente nadie -tampoco a los medios- les importa ya el devenir de los medallistas (hasta el próximo oro olímpico).