“Sí, tengo síndrome de Down, pero no da miedo. ¡Es emocionante!”. La frase que, por su sinceridad, valentía y orgullo está dando la vuelta al mundo.

La autora de tan sabia afirmación es Sofía. Una niña de siete años cuyo conmovedor discurso, compartido en redes sociales por su madre, ha dado la vuelta al mundo. Las más de 16.500 reproducciones del vídeo solo en Instagram y los otros tantos miles que ha recopilado en diferentes redes sociales demuestran que su mensaje era necesario.

Actualmente vive con su familia de adopción y se ha convertido en toda una eminencia en las redes sociales, pero su historia ha tardado tiempo en tomar un rumbo tan prometedor. De origen ruso, Sofía fue abandonada al nacer por su madre, incapaz de aceptar que su hija tuviese síndrome de Down. Estuvo en un orfanato hasta el año 2010, cuando Jennifer Sánchez y su marido, quienes ya tenían otro hijo de ocho años con el mismo trastorno, decidieron adoptarla.

Hoy, lejos de sentirse asustada por su condición, la pequeña asegura que esto la convierte en una “persona especial” e incluso se atreve a explicar en qué consiste la Trisomía 21: “Es algo que está dentro de mi sangre”, le explica a su madre.

Comúnmente conocido como mongolismo o síndrome de Down, la Trisomía 21 es una anomalía genética que afecta a alrededor de 1 de cada 650 niños en el mundo. Sin embargo, no acostumbramos a ver vídeos con mensajes tan sinceros como el de Sofía, a quien lo único que le preocupa es si sus padres le llevarán o no a Disneyland.

Puedo hacer cualquier cosa que yo quiera, soy inteligente, soy bondadosa, soy paciente, soy hermosa...

No es el primer vídeo que su madre comparte en sus perfiles sociales con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre el síndrome de Down y demostrar que su hija, como otros miles de niños con esta condición, pueden llevar vidas completamente normales sin sentir miedo o rechazo. De hecho, el anterior recopiló más de 53 millones de reproducciones.

“Puedo hacer cualquier cosa que yo quiera. Soy inteligente, soy bondadosa, soy paciente, soy hermosa...”, decía Sofía en aquel vídeo. Pese a los prejuicios aún existentes en esta sociedad, así es como ella se ve a sí misma, así de feliz se siente, y esa es la idea que quieren transmitir no sólo a otras personas que sufran este trastorno sino al resto del mundo.

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