No lo decimos nosotros. Por lo que sea, flota en el ambiente.
Pablo Motos, que vuelve este martes con una nueva temporada de El Hormiguero, es un incomprendido. Pese a los incontestables índices de audiencia, el presentador es capaz de sacar lo peor del ser humano. Ya en 2011 los lectores de la revista FHM lo nombraron 'peor comediante', un hecho que desató la polémica.
No es cosa suya. O sí. Pero odiar se ha odiado siempre. De hecho, nosotros defendemos el derecho a odiar mucho y muy fuerte. De maldecir. De aborrecer hasta decir basta todo aquello que quieran y como quieran. Porque la tirria, como el amor, es buena hasta para el cutis. Una especie de laxante liberador que aplaca tus deseos de matar.
Si creías que Pablo Motos era el único que despertaba tus instintos de ira más irracionales, te equivocabas. Después de leer esta lista, quizás no te parezca ni tan malo tener que verle la cara. He aquí 94 cosas que merecen todo tu odio y desprecio más allá del presentador de Antena 3.
1. La gente que redacta los emails en el asunto.
2. Que llamen cerveza a la Cruzcampo.
3. "La base de datos de virus ha sido actualizada".
4. La malintencionada ironía de los abrefáciles.
5. El consejo “yo si fuese tú”. Pero no lo eres.
6. Los anuncios en Spotify.
7. La gente que habla de sus mascotas como si fuesen niños pequeños.
8. Quienes... abusan de... los puntos suspensivos...
9. Todos y cada uno de los lunes del año.
10. La gente que corre por la oficina como si fuese a salvar vidas en el Congo.
11. Tu jefe.
12. Cuando te piden que sonrías, que estás muy serio/a.
13. Los comerciales de Jazztell que te han llamado una media de 35 veces en el último mes a la hora de la siesta.
14. Los que caminan lento por la calle y no te dejan adelantar.
15. Los culturetas y sus “¿pero cómo no sabes quién es este director somalí de cine dogma mudo?”
16. Cuando el tomate frito estalla en el microondas…
17. …o sobre tu ropa.
18. Los calvos con coleta (menos a Juan Tamariz).
19. El orden aleatorio y desconocido con el que unas mandarinas son envueltas en papel y otras quedan al descubierto.
20. "Puff, no he estudiado nada. Voy a suspender".
21. A Murphy, el de la ley.
22. La mayoría de pelis de Murphy, Eddie.
23. Pena capital para los usuarios del transporte público que ponen la música del móvil a todo volumen.
24. Renfe. Más concretamente: la página web de Renfe, anclada en el Pleistoceno.
25. Los intensos.
26. Aquellos que en una discusión te preguntan si tienes la regla.
27. La Todología y sus gurús.
28. "Socio".
29. "Amigo".
30. "Máquina".
31. Y ese tonito paternalista.
32. A los que responden a algo que no entienden con “¡¡¿¿Hola??!!”
33. Los 345 mensajes del grupo de Whatsapp de tus amigos.
34. El olor de la coliflor cuando hierve (y el hambre que debía tener la primera persona que decidió ingerirla).
35. Los trepas.
36. La gente que sube fotos del último libro que está leyendo para demostrar al resto del mundo lo cultísimo que es y lo que le fascina Murakami.
37. Maná.
38. Mariano Rajoy Brey (menos cuando dice Bershka).
39. El váter de los bares.
40. El suelo pegajoso.
41. Y que nunca haya papel.
42. La señora que se cuela en el supermercado.
43. "En línea" y que no te contesten.
44. Que te roce el brazo pelo ajeno de manera imprevista.
45. El que incluyó los garbanzos/pasas en el mix de frutos secos.
46. Las tartas de plástico: si no se comen ¿para qué las hacen?
47. El uso de posesivos para indicar posición: no está delante tuyo sino de ti, coño
48. Gente que se corta las uñas en espacios públicos.
49. La gente que te toca el brazo cuando te habla: basta de retenciones involuntarias.
50. A las dependientas que te asaltan: en serio, Mari Carmen, déjame a mi ritmo.
51. Las melodías de Pau Donés. O, mejor dicho, LA melodía.
52. La gente que habla con cúmulos de roña blanquecina en las comisuras de la boca.
53. Los abdominales de Aznar.
54. Cuando se repite al menos tres veces el mismo anuncio en pausas de menos de dos minutos de publicidad.
55. El refrán "Cuando seas padre, comerás huevos".
56. Las ceras de color "carne".
57. Cuando te pisan el talón de la zapatilla y te descalzan "sin querer".
58. Que te cobren los gastos de gestión de un proceso de compra en el que lo has hecho tú TODO.
59. Los "te lo advertí" derivados de un "si ya sabía yo que...".
60. El 'yomismismo'.
61. La letra Comic Sans.
62. El puto despertador.
63. Los listos.
64. "Te lo dije. Es que te lo dije".
65. "Aquí, sufriendo" (y la foto de la paella del domingo).
66. El sonido del móvil de tu jefe.
67. Sentarte sobre un chicle.
68. Los atascos inoportunos.
69. Cuando el corrector del móvil no atiende a razones y te cambia la palabra una y otra vez: quería decir "malita" no "maldita".
70. Cuando te tragas 15 minutos de publicidad, vuelve el programa y en menos de dos minutos te cuelan otra vez anuncios.
71. La gente que te mira la pantalla del ordenador (todo el tiempo).
72. Inhalar el olor a putrefacción del camión de la basura cuando pasa.
73. Querer estornudar y no poder.
74. A Amaia Montero.
75. La gente que te escupe -en reiteradas ocasiones- mientras te habla / Que se proyecte sobre tu cara o brazo saliva de tu interlocutor
76. Los gastrositios.
77. El amor-odio.
78. Los bares vintage decorados con muebles de la basura cuya cerveza se cobra a precio de sangre de unicornio.
79. La rúcula. Ya si eso comemos directamente geranios.
80. Quienes llaman al paté "foie" y se creen mejores personas.
81. El uso indiscriminado de la palabra viral.
82. La inexplicable atracción del chorro del agua del fregadero por la cuchara que salpica.
83. Que te caiga por los brazos un chorrillo de agua del plato recién fregado que estás poniendo a secar.
84. Las señoras cotillas que empiezan una conversación con un "yo no quiero decir nada pero…"
85. El inservible succionador del dentista que parece conducirte a morir ahogado en tu propia baba.
86. Cuando se te sube la bola del gemelo en mitad de la noche.
87. Que alguien gire a toda velocidad la cara para no saludarte mientras tú ya has empezado a hacerle el clásico gesto con la barbilla.
88. La norma de tener que ducharte antes de meterte en la piscina.
89. Ese ser que por hacer un intercambio en Londres en verano decidió pasar de decir "jajaja" a "hahaha".
90. Los "a mi me da igual, lo que queráis" más falsos que Judas.
91. El del "ya vestruz", "¿te titas de en medio?", "tienes toda la ración del muslo" o "qué me Quentin Tarantino".
92. El que repite una coña hasta la saciedad pensando que no te has reído porque eres sordo.
93. Este tipo de listas.
94. Y a la peña que las escribe.
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