Las redes sociales son un clamor: bajo el hashtag #DiaSinCoches se entremezclan los mensajes en Twitter que llaman a dejar hoy el vehículo propio en casa por responsabilidad social y ambiental con los lamentos y protestas de quienes se han visto atrapados en el gran atasco que ha colapsado los principales accesos de Madrid en la mañana del jueves. Boicoteando el propósito de la convocatoria europea, los usuarios de autobús han sufrido los mismos retrasos que los conductores.
La congestión trae a la memoria los grandes embotellamientos que puntuaron el arranque de la gestión de Ahora Madrid hace un año y que se daban por superados. El de hoy ha sido fruto de una 'tormenta perfecta'. Se han producido tres accidentes monitorizados por la DGT en los accesos a la capital, concretamente en las carreteras de Burgos, de Barcelona y en la M-40.
Al inhabilitar carriles enteros estos choques han contribuido al colapso. El ocurrido en la A2 a la altura de Arturo Soria, explican, ha sido especialmente dañino, interrumpiendo la circulación en el anillo norte de la M-30 y bloqueando la entrada de Avenida de América.
Sin embargo, el consistorio madrileño no ha reforzado el servicio de transporte público para hoy, al contrario que en Barcelona, en donde se ha incrementado la frecuencia de buses y metro. Según confirma la EMT a EL ESPAÑOL, hoy han circulado los 1.700 autobuses previstos para la hora punta habitual en invierno. Los madrileños que querían evitar coger el coche no han encontrado facilidades especiales para hoy.
La desidia municipal contrasta con las medidas aprobadas en ciudades como Valencia, Alicante, Castellón, Santander, Palencia y Salamanca, en la que se ha dispuesto la gratuidad del transporte público.
El primer Día sin Coches celebrado en horario laborable en Barcelona comenzó con normalidad pese al corte de 54 calles secundarias y dos principales, la Via Laietana y el carrer Gran de Gràcia. La DGT confirma que las retenciones fueron equivalentes a las de cualquier otra mañana. Pese a alguna críticas, el consistorio que dirige Ada Colau celebraba el éxito de la medida medioambiental y las actividades alternativas que han tenido lugar en la calzada.
El acto central en Madrid ha consistido en el corte de la calle Bravo Murillo, que ha sido pintada como homenaje por activistas de Greenpeace, y una ruta ciclista por el corazón de la ciudad que ha contribuido a los cortes en las vías del centro. Precisamente la bicicleta, la alternativa más querida por Manuela Carmena - era su medio de transporte antes de convertirse en alcaldesa - ha recibido la réplica crítica del PP de Madrid con un vídeo sobre el mal estado de las calles y los riesgos para los ciclistas.